9 de noviembre de 2024

La mente busca la magia. Necesita creatividad

No es la primera vez que escribo "a cuatro manos" con mi buen amigo Iosu Lazcoz. Hace unos días, en una de esas distendidas charlas que solemos tener, le comenté algo que me pasó por la cabeza recientemente:  él es biólogo y habla sobre Psicología, yo soy psicóloga y hablo sobre Biología 😄.

Iosu lo enlazó enseguida con la creatividad, y yo concuerdo con él al 100%.  De hecho, a menudo utilizo una frase de Yuval Noah Harari que reza "La curiosidad es la materia prima de la innovación", otra de Edward de Bono ("La creatividad y la simplificación se complementan enormemente.  Es preciso hallar nuevas formas alternativas de hacer las cosas") y una tercera de Sara García Alonso que aprecio sobremanera por su trayectoria profesional y porque me gusta escuchar a mujeres valiosas: "La curiosidad es un combustible que nos aproxima a destinos lejanos".

Así que, después de haber intentado demostrarte de qué forma feliz discurren nuestras mentes, paso a plasmar aquí el artículo de Iosu:


La mente busca la magia. Necesita creatividad.

Antiguamente, el ser humano estaba más pegado a la naturaleza; la observaba y aprendía de ella; tenía varios dioses terrenales. Los antiguos cazadores recolectores dependían de su conocimiento de la naturaleza para poder sobrevivir. No se podían permitir el lujo de divagar ni de filosofar. Pero hubo un momento en la historia en el que todo cambió. No sabría decir cuál, pero el ser humano empezó a crear mitos y leyendas para transmitir enseñanzas vitales, y también a crear religiones que intentaran explicar lo complejo de la psique humana así como para dotarla de sentido. El mundo sumergido de nuestro inconsciente siempre ha sido un misterio para el Homo Sapiens.

Dentro de ese mundo mágico, el ser humano siempre ha intentado encontrar explicaciones más o menos plausibles a lo que le pasaba. El desarrollo de nuestro neocórtex fue matando lentamente toda la magia y adoración que nuestros ancestros tenían por la madre tierra; la progresiva racionalización de la sociedad ha ido en contra de todo a lo que dábamos importancia en el pasado. El pensamiento mágico ha construido tantas realidades como las ha destruido, sin embargo, aniquilarlo solo traerá una época de oscuridad y confusión.

La tierra era considerada antaño como algo a lo que adorar, mientras que hoy se la cataloga como algo a lo que ordeñar.

Pensamientos irreales

El ser humano siempre ha sido un ser soñador. Uno que ha necesitado alejarse de la realidad cotidiana para soñar con un mundo mejor. La mente humana es capaz de generar 60.000 pensamientos diarios, de los cuales muchos serán reales y otros tantos creaciones propias. No se sabe cuál es el motivo por el que conectamos con determinados pensamientos y recuerdos, pero nuestra mente es un compendio de conexiones axón-axón, axón-dentrita y dentrita-dentrita. Este es nuestro código. Uno que es construido en base a nuestras experiencias y a nuestra imaginación. Existe un actor en nuestro cerebro que algunos neurocientíficos han llamado "El intérprete". Este reacondiciona lo que realmente pasó para autoprotegernos y no dañar nuestra autoestima. Incluso, se inventa recuerdos que nunca sucedieron para que salgamos muy favorecidos en la foto.

Con tantos pensamientos diarios; con una red neuronal tan imbricada; con tantas interacciones con el medio y con las personas de manera constante; se construye un equilibrio dinámico en nuestra mente. La calidad de las interconexiones, experiencias y aprendizajes determinará nuestra salud mental; la calidad de nuestros pensamientos construirá realidades ficticias o realidades sólidas.

El ser humano es un ser social y trascendente

El ser humano es un compendio de material inorgánico y orgánico. Somos polvo de estrellas y en polvo nos convertiremos. Miramos hacia ellas en una búsqueda incesante de algo superior a nosotros mismos, pero en nuestra arrogancia suprema, nos creemos por encima de las estrellas y el medio ambiente; en un alarde de ceguera voluntaria y de soberbia absoluta, nos creemos por encima de todo, incluida la propia naturaleza.

Muchas de las técnicas psicológicas de aumento de bienestar tienen como nexo común el contacto con la naturaleza de manera frecuente. Reconectar con nuestro pasado cazador; volver a establecer una relación simbionte con la naturaleza es un debe que se asienta en la humildad y en no creernos más de lo que somos. El "Homo Sapiens" debería rebautizarse como "Homo Economiccus". Porque si la conquista del espacio acarrea la destrucción de la tierra, de nada sirve; si el dinero es el eje sobre el que gira la vida del primate humano, dejaremos de mirar las estrellas para mirar algo más mundano y estéril: nuestro bolsillo.

No nos podemos sentir que somos una raza aparte del medio ambiente; no podemos pensar que somos alienígenas dentro de nuestro propio planeta. Todo está conectado: nuestras redes neuronales son una representación micro de las redes que gobiernan las relaciones entre las distintas especies que habitan nuestro planeta. Somos uno integrados en un todo. Un acción de una hormiga influye sobre lo que podamos pensar y hacer en el otro extremo del planeta. Las consecuencias de todo lo que está descubriendo la física cuántica nos son todavía desconocidas, pero acentúan la interconexión que existe entre el ser humano y la naturaleza y entre distintos seres humanos. Vivimos en una malla de conexiones y códigos.  Romperlos nos traerá consecuencias nefastas.


Iosu Lázcoz Iso

18 de septiembre de 2024

Divertimento: El desposorio de Don Dinero y Doña Natura

 

Espero que te guste tanto como a mí la obra teatral "La Venganza de Don Mendo"  - la considero una pieza maestra para sonreír un rato -  y de tanto en tanto la disfruto 😍.

Así que he decidido tomar prestado un fragmento y utilizarlo para hablar del lavado verde que practican muchas empresas, añadiendo al final mi reflexión  con una bagatela que se me ha ocurrido. (Espero que seas benevolente, es solo un divertimento).

Este es el fragmento que he escogido de la obra, y me voy a centrar en las reflexiones de doña Ramírez:

 NUÑO (padre) .—

Y don Pero hablóme
y afable y rendido tu mano pidióme,
y yo que era suya al fin contestelle;
y él agradecido besóme, abrazóme,
y al ver el agrado con que yo mirelle
en la mano diestra cuatro besos dióme;
y luego me dijo con voz embargada:
Dígale, don Nuño, que presto mi espada
rendiré ante ella, que presto iré a vella,
que presto la boda será celebrada
para que termine presto mi querella…
Conque, Magdalena, tu suerte está echada,
mi palabra dada y mi honor en ella;
serás muy en breve duquesa y privada;
no puedes quejarte de tu buena estrella

 

MAGDALENA (hija) .— Gracias, padre, gracias.
NUÑO.— Noto tu alegría.
MAGDALENA.— Haré lo que ordenas.
NUÑO.— De tu amor lo espero.
MAGDALENA.— Puesto que lo quieres, seré de don Pero.
NUÑO.— Serás de don Pero. (La besa.) Adiós, hija mía. (Se va por la puerta de la derecha.)
MAGDALENA.— (Aterrada, dejándose caer sin fuerzas en una silla, digo sin fuerzas, porque si se deja caer con fuerza puede hacerse daño.) Ya escuchaste lo que dijo;…

Doña RAMÍREZ.—
Claro está que escuché,
y sólo a fuerza de fuerzas
me he podido contener,
que tal temblor dio a mi cuerpo,
tal hormiguillo a mis pies,
que no sé cómo don Nuño
no lo advirtió, no lo sé.
¡Casarte tú con el Duque
siendo amante del Marqués!…
¡Ser esposa de don Pero
la que de don Mendo es!…
¡Si el marqués lo sabe!…

Doña RAMÍREZ.—
Pues lo mandan, es razón
que sea muda, ciega y sorda,
pero me da el corazón
que aquí se va a armar la gorda.


¡Cuánto me identifico con el razonamiento de Doña Ramírez!  Aceptamos a menudo comulgar con ruedas de molino sabiendo que nuestra pereza y nuestro egoísmo nos pueden llevar a la catástrofe;  como dice Doña Ramírez (que se detiene a pensar sobre las consecuencias de aceptar las cosas sumisamente ), "aquí se va a armar la gorda". 

Así que respondo a  Don Nuño de la siguiente guisa:

Pues héteme aquí

que disfrutándola estaba

y mi mente espoleaba

como enorme borceguí, 

pues de repente entendí

la recóndita soflama

que algunas firmas proclaman

hasta hacerme percibir

lo negro cual verde, ¡intento vil!


Espero haberte provocado una sonrisa que acompañe a una reflexión sobre qué podemos hacer para que Doña Natura no tenga que desposarse con Don Dinero 😉. Y si enriqueces mi bagatela poética será muy divertido y te lo agradeceré.  

Gracias por llegar hasta aquí :)

20 de junio de 2024

Postcrecimiento: una oportunidad de oro

 

La UE ha decidido incrementar los aranceles a los coches eléctricos chinos, decisión que lógicamente ha provocado la inmediata reacción de China: poner el foco en las importaciones de cerdo europeo.  Te dejo aquí algunos datos.

Hace mucho tiempo que España tiene un gran negocio con la ganadería industrial porcina, que exportó  en 2023  por encima de los 9.000 millones de euros.  Alcanzar esa cifra supone "gestionar" unos 34 millones de cerdos, e incluso otras fuentes hablan de 56 millones. No puedo precisar las cifras exactas de kilos ni de euros, pero en cualquier caso salta a la vista que estamos hablando de un inmenso negocio.

Se trata de un grave problema recurrente que tenemos los países enriquecidos: los intereses económicos por encima de todo.

Hace tiempo que sabemos que la ganadería intensiva es responsable de altísimos niveles de contaminación del agua, genera múltiples gases que incrementan el efecto invernadero, deja yermos los suelos, favorece la deforestación, etc., etc.  Te dejo aquí un artículo ilustrativo de National Geographic  sobre el gran impacto que produce en la Tierra esta práctica nefasta.

 Y todo ello sin contar con el sufrimiento que se infringe a animales sintientes, puesto que hace tiempo que sabemos que los cerdos tienen numerosas capacidades cognitivas, inteligencia y capacidad de sentir emociones, como bien explica Elena Lara de la Casa.  Se nos olvidó también la ética 😟.

En resumen, el famoso poema de Quevedo Poderoso Caballero es Don Dinero goza de excelente salud y nos importa un ardite  todo lo demás, que queda en un discreto segundo o tercer plano... si alguna vez se toma en consideración.

¿Seguro?

Afortunadamente, hace algún tiempo que la ciencia nos advierte del terrible derrotero que la sociedad ha tomado, nos avisa de las consecuencias que sufriremos a corto plazo  y pone de manifiesto las que ya empezamos a sufrir. Te recomiendo escuchar a Fernando Valladares , uno de los científicos más didácticos y comprometidos con el medio ambiente. También son interesantes las reflexiones que hace Antonio Turiel sobre el posicionamiento al respecto de la sociedad española. 

Ahora, además de las exhortaciones de los científicos, tenemos una llamada de atención clara y urgente: el mercado avisa de lo que nos puede ocurrir en términos económicos si seguimos adelante con nuestro modelo de negocio porcino.

¿Por qué vamos a seguir en ello si estamos destrozando el planeta (problemón para las generaciones futuras) y ponemos en peligro nuestra capacidad económica (problemón para la generación actual)?  

¿Qué tal si nos tomamos la advertencia china como un estímulo extra para comenzar a pensar en cómo organizarnos en esta nueva etapa que se comienza a tildar de "postcrecimiento"? Una sociedad que transita del derroche y el despilfarro hacia un modelo más  respetuoso con la madre Tierra y todos sus habitantes - incluidos, obviamente, los animales humanos - : es urgente que comencemos a planificar cómo conseguir el sustento de tantas personas que se quedarán sin trabajo cuando cerremos el "negocio" porcino, cómo recuperar a la mayor brevedad la salud de las tierras maltratadas, cómo pergeñar nuevos oficios, nuevas ocupaciones, nuevas formas de reintroducir la ética en nuestra sociedad, etc. etc.  Una ingente y urgente labor que necesita la implicación de todos nosotros.

A veces, una mala noticia es el aviso de una nueva y mejor realidad. Tenemos a la vista una oportunidad de oro para apostar por el postcrecimiento.

.....

Sugerencias de lectura: 


2 de febrero de 2024

¿Lo necesito?

 Permíteme que ponga un sencillo ejemplo de un comportamiento concreto que nos sirva para reflexionar sobre nuestro modo de vida:

Imagen: Leonardo AI
Tal como acostumbro a hacer cuando tengo un rato libre entre sesiones de trabajo en una ciudad cualquiera, el otro día entré en un establecimiento especializado en maquillaje de uñas. Es una forma sencilla, cómoda y estética de hacer tiempo sin patear las calles ruidosas ni tomar otro café más a lo largo del día 😊

Y mientras la empleada hacía su trabajo yo curioseaba el local:  muy amplio, con varios puestos de trabajo, mucha iluminación artificial, muchííííííísimos frasquitos de esmalte de todos los colores posibles, máquinas para esterilizar las herramientas de trabajo, para secar las uñas pintadas, para mantener cálido el local…

Como el protagonismo lo tenía obviamente el  esmalte, he estado curioseando un poco para enterarme de su composición.

 Estamos hablando de PFAS (perfluoro alquilos y polifluoroaquilos), así como otros ingredientes presentes en la pintura de los automóviles (el trío tóxico:  ftalato de dibutilo, tolueno y formaldehido).  Sé que existen también esmaltes “ecológicos”, pero son muy difíciles de encontrar y además no hay garantías de que realmente son lo que dicen ser.

He leído que Nueva Zelanda prohibirá los “químicos de siempre” en productos de belleza, y que la EPA de USA considera que el esmalte de uñas es un desecho doméstico peligroso.

Además, existe el riesgo de que su uso habitual provoque cánceres, problemas hormonales e intestinales, y el uso de secadores de uñas de luz ultravioleta pueden dañar el ADN.

En líneas generales, podríamos decir que este hábito conlleva:

  • Posibles riesgos para la salud humana;
  • Necesidad de grandes cantidades de agua para su fabricación;
  • Cantidad de recipientes de usar y tirar;
  • Contaminación por parte de los laboratorios que elaboran los productos;
  • Contaminación por el transporte desde los laboratorios a los establecimientos que los utilizan;
  • Contaminación del entorno al desembarazarse del esmalte;
  • Gasto de energía, agua, químicos para limpieza, etc., etc., de cada local;
  • Degradación del medio ambiente.

Y todos esos desastres tienen como finalidad que yo me vea bonitas las uñas unos pocos días.

¿De verdad necesitamos tantas y tantas cosas que no nos benefician y en cambio están ocasionando diversos males al Planeta?  ¿Por qué nos hemos ido olvidando de vivir una vida sencilla, evitando tanta sofisticación inútil y dañina? ¿Por qué las personas urbanitas nos consideramos con derecho a polucionar y esquilmar los recursos finitos cuando a la vez hay tantas personas en entornos rurales y en países sobreexplotados que tienen problemas para garantizarse una vida digna? ¿Por qué olvidamos tan a menudo que solo somos uno más de los animales que conviven en una tierra común?

¿De verdad lo necesito?

23 de noviembre de 2023

¡Caracoles! ¡Otra de liderazgo biomimético!

 

Hace algún tiempo me percaté de que un caracol acudía a mi porche a comer.  Dicho así no tiene demasiado interés, pero lo que me llamó la atención es que no acudía en cualquier momento:  lo hacía cada día al anochecer, cuando pongo comida a los gatos asilvestrados que se presentan (solo para eso) cuando cae la tarde. El resto del día es imposible verlo.

Así que cada día contemplaba al nuevo “okupa” para ver cómo se desenvolvía entre dos grandes gatos.  No tenía problemas, se metía en medio e incluso trepaba por la cazuela de uno de los gatos para poder comer antes de que los felinos se marcharan.

Decidí premiar su arrojo y ponerle un poco de comida aparte, para que pudiera saciarse sin tener que porfiar con tamaños rivales… y enseguida entendió que le convenía más esperar en una esquina que subirse a las cazuelas de los gatos.

Desde entonces lo miro con un interés que me ha provocado la necesidad de curiosear un rato para saber algo sobre los gasterópodos.  Te hago aquí un resumen de lo poco que he descubierto (de momento) porque, como seguro supondrás, me gusta hacer paralelismos con el liderazgo biomimético:

El caracol:

  • Posee una especie de lengua provista de una rádula (órgano quitinoso que se utiliza para raspar o morder los alimentos y que cuenta con hasta 25.000 dientes agrupados en hileras);

  • la rádula se desplaza hacia adelante y hacia atrás, rasgando y triturando el alimento que está siendo consumido;

  • en muchos casos puede regenerar los dientes perdidos;

  • puede ser herbívoro, carnívoro, necrófago…

  • su capacidad de aprendizaje les permite aplicar nuevos procedimientos para acceder a los alimentos;

  • tiene unas 20.000 neuronas (nosotros alrededor de 100.000 millones), y a pesar de ello puede retener información hasta seis meses;

  • en situaciones de estrés se resiente su rendimiento cognitivo;

  • regenera su concha cada día (siguiendo la secuencia de Fibonacci, tienes abajo enlace a un didáctico vídeo);

  • cuando queda atrapado en una grieta, intenta salir (y lo consigue) torciéndose hacia la derecha / el centro / la izquierda; 

  • camina a una velocidad aproximada de un metro por hora, pero puede recorrer hasta 25 metros al día;

  • si puede, sigue el rastro de baba de otro caracol, para ahorrarse así la producción de baba y consiguiente gasto energético;

  • la baba que genera es útil para facilitar el desplazamiento, adherirse en superficies inclinadas, mantenerse húmedo, curar sus heridas, repeler a posibles depredadores como hormigas y protegerse de bacterias o parásitos.

Después de enterarme de todo esto no he podido por menos que comparar tales habilidades con las que adornan a un líder biomimético, porque pienso que pueden ser una buena guía para revisar periódicamente nuestro plan de mejora continua como líderes. Aquí tienes el decálogo:




Te dejo aquí algunos enlaces por si quieres leer algo sobre el tema:

¿Cuántos dientes tiene un caracol?

¿Son los caracoles inteligentes? Descubriendo la verdad sobre su inteligencia

 Los caracoles tienen memoria y los científicos saben trasplantarla

La inesperada velocidad de los caracoles

¿Cómo se forma el caparazón de los caracoles y de qué está hecho?

¿Cómo es la vida del caracol?

La secuencia de Fibonacci

21 de septiembre de 2023

"Blob", un increíble organismo vivo y un líder exitoso: lecciones para los negocios

 

'Blob', el enigmático organismo que 'piensa' sin tener cerebro y que es 'inmortal'. (Reuters)

En el mundo de las organizaciones solemos buscar inspiración en diferentes ámbitos de la vida para hacerlo cada vez mejor y poder tomar las mejores decisiones. 

Desde el enfoque de la Biomimética se producen avances frecuentes, algo gratificante que ayuda a diseñar numerosos productos y servicios de una forma mucho más eficiente y respetuosa con la naturaleza.

Hoy vamos a mirar algo impensable y sugerente desde el punto de la Biomimética Organizacional:  en este caso, para que el líder de una organización pueda inspirarse y mejorar sus planteamientos: vamos a descubrir un extraño ser que me ha subyugado y me ha sugerido inmediatamente un precioso paralelismo con la vida de las personas que dirigen equipos. Vamos a comparar a “Blob”, un increíble organismo vivo, con un líder exitoso que sabe respetar a la naturaleza.

Te recomiendo vivamente que leas este artículo para conocer un poco a “Blob”.  A modo de gancho, te copio el primer párrafo:  No tiene boca, ni estómago, ni ojos, pero sí puede detectar alimento y digerirlo. Tampoco tiene brazos ni patas, pero puede moverse y en un solo día duplicar su tamaño.

Y, a pesar de sus aparentes limitaciones (vistas desde nuestro enfoque antropocéntrico), es capaz de memorizar, adaptar su comportamiento, resolver problemas, buscar soluciones y transmitir su conocimiento. También sabe hibernar en momentos extremos y resurgir cuando mejoran las circunstancias.

De lo descrito en el susodicho artículo podríamos deducir que “Blob” puede servir de inspiración para que el líder potencie las siguientes cualidades:

1. Adaptabilidad y flexibilidad: La capacidad de Blob para adaptarse a entornos cambiantes es similar a la que necesita un líder para ajustar estrategias y enfoques ante desafíos inesperados;

2. Resistencia: Blob puede sobrevivir en circunstancias adversas. Un buen líder también debe hacer frente a dificultades y resistir ante la presión y la adversidad, lo que implica tomar decisiones sólidas en momentos críticos y mantener la calma bajo presión.

3. Colaboración y redes: A pesar de su apariencia simple (es un ser unicelular), se comunica y colabora con otros seres de su especie para lograr objetivos comunes.  Un buen líder debe ser capaz de construir relaciones sólidas con colegas, competidores y otros partícipes, aprovechando las redes para impulsar el éxito de la organización.

4. Sostenibilidad y respeto por la Naturaleza:  Blob vive en armonía con su entorno, sin causar daño innecesario.  Un buen líder debe adoptar un enfoque sostenible y ético en los negocios, considerando el impacto ambiental de las operaciones y buscando formas de minimizar el daño al medio ambiente.

5. Innovación y Evolución: Blob se adapta y evoluciona con el tiempo. Un buen líder debe fomentar la innovación dentro de su organización, alentando a las personas de sus equipos a pensar de forma creativa y abrazar el cambio como una oportunidad de crecimiento.

6. Resiliencia:  Blob no se deja afectar por las opiniones externas, centrándose en su supervivencia y objetivos propios.  Un buen líder debe tener suficiente confianza para tomar decisiones basadas en la visión y misión de la empresa y guiarse por su código ético, en lugar de dejarse influenciar en exceso por las tendencias o presiones externas.

En resumen, aunque pueda parecer sorprendente, hay mensajes valiosos que los buenos líderes pueden revisar estudiando al humilde Blob.  Fortaleciendo esos principios, los buenos líderes pueden construir organizaciones sólidas y sostenibles que prosperen en un mundo empresarial en constante cambio.

Te dejo aquí un interesante vídeo que explica los descubrimientos que se están haciendo acerca de Blob y los aprendizajes consiguientes para la sociedad.


Y un enlace a un punto de venta  de Blobs vivos, por si te interesara d'apprendre les bases de la biologie et de la microbiologie et de sensibiliser les enfants à la biodiversité.

25 de julio de 2023

Haz lo que puedas cuando puedas

 


En estas épocas en que nos rodea la incertidumbre por todas partes, nos preguntamos cómo y cuándo acabarán las guerras, qué ocurrirá con tantas personas privadas de sus casas y sus bienes por los  terremoto, inundaciones  y anomalías varias que asolan el planeta, cuándo dejaremos de devastar la Tierra para beneficio de unos cuantos, etc. etc., y se pone un nudo en la  garganta que nos priva del habla y nos humedece los ojos.

Generalmente no hablamos de  estas cosas, porque la familia y amigos ya están hartos de oírnos y porque en las charlas sociales entre colegas, clientes y personas de círculos más amplios no se considera de buen gusto sacar a colación según qué temas.

Pero... esta mañana he tenido la oportunidad de hablar con alguien que me presta servicios regularmente y con quien suelo mantener conversaciones triviales, y hoy me ha explicado cómo atiende a unos vecinos ancianos y aislados de la sociedad.  Ha  puesto tanta ternura en la explicación que me tenía absorta, y ha terminado su reflexión con una frase que me ha tocado el alma:  

cada vez estoy más convencida de que debemos hacer lo que podamos cuando podamos, porque la vida te lo devuelve cuando menos lo esperas; es una especie de egoísmo positivo, un "hoy por ti y mañana por mí" que siempre acaba gratificándote tarde o temprano, de una  forma u otra.

Y enlazando ideas he ido a parar a este vídeo de Francine Christophe que te va a dejar sin palabras: 

 

Es una forma muy emotiva de ilustrar el viejo dicho do ut des de los romanos, que ahora solemos traducir por win win. Estoy convencida de que funciona, porque a lo largo de mi vida he recibido apoyos totalmente imprevistos en momentos de dificultades, y siempre me he preguntado cómo es que tengo tan buena suerte... ¿o no será suerte? ¿Qué experiencias tienes al respecto?        

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Enlaces relacionados:

Personas felices               

5 de junio de 2023

El oso polar, el gorila y las manzanas

 


Había una vez un gran oso polar que vagabundeaba exhausto por su inmenso territorio buscando algo de carroña para llevarse a la boca, dado que cada vez era más y más difícil cazar alguna foca de las pocas que quedaban en la zona.  El hambre le acuciaba y su necesidad le hacía apetecer algún otro alimento desconocido de fácil acceso, nutritivo y sencillo de conseguir.  Su imaginación no paraba de dibujarle diferentes escenarios en los que cualquier oso polar podía engullir suficiente alimento para quedarse ahíto. 

A muchos kilómetros de allí, un gran gorila de montaña examinaba concienzudamente la zona en busca de hojas, tallos, brotes, cortezas, raíces, rizomas... elementos todos ellos cada vez más difíciles de encontrar porque su hábitat desaparecía a pasos agigantados.  Cada vez tenía menos fuerzas y cada vez ansiaba más que sucediese algún milagro que le ofreciera un alimento desconocido de fácil acceso, nutritivo y sencillo de conseguir.

Entonces, ¡oh milagro! un animal que también podía caminar a dos patas se apareció simultáneamente en los sueños del oso y del gorila, deleitándose con una extraña fruta que él denominaba "manzana". Masticaba lentamente, deglutía, se relamía y murmuraba extasiado: qué alegría, estoy gozando de una de las frutas más exquisitas y nutritivas del mundo.

¡¡¡¡Aaaaahhhh!!!! ¡Qué conmoción! A través de ese sueño simultáneo, el oso y el gorila conectaron sus cerebros y comenzaron a acariciar la idea de aunar fuerzas para conseguir que las apetitosas manzanas llegaran regular y simultáneamente al Ártico y a África Central. 

Pronto se percataron de que un Ursus Maritimus Mammalia  y un Gorila beringei beringei Mammalia carecían de los recursos necesarios para alejarse  demasiado de su hábitat, por lo que una expedición en busca de la manzana podría resultarles letal.

No obstante, enseguida descubrieron que aquél extraño bípedo que les hacía de nexo  era un Homo que, casualmente, ¡también era Mammalia! Ese dato les ayudó a confiar en él y decidieron contratarle como proveedor exclusivo de manzanas.

El Homo recibió el encargo con grandes muestras de alborozo, explicó que tenía experiencia manzanística desde el origen de su especie en un lugar llamado Jardín del Edén y enseguida comenzó a diseñar un plan estratégico para recolectar, almacenar, transportar y entregar grandes cantidades de manzanas en el Ártico y en África Central.

Ursus y Gorila escucharon la propuesta comercial y decidieron deliberar antes de aceptarla. Hicieron cálculos aproximados de los costes (¡horror, qué megapresupuesto!) y cayeron en la cuenta de que la cantidad total que arrojaba no tenía en cuenta que los manzanos y su entorno quedarían expoliados, envenenarían las tierras con fertilizantes fósiles para incrementar la producción, el transporte deterioraría irremediablemente todos los lugares del recorrido, obligaría a muchos Homos a trabajar esclavizados, pondría en peligro la vida de muchos animales que hasta entonces tenían los pomares como su ecosistema natural...  

Ursus y Gorila llegaron a la conclusión de  que no podían asumir tales responsabilidades y que preferían no alterar de forma tan brutal y antiética tantos ecosistemas de la madre Tierra.  Así que decidieron seguir bregando cada uno en su hábitat para seguir consiguiendo su alimento y no ser partícipes de tales desmanes. 

Y se despidieron dentro del sueño común con una reflexión compartida:  ¡Qué curioso!  Los tres animales, Ursus, Gorila y Homo, somos Mammalia... y el único que se plantea esos horribles proyectos nos ha dicho que es el Homo SAPIENS. ¿Quizás también tendrá alguna relación con el hecho de que nosotros tengamos cada vez más dificultades para encontrar el alimento que por naturaleza nos corresponde?

(Para ayudar a Ursus y Gorila a sentirse mejor con la decisión que han tomado, vamos a enviarles un poco de información científica ibérica que les apoya sin fisuras:   CSIC,  (AEET), Sibecol ).

13 de febrero de 2023

Un coach abejorro

 

La ciencia descubre maravillas de la naturaleza que nos ayudan a encontrar paralelismos entre los ecosistemas naturales y los diseñados por las personas

Jorge Laborda nos presenta, con su atractivo estilo, otra maravilla de la naturaleza: la inteligencia de los abejorros.  Estos animales despiertan antes que las flores que les proporcionan alimento, porque los animales reaccionan al calor (el calor comienza cada vez más temprano) y las plantas necesitan, además, horas de sol (que aumentan progresivamente durante la primavera, al mismo ritmo cada año).  Dado que el cambio climático hace que las temperaturas sean más altas más pronto, los abejorros se encuentran sin flores a su disposición para poder libar.

Eso podría acabar en catástrofe, pero... entra en juego la sabiduría de la naturaleza:  los abejorros practican unas determinadas incisiones en las hojas de las plantas y así consiguen que la planta florezca mucho antes.

Y no se trata únicamente de la incisión, puesto que las réplicas que han realizado los científicos no han surtido el mismo efecto.  Eso sugiere que los abejorros deben, además, introducir en la planta alguna sustancia o proceder a algún otro tipo de intervención, hasta ahora desconocidas.  En cualquier caso, el abejorro consigue que la planta florezca antes de lo programado por el número de horas de luz, asegurándose así la supervivencia.  Otro precioso ejemplo de las complejas relaciones que se establecen entre seres vivos.

A nosotros nos sirve, además, para hacer un paralelismo con el mundo de la gestión corporativa: cuando un buen líder necesita que su equipo obtenga buenos resultados (y dentro de los plazos establecidos), estudia qué se necesita conseguir (objetivos), analiza las alternativas a su alcance y decide qué tipo de intervención será la más adecuada:  en este caso, ofrecer a las personas del equipo los estímulos propicios para su floración.

Puede ser una caricia física o psicológica (como hace el abejorro), aplicación de una sustancia nutritiva (contraprestaciones de diversa índole), modificaciones de la situación actual (cambio de responsabilidades, de tareas, de procedimientos, etc.), en la forma, profundidad y frecuencia adecuadas hasta conseguir los objetivos definidos. 

Y de esta forma, el líder asegura que el ecosistema se mantenga en equilibrio, como hace el abejorro en su entorno.  Una preciosa fórmula do ut des que los buenos líderes practican dejando su huella líquida.

 Mirando a la naturaleza, el líder biomimético encuentra soluciones que han sido probadas durante años y años de ensayo y error, ¿para qué partir de cero si tenemos ante los ojos una solución que ha demostrado ser válida para todos?

Aprender de la naturaleza es una preciosa oportunidad a nuestro alcance que produce placer y garantiza la supervivencia de todos nuestros partícipes, así que desde aquí agradezco a Jorge Laborda su artículo.

29 de agosto de 2022

Antropocentrismo y ética

El artículo de Mayte Rius  publicado en La Vanguardia  sobre los avances de la ciencia, La ciencia avanza hacia el elixir de la eterna juventud plantea, entre otros,  el siguiente razonamiento:  el envejecimiento ya no puede considerarse irreversible y puede "tratarse" desde el punto de vista médico, como se hace con otras situaciones de riesgo para la salud. 

Bien es cierto que Manuel Serrano, del Instituto de Investigación Biomédica, también explicita que estas investigaciones no están pensadas para que podamos alcanzar la inmortalidad, sino para tratar a las personas mayores que tienen una calidad de vida comprometida.  Doy por buena su explicación porque, entre otras cosas, no tengo elementos de juicio para rebatirla.  Seguro que se trata de una buena persona que está buscando lo mejor para sus semejantes. (Aunque la bomba atómica surgió de un diseño anterior con buenos fines).

A pesar de eso, desde el punto de vista de la ética se me plantean varios interrogantes inquietantes:

1) El planeta no necesita que le esquilmemos aún más:  estamos a punto de llegar a los 8.000 millones de habitantes humanos, y solo faltaba que prolonguemos nuestra estancia; en el mes de julio hemos excedido en un 74% la capacidad  para este año de los ecosistemas terrestres.

 2) Me parece muy poco ético torturar a miles de animales indefensos para lograr algo totalmente prescindible. Te dejo aquí una buena explicación de la profesora Clara E. Paniego Burillo en El Salto , y me permito resaltar un párrafo:  el sufrimiento ocasionado a los animales se ha visto multiplicado a un ritmo alarmante en las últimas décadas a causa de la ganadería industrial - que concibe al animal como una máquina de producir carne - y de la investigación tanto militar como farmacéutica.

 3) Prolongar artificialmente la vida va contra una de las más importantes leyes de la naturaleza.   En un contexto muy diferente, Javier Gomá dice:  "Goethe llegó a creer que quizá la Naturaleza, que decreta la muerte de todo ser vivo, haría con él una excepción".

Como siempre, nuestro antropocentrismo toma decisiones antinatura que a la larga son perniciosas para todos los ecosistemas, incluidos obviamente los animales humanos.   Enfocado desde otro ángulo pero muy ilustrativo, te dejo aquí un artículo de Wardle  et al , Terrestrial Ecosystem Responses to Species Gains and Losses,  de cuyo resumen extraigo esta frase:  las ganancias y pérdidas de especies son tanto consecuencias como impulsores del cambio global; por lo tanto, la integración explícita de la investigación sobre cómo ambos procesos afectan simultáneamente el funcionamiento del ecosistema es clave para determinar la  respuesta del sistema terrestre a las actividades humanas actuales y futuras.

Quizás fuera mejor camino fijarnos en realidades muy distintas de las habituales, como por ejemplo el blob, el extraordinario organismo sin cerebro que hace cuestionarnos si somos la especie más inteligente:   que es capaz, en términos humanos, de resolver problemas, establecer redes, navegar por sistemas y laberintos con una eficiencia increíble. Te recomiendo vivamente leer este artículo, donde se dice  también que  el punto es que estos experimentos son deliberadamente descabellados para desafiarnos a pensar de nuevas maneras

No tiene cerebro, pero es capaz de pensar

Nos hace  mucha falta para conseguir parar el derrotero actual, que va a llevarnos a graves problemas como especie y a enormes perjuicios para el planeta.

25 de julio de 2022

¡Viva la atención al cliente!

 

Aprovechando el relajo de este domingo veraniego te explico, a modo de divertimento,  una sorprendente experiencia  - parecida al cuento del elefante y la hormiga -  que he tenido esta semana respecto a la relación que se establece entre una empresa y sus clientes. 

En este caso la empresa era Vueling y  yo tenía el rol de cliente.

La víspera de tomar mi vuelo de ida a mi ciudad de destino recibí en el móvil un mensaje de Vueling preguntándome si estaría dispuesta a cambiar mi vuelo por otro posterior el mismo día, dado que posiblemente habría overbooking. Si aceptaba, la empresa me ofrecía un descuento de 100 € para el próximo vuelo con ellos.  Se trataba de presentarme a mi hora en el aeropuerto y entonces me dirían cuál de los dos vuelos (el que compré o uno de los que me proponían) era el mío.

Inmediatamente pensé: Vaya, no parece muy digno explicar abiertamente que gestionan contando con hacer overbooking, es decir, dando prioridad a sus intereses económicos por encima del respeto que se debe al cliente.  

Mi primera reacción fue negarme, pero después de pensarlo un poco me vinieron a la cabeza las posibles razones que les habían llevado a tomar esa decisión:  mucho tiempo sin actividad o con actividad mínima en la época del corona virus, encarecimiento del combustible, restricciones diversas...

 Llegué a la conclusión de que su decisión no era la mejor desde el punto de vista de la seriedad que se espera de una empresa "decente", pero podía llegar a entender que quisieran asegurar unos mínimos ingresos para sostener la actividad, mantener a los empleados, asegurar su cuota de mercado... En resumen, en una época rara como la que vivimos cabe la posibilidad de que alguien tome una decisión rara.

Así que decidí aceptar.  Me presenté a mi hora y no hizo falta hacer ningún cambio porque había plazas disponibles.

¿Y qué es lo que ocurre habitualmente después de un viaje de ida?  Pues que suele ser normal querer hacer el viaje de vuelta 😜.

Terminé mi trabajo antes de lo previsto y decidí ir al aeropuerto para ver si había posibilidad de adelantar mi vuelo.  

En cuanto llegué me di cuenta de que en el aeropuerto no había oficina de Vueling, así que me acerqué a un mostrador de facturación solicitando el cambio. La empleada, muy amable, me dijo que ella no podía hacer nada y me dio un número de teléfono para que formulara mi demanda. A partir de aquí...

  1. El teléfono de marras era el típico atendido por uno de esos horrendos bots que te hacen esperar un siglo y luego te  preguntan un millón de cosas, creo que incluso intentó saber qué número calzo y cuántos empastes tengo.  Cuando el bot se cansó de jugar conmigo me sugirió que visitara la web corporativa;

  2. La web era casi tan juguetona como el bot, y finalmente optó por indicarme que me bajara la app. (¿Desde cuándo un cliente necesita bajarse una app para hacer una pregunta?  Es el colmo);

  3. Me la bajé a regañadientes, no encontraba por ningún sitio la opción que buscaba y  después de mucho tiempo vi en un rinconcito una información que advertía que, en el caso improbable de que pudiera hacer un cambio de horario, tendría que abonar la cantidad de 200 €;

  4. Eliminé la aplicación de mi móvil, mascullé unas cuantas frases en arameo y otras tantas en sánscrito, miré el reloj para constatar cuánto tiempo me habían robado impunemente, pensé si me cortaba las venas o me las dejaba largas, maldije la facilidad que la empresa tiene para contactar con el cliente y lo imposible que resulta a la inversa, etc., etc.....y de repente vi al fondo de la sala una oficina de Iberia.
Así que me presenté en la oficina de Iberia y me atendió una amable empleada con la que mantuve el siguiente y breve diálogo:

Yo: Buenas tardes.  Como entiendo que ustedes son el hermano mayor de Vueling y Vueling no tiene oficina aquí, vengo a explicar cómo me está tratando su hermano pequeño:  me piden que cambie y les digo que sí, y ahora les pido que cambien y me dicen que no... o que pague 200 €. ¿Pero, dónde está la ética de Vueling, por favor?

Ella:  espere un momento, por favor, que voy a hacer una llamada.  

Fue solo un momento, efectivamente, y enseguida me respondió:  vaya al número diez que ya tiene su plaza reservada para el vuelo que sale ahora mismo.

Sorpresa, alegría, agradecimiento por el buen trato dispensado... y dos horas ahorradas por no tener que esperar al vuelo que compré en su día.

Y después una pequeña reflexión divida en varias partes:



  • nuestro cerebro límbico juega con nosotros si le dejamos;
  • quien no llora no mama;
  • por muy sofisticados que sean los bots no hay nada mejor que hablar con una persona;
  • cuando las personas pueden hacer algo por alguien lo hacen y además se sienten bien;
  • todas las empresas (y todas las personas) comenten errores;
  • pero no todas son capaces de reconocerlos y enmendarlos;
  • muchas empresas son sensibles al juicio que hacen sus clientes sobre el nivel de ética que subyace en sus planteamientos comerciales;
  • un solo cliente puede ayudar a que una empresa se haga estos planteamientos de tipo ético;
  • todos podemos actuar de forma similar ante cualquiera de nuestros proveedores;
  • entre todos podemos hacer una sociedad mejor.
¿Qué otras reflexiones te estás haciendo al respecto?
¿Te ha gustado este divertimento veraniego?

Muchas gracias por llegar hasta aquí 😍😍

8 de junio de 2022

La Naturaleza nos advierte... y nosotros bailando

 



Nos inundan las noticias sobre los planes que las empresas de prácticamente todos los sectores están diseñando para frenar esta terrible crisis climática que nos amenaza con consecuencias irreversibles.  En las redes sociales, los medios de comunicación, la publicidad a domicilio... nos explican cuán seriamente se están planteando contribuir a rebajar los índices de CO2 y tantas otras iniciativas plausibles.

Es cierto que muchas empresas realmente se comprometen, pero desafortunadamente aún son muy pocas para conseguir revertir la situación.  Por ejemplo, los beneficios de las petroleras siguen aumentando, y todos sabemos que si este sector de actividad tiene beneficios otros sectores tienen problemas de liquidez y  la naturaleza está sufriendo.

Juan F.  en Salida de Emergencia explica muy bien las interacciones entre el estado económico y el medio natural, reflexiones que todavía no han calado en diversos sectores. Por ejemplo,  Kate Fletcher - pionera del movimiento slow fashion - comenta respecto al sector de la moda:  "los pilares de la economía circular y sus objetivos son positivos. Pero llevado a la práctica, solo se ha conseguido perpetuar todos los males de la industria de la moda". 

No solo en el sector energético y en la industria de la moda encontramos empresas que ponen los beneficios económicos en primer término;  los regantes y las urbanizaciones turísticas de Doñana se comportan de forma parecida, las aerolíneas  intentan convencernos de que lo hacen muy bien...

Tal parece que la sociedad detesta escuchar tantas advertencias de la naturaleza y mira para otro lado:


Afortunadamente, tenemos muchos voces que intentan concienciar:

Por ejemplo, sabios reconocidos como Fernando Valladares , Antonio Turiel  y  Jorge Riechmann - por citar algunos - nos están avisando sin descanso de las dificultades que se nos avecinan, y existen numerosas iniciativas sociales como la Economía Solidaria pero parece que necesitamos mucho más tiempo del disponible para que estos mensajes calen...  

Incluso hay empresas que intentan tímidamente mitigar la crisis climática.

Si la cuestión climática se extiende también al mundo del trabajo, los efectos de divulgación se pueden multiplicar.  Se ha conocido la noticia de las manifestaciones de los trabajadores de una industria automovilística de Múnich, que han dado la voz de alarma sobre los efectos contaminantes de los componentes de los automóviles, incluido el almacenamiento de las baterías eléctricas, si no se toma en serio la investigación para paliar sus consecuencias.  

El ejemplo de la alianza entre el movimiento por el clima y los trabajadores de Múnich ofrece un ejemplo de cómo se pueden liderar las luchas en la industria del automóvil si se mantienen hombro con hombro, y, lo que es más importante, muestra cómo puede tener éxito la organización conjunta.  Un dirigente sindical de la fábrica de Múnich prometió que él y sus compañeros de lucha se encadenarían a las máquinas si fuese necesario.  Para él y todos sus compañeros de las plantas de Bosch y para todos lo que trabajan en las cadenas de producción y suministro de la industria automotriz, la lucha continúa y eso es igualmente cierto para el movimiento climático.  Por eso, al nombrar a su grupo Protección del Clima y Lucha de Clases, ciertamente, no prometieron una meta inalcanzable. (Martín Pallín, J.A., 2022: Los derechos de la Tierra. Una propuesta de Constitución).

Nos queda un rayo de esperanza.  Si a los científicos, ONG's y otras organizaciones concienciadas se empiezan a unir los trabajadores,  quizás consigamos entre todos que el mensaje tenga suficiente fuerza como para evitar el colapso.  Todos podemos poner nuestra gotita de agua para apagar el incendio.  Yo intento aportar facilitando que las organizaciones se gestionen aprendiendo de la naturaleza y de algunas otras formas que tengo a mano. ¿Quieres compartir aquí iniciativas recomendables que conozcas?  Te lo agradeceré :)

25 de marzo de 2022

Biomimética Organizacional: empresas que se asombran

 Las organizaciones biomiméticas, aquellas que aprenden de la naturaleza para optimizar su gestión y sus resultados, se fijan en numerosos ejemplos  que encuentran por doquier si son capaces de mirar con humildad, ganas de aprender y capacidad de sorprenderse.  Como el niño de esta imagen:


(Imagen: ELGUINDILLA)

Me gusta especialmente esta imagen porque "asombrarse" me sugiere varias cosas a la vez:
  • la inocencia  y curiosidad del niño;
  • su aproximación al árbol desde el respeto, sin dañarlo de ninguna forma;
  • su forma de aprovechar el regalo (sombra) que le brinda la naturaleza;
  • su  modo creativo - fuera del marco habitual - de entender el término;
  • la relación que implícitamente establece entre sentir curiosidad (asombrarse) y movilizarse para contrastar su hipótesis (¿será esto?).
Este niño simboliza muchos de los rasgos de los líderes biomiméticos, porque la capacidad de asombrarse está íntimamente ligada a la creatividad, el aprendizaje y la sensación de bienestar psíquico, lo que favorece posteriormente numerosas mejoras en el ámbito de la organización.

Si trasladamos esta idea al mundo de las organizaciones, su paralelismo puede ayudar a que nuestra empresa comience a transitar por la senda de biomímesis organizacional, una excelente forma de asegurar beneficios de toda índole (no solo económicos) y la conservación del planeta para los descendientes de todo ser vivo.

A modo de resumen:



¿Conoces alguna organización que se haga este tipo de planteamientos? ¿Te gustaría compartir tus conocimientos?  Te escucho.

14 de febrero de 2022

Biomimética Organizacional, para las organizaciones que desean aprender de la naturaleza


En este convulso siglo XXI ya no nos sirven los planteamientos consumistas del pasado, con los que hemos llegado a un punto de sobreexplotación del planeta que parece difícil poder revertir la situación.

"Difícil" no significa "imposible".  De hecho, las entidades públicas, las organizaciones y las personas se están movilizando para conseguir que paulatinamente se deje de esquilmar al planeta arrebatándole compulsivamente sus recursos y dándole a cambio miles y miles de toneladas de basura.

Las administraciones públicas ponen al servicio de los nuevos proyectos numerosas leyes y abundante presupuesto, pero por definición son lentas en decidir, lentas en implantar y lentas en recoger frutos.  Las personas están cada vez más concienciadas, pero a título personal no se consiguen resultados y la labor de agruparse, definir objetivos, conseguir recursos, etc., etc., es muy laboriosa y, por ende, los resultados son inseguros y en cualquier caso a largo plazo.

Afortunadamente, las organizaciones son más ágiles en la toma de decisiones, pueden definir más rápidamente sus objetivos estratégicos en consonancia con las necesidades del planeta (triple bottom line), pueden más fácilmente movilizar a las personas de su entorno (partícipes / stakeholders) y consecuentemente consiguen incidir antes en el derrotero que está tomando nuestra sociedad.  Y  además tienen la gran ventaja añadida de que están en todas partes, como un engranaje indispensable para que dicha sociedad funcione.  

Porque las corporaciones, por ser las instituciones dominantes del planeta, deben gestionar directamente los problemas sociales y medioambientales que afectan a la humanidad (Hawken, 1997). 

No podemos, pues, por menos que estar de acuerdo con Pauli cuando dice que nuestros esquemas de producción y consumo han quedado obsoletos y son incapaces de  responder a las necesidades básicas de todos.  Tienen que evolucionar o sustituirse por otros que prosperen en armonía con la totalidad de la vida, promoviendo la diversidad y asegurando el alimento, la vivienda, la sanidad y el sustento para todos.  Con esta conclusión en mente, dirijamos nuestra admiración y atención a la maestría adaptativa de la naturaleza. 

Tendríamos, pues, que dar un paso más: pasar de esa visión antropocéntrica (los seres humanos vamos a respetar los límites para poder salvarnos), a una visión natural o cosmovisión (los seres humanos formamos parte de la naturaleza, ergo las organizaciones forman parte de la naturaleza: comportémonos como lo hace la naturaleza). 

Esta cosmovisión se fundamenta en dos pilares: entender la naturaleza como el suprasistema en que están insertadas todas las organizaciones, y concebir a la naturaleza como modelo, medida y mentor.

 Así, Pauli sostiene que una solución a los presentes males de nuestra economía reside en comprender y aplicar la lógica ecosistémica, porque la naturaleza exhibe una auténtica economía, y una auténtica sostenibilidad, todo el tiempo. Todas las organizaciones que se están interrelacionando en ese entorno complejo deben estar subordinadas a un objetivo estratégico común: preservar el equilibrio del conjunto para garantizar la vida a largo plazo de cada una de las organizaciones y de todas en un conjunto armónico. Como dice Pauli, se parte de una premisa sencilla: servirse del conocimiento acumulado durante millones de años por la naturaleza para alcanzar cada vez mayores niveles de eficacia, respetando el medio y creando riqueza, y traducir esa lógica del ecosistema al mundo organizacional.

El modelo de organización biomimética, por tanto, tiene como leitmotiv la naturaleza como modelo, medida y mentor.

La naturaleza como modelo: La biomímesis es una nueva ciencia que estudia los modelos de la naturaleza para imitar o inspirarse en los diseños y procesos biológicos para resolver problemas humanos. En este sentido, Benyus nos exhorta a ver la naturaleza desde otra óptica, y esta es la clave: no la miremos para extraer sus frutos, manipularla, “mejorarla” o transformarla de mil modos distintos: mirémosla para aprender a comportarnos como ella, porque somos parte de la propia naturaleza. Capra lo expresa así: Crear comunidades humanas sostenibles significa, en primer lugar, comprender la habilidad inherente a la naturaleza de sustentar la vida, para después rediseñar nuestras estructuras físicas, tecnológicas y las instituciones sociales en concordancia con esa comprensión. Del mismo modo, MacIntyre  - en relación a nuestros obsoletos y destructores sistemas de producción y consumo - recomienda que nos fijemos en la maestría adaptativa de la naturaleza. 

Existen numerosos ejemplos de empresas que han incorporado a sus sistemas o procesos ideas inspiradas en la naturaleza. Benyus nos propone brillantes soluciones: fibras que imitan a las telarañas (cinco veces más fuertes que el acero y muy elásticas), células solares capaces de convertir luz en energía, una farmacopea basada en la sabiduría ancestral de los chimpancés u ordenadores inteligentes compuestos por biomoléculas.  Más recientes son aplicaciones como la robótica de enjambre, al modo de las hormigas virtuales que estudia Campo.  Incluso en el mundo de la arquitectura podemos contemplar el brillante ejemplo de Gaudí:  Tal como señalan Salas et al.,  Gaudí fue un gran precursor de la sostenibilidad y la biomimética en la arquitectura, y nos enseña que los edificios concebidos como “máquinas para vivir” ―por el gran arquitecto Le Corbusier― pueden evolucionar hasta convertirse en “ecosistemas para vivir”.

La naturaleza como medida: después de miles de millones de años de evolución, la naturaleza ha descubierto lo que funciona, lo que es apropiado y lo que perdura. La biomímesis se vale de un estándar ecológico para juzgar la corrección de nuestras innovaciones. Se trata, en primer lugar, de medir el impacto social y medioambiental que tienen las decisiones de las organizaciones, y existen diversos estándares internacionales de medidas de este tipo, como GRI y GIIN.   

De acuerdo con Epstein, esas medidas ofrecen información importante y valiosa que permite a los directivos evaluar de manera más exacta las repercusiones de los impactos que se derivan de las decisiones empresariales.  Medir esos impactos, monetizarlos e incluirlos en las decisiones gerenciales permite mejores análisis coste-beneficios, así como mejores decisiones tanto para el beneficio social de los grupos implicados como para la rentabilidad de la firma en el largo plazo. 

Existen diferentes enfoques para identificar y medir los impactos en la naturaleza de los productos, servicios y actividades de las organizaciones: costo del control y fijación de precios sombra, costo de daños, precio de mercado y valuación, fijación hedonista de precios, costes de viaje, y valuación contingente (Epstein ofrece una descripción de los principales métodos).

Tomar la naturaleza como medida significa, además, tener en consideración el valor intrínseco de la naturaleza con la que se relaciona la organización. Este valor intrínseco, también denominado valor de existencia o de conservación, es independiente del uso presente que las personas hacen de los recursos y surge a partir del sentido de gestión medioambiental relacionado con la responsabilidad para con la preservación de los recursos naturales para las generaciones futuras.  Goodstein enfatiza el hecho de que, aún si un recurso no tiene ningún valor en uso que sea claro en el presente (valor de uso) o en el futuro (valor de opción), las personas pueden estar dispuestas a preservar el recurso dado que consideran que tiene derecho a existir y debe ser protegido.  

La naturaleza como mentor: La biomímesis es una nueva manera de contemplar y valorar la naturaleza. Inicia una era basada no en lo que podemos extraer del mundo natural, sino en lo que éste puede enseñarnos. Hawken ya preconizaba que nuestro destino como personas está irremediablemente unido a lo que ocurra con todos los demás seres vivos. Vogel destacaba la afinidad de las personas por la naturaleza, mecanismo que ayuda a emerger el sentimiento de rectitud natural y superioridad moral en el modo en que la naturaleza hace las cosas. En palabras de Itamar Rogovsky,  la biomimética no solo ofrece parámetros organizacionales y provee ejemplos de lo que funciona y de lo que no, también convierte a la naturaleza en un tipo de mentor que ofrece una nueva manera de apreciarla y de considerar a la organización humana. 

Benyus explica que otros seres vivos no humanos aprendieron hace mucho tiempo que “contaminar el nido” es un negocio ruinoso, y que todas nuestras invenciones ya las descubrió la naturaleza hace mucho tiempo llevándolas a la práctica, además, de forma no costosa para el planeta. También reflexiona acerca del hecho de que los ecosistemas maduros están formados por diferentes seres que persiguen propósitos comunes (como nosotros): mantener su presencia en un sitio, sacar el máximo partido de lo que hay disponible y perdurar a largo plazo. 

Todas las aportaciones citadas tienen dos cosas en común:  1): se preocupan por no dañar a la naturaleza; 2): son antropocéntricas, es decir, existe esa preocupación porque se teme que la humanidad se vea seriamente amenazada.

Es el momento, pues, de hacer un nuevo planteamiento para que las organizaciones - las entidades más numerosas del planeta - tomen las riendas: Biomímesis Organizacional, un nuevo modelo de gestión corporativa que aprende de la naturaleza. En  el artículo Biomimetic Organisations: A Management Model that Learns from Nature puede leerse la propuesta, cuyo resumen es el siguiente:

"Since the end of the last century, different approaches for corporate management have been appearing that try to incorporate the social advances that are being produced and disseminated thanks to the greater capacity of communication available through social networks and other traditional avenues. Among the best known are Corporate Social Responsibility, Sustainability, the Circular Economy, and Collaborative Economics. All of them add value to organisations, and all of them have a common characteristic: they are anthropocentric approaches. Our proposal goes a step further: we need a worldview that is capable of placing organisations in a position of continuous learning looking at nature, because it is the best way to integrate into it as a more ecosystem and thus achieve its flowering respecting the once to all the other subsystems that make up the planet: Organizational Biomimicry. This work compares the anthropocentric vision with the worldview at the same time that it offers a guide of the essential steps so that Organizational Biomimicry is the new model of corporate management".

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Referencias:

Benyus, J.M. (2012): Biomímesis: Cómo la ciencia innova inspirándose en la naturaleza. Tusquets Editores, Barcelona.

Campo, A. et al., (2010):  Artificial pheromone for path selection by a foragingswarm of robots. Biological Cybernetics, iol Cybern 103:339–352DOI 10.1007/s00422-010-0402-x)

Capra, F. (2006): Las conexiones ocultas: Implicaciones sociales, medioambientales, económicas y biológicas de una nueva visión del mundo. Anagrama

Epstein, M. J. (2008): Making Sustainability Work: Best Practices in Managing and Measuring Corporate Social, Environmental and Economic Impacts. Greenleaf Publishing.

Goodstein, L. (1999): Meandering to the top. A personal and professional odyssey. The Psychologist Manager Journal, 3, 71-83

Hawken, P. (1997): Negocio y Ecología. Ediciones Flor del Viento

Olaizola, E. et al.: . Biomimetic Organisations: A Management Model that Learns from Nature. Sustainability 2020, 12, 2329.

MacIntyre, A., (2018): Animales racionales y dependientes. Por qué los seres humanos necesitamos las virtudes.  Paidós Básica, Barcelona

Pauli, G. (2015): La economía azul: 10 años, 100 innovaciones, 100 millones empleos. Tusquets Editores, Barcelona

Rogovsky, I. en Olaizola, E., Gil, X. (2017): Biomimética Organizacional. Ebook publicado por Atlantic International University (http://dh.hpublication.com/publication/81ca8b3c/mobile/

Salas Mirat, C., Bedoya Frutos, C., Adell Argilés, J.M. (2018):  Antonio Gaudí, precursor de la sostenibilidad y la biomimética en la arquitectura, con 100 años de antelación En: ACE: Architecture, City and Environment = Arquitectura, Ciudad y Entorno, 13 (37): 71-98, 2018. DOI: http://dx.doi.org/10.5821/ace.13.37.5348 ISSN: 1886-4805.

Vogel, S. (2000): Ancas y palancas. Mecánica natural y mecánica humana. Tusquets Editores, Barcelona.