23 de noviembre de 2023

¡Caracoles! ¡Otra de liderazgo biomimético!

 

Hace algún tiempo me percaté de que un caracol acudía a mi porche a comer.  Dicho así no tiene demasiado interés, pero lo que me llamó la atención es que no acudía en cualquier momento:  lo hacía cada día al anochecer, cuando pongo comida a los gatos asilvestrados que se presentan (solo para eso) cuando cae la tarde. El resto del día es imposible verlo.

Así que cada día contemplaba al nuevo “okupa” para ver cómo se desenvolvía entre dos grandes gatos.  No tenía problemas, se metía en medio e incluso trepaba por la cazuela de uno de los gatos para poder comer antes de que los felinos se marcharan.

Decidí premiar su arrojo y ponerle un poco de comida aparte, para que pudiera saciarse sin tener que porfiar con tamaños rivales… y enseguida entendió que le convenía más esperar en una esquina que subirse a las cazuelas de los gatos.

Desde entonces lo miro con un interés que me ha provocado la necesidad de curiosear un rato para saber algo sobre los gasterópodos.  Te hago aquí un resumen de lo poco que he descubierto (de momento) porque, como seguro supondrás, me gusta hacer paralelismos con el liderazgo biomimético:

El caracol:

  • Posee una especie de lengua provista de una rádula (órgano quitinoso que se utiliza para raspar o morder los alimentos y que cuenta con hasta 25.000 dientes agrupados en hileras);

  • la rádula se desplaza hacia adelante y hacia atrás, rasgando y triturando el alimento que está siendo consumido;

  • en muchos casos puede regenerar los dientes perdidos;

  • puede ser herbívoro, carnívoro, necrófago…

  • su capacidad de aprendizaje les permite aplicar nuevos procedimientos para acceder a los alimentos;

  • tiene unas 20.000 neuronas (nosotros alrededor de 100.000 millones), y a pesar de ello puede retener información hasta seis meses;

  • en situaciones de estrés se resiente su rendimiento cognitivo;

  • regenera su concha cada día (siguiendo la secuencia de Fibonacci, tienes abajo enlace a un didáctico vídeo);

  • cuando queda atrapado en una grieta, intenta salir (y lo consigue) torciéndose hacia la derecha / el centro / la izquierda; 

  • camina a una velocidad aproximada de un metro por hora, pero puede recorrer hasta 25 metros al día;

  • si puede, sigue el rastro de baba de otro caracol, para ahorrarse así la producción de baba y consiguiente gasto energético;

  • la baba que genera es útil para facilitar el desplazamiento, adherirse en superficies inclinadas, mantenerse húmedo, curar sus heridas, repeler a posibles depredadores como hormigas y protegerse de bacterias o parásitos.

Después de enterarme de todo esto no he podido por menos que comparar tales habilidades con las que adornan a un líder biomimético, porque pienso que pueden ser una buena guía para revisar periódicamente nuestro plan de mejora continua como líderes. Aquí tienes el decálogo:




Te dejo aquí algunos enlaces por si quieres leer algo sobre el tema:

¿Cuántos dientes tiene un caracol?

¿Son los caracoles inteligentes? Descubriendo la verdad sobre su inteligencia

 Los caracoles tienen memoria y los científicos saben trasplantarla

La inesperada velocidad de los caracoles

¿Cómo se forma el caparazón de los caracoles y de qué está hecho?

¿Cómo es la vida del caracol?

La secuencia de Fibonacci

21 de septiembre de 2023

"Blob", un increíble organismo vivo y un líder exitoso: lecciones para los negocios

 

'Blob', el enigmático organismo que 'piensa' sin tener cerebro y que es 'inmortal'. (Reuters)

En el mundo de las organizaciones solemos buscar inspiración en diferentes ámbitos de la vida para hacerlo cada vez mejor y poder tomar las mejores decisiones. 

Desde el enfoque de la Biomimética se producen avances frecuentes, algo gratificante que ayuda a diseñar numerosos productos y servicios de una forma mucho más eficiente y respetuosa con la naturaleza.

Hoy vamos a mirar algo impensable y sugerente desde el punto de la Biomimética Organizacional:  en este caso, para que el líder de una organización pueda inspirarse y mejorar sus planteamientos: vamos a descubrir un extraño ser que me ha subyugado y me ha sugerido inmediatamente un precioso paralelismo con la vida de las personas que dirigen equipos. Vamos a comparar a “Blob”, un increíble organismo vivo, con un líder exitoso que sabe respetar a la naturaleza.

Te recomiendo vivamente que leas este artículo para conocer un poco a “Blob”.  A modo de gancho, te copio el primer párrafo:  No tiene boca, ni estómago, ni ojos, pero sí puede detectar alimento y digerirlo. Tampoco tiene brazos ni patas, pero puede moverse y en un solo día duplicar su tamaño.

Y, a pesar de sus aparentes limitaciones (vistas desde nuestro enfoque antropocéntrico), es capaz de memorizar, adaptar su comportamiento, resolver problemas, buscar soluciones y transmitir su conocimiento. También sabe hibernar en momentos extremos y resurgir cuando mejoran las circunstancias.

De lo descrito en el susodicho artículo podríamos deducir que “Blob” puede servir de inspiración para que el líder potencie las siguientes cualidades:

1. Adaptabilidad y flexibilidad: La capacidad de Blob para adaptarse a entornos cambiantes es similar a la que necesita un líder para ajustar estrategias y enfoques ante desafíos inesperados;

2. Resistencia: Blob puede sobrevivir en circunstancias adversas. Un buen líder también debe hacer frente a dificultades y resistir ante la presión y la adversidad, lo que implica tomar decisiones sólidas en momentos críticos y mantener la calma bajo presión.

3. Colaboración y redes: A pesar de su apariencia simple (es un ser unicelular), se comunica y colabora con otros seres de su especie para lograr objetivos comunes.  Un buen líder debe ser capaz de construir relaciones sólidas con colegas, competidores y otros partícipes, aprovechando las redes para impulsar el éxito de la organización.

4. Sostenibilidad y respeto por la Naturaleza:  Blob vive en armonía con su entorno, sin causar daño innecesario.  Un buen líder debe adoptar un enfoque sostenible y ético en los negocios, considerando el impacto ambiental de las operaciones y buscando formas de minimizar el daño al medio ambiente.

5. Innovación y Evolución: Blob se adapta y evoluciona con el tiempo. Un buen líder debe fomentar la innovación dentro de su organización, alentando a las personas de sus equipos a pensar de forma creativa y abrazar el cambio como una oportunidad de crecimiento.

6. Resiliencia:  Blob no se deja afectar por las opiniones externas, centrándose en su supervivencia y objetivos propios.  Un buen líder debe tener suficiente confianza para tomar decisiones basadas en la visión y misión de la empresa y guiarse por su código ético, en lugar de dejarse influenciar en exceso por las tendencias o presiones externas.

En resumen, aunque pueda parecer sorprendente, hay mensajes valiosos que los buenos líderes pueden revisar estudiando al humilde Blob.  Fortaleciendo esos principios, los buenos líderes pueden construir organizaciones sólidas y sostenibles que prosperen en un mundo empresarial en constante cambio.

Te dejo aquí un interesante vídeo que explica los descubrimientos que se están haciendo acerca de Blob y los aprendizajes consiguientes para la sociedad.


Y un enlace a un punto de venta  de Blobs vivos, por si te interesara d'apprendre les bases de la biologie et de la microbiologie et de sensibiliser les enfants à la biodiversité.

25 de julio de 2023

Haz lo que puedas cuando puedas

 


En estas épocas en que nos rodea la incertidumbre por todas partes, nos preguntamos cómo y cuándo acabarán las guerras, qué ocurrirá con tantas personas privadas de sus casas y sus bienes por los  terremoto, inundaciones  y anomalías varias que asolan el planeta, cuándo dejaremos de devastar la Tierra para beneficio de unos cuantos, etc. etc., y se pone un nudo en la  garganta que nos priva del habla y nos humedece los ojos.

Generalmente no hablamos de  estas cosas, porque la familia y amigos ya están hartos de oírnos y porque en las charlas sociales entre colegas, clientes y personas de círculos más amplios no se considera de buen gusto sacar a colación según qué temas.

Pero... esta mañana he tenido la oportunidad de hablar con alguien que me presta servicios regularmente y con quien suelo mantener conversaciones triviales, y hoy me ha explicado cómo atiende a unos vecinos ancianos y aislados de la sociedad.  Ha  puesto tanta ternura en la explicación que me tenía absorta, y ha terminado su reflexión con una frase que me ha tocado el alma:  

cada vez estoy más convencida de que debemos hacer lo que podamos cuando podamos, porque la vida te lo devuelve cuando menos lo esperas; es una especie de egoísmo positivo, un "hoy por ti y mañana por mí" que siempre acaba gratificándote tarde o temprano, de una  forma u otra.

Y enlazando ideas he ido a parar a este vídeo de Francine Christophe que te va a dejar sin palabras: 

 

Es una forma muy emotiva de ilustrar el viejo dicho do ut des de los romanos, que ahora solemos traducir por win win. Estoy convencida de que funciona, porque a lo largo de mi vida he recibido apoyos totalmente imprevistos en momentos de dificultades, y siempre me he preguntado cómo es que tengo tan buena suerte... ¿o no será suerte? ¿Qué experiencias tienes al respecto?        

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Enlaces relacionados:

Personas felices               

5 de junio de 2023

El oso polar, el gorila y las manzanas

 


Había una vez un gran oso polar que vagabundeaba exhausto por su inmenso territorio buscando algo de carroña para llevarse a la boca, dado que cada vez era más y más difícil cazar alguna foca de las pocas que quedaban en la zona.  El hambre le acuciaba y su necesidad le hacía apetecer algún otro alimento desconocido de fácil acceso, nutritivo y sencillo de conseguir.  Su imaginación no paraba de dibujarle diferentes escenarios en los que cualquier oso polar podía engullir suficiente alimento para quedarse ahíto. 

A muchos kilómetros de allí, un gran gorila de montaña examinaba concienzudamente la zona en busca de hojas, tallos, brotes, cortezas, raíces, rizomas... elementos todos ellos cada vez más difíciles de encontrar porque su hábitat desaparecía a pasos agigantados.  Cada vez tenía menos fuerzas y cada vez ansiaba más que sucediese algún milagro que le ofreciera un alimento desconocido de fácil acceso, nutritivo y sencillo de conseguir.

Entonces, ¡oh milagro! un animal que también podía caminar a dos patas se apareció simultáneamente en los sueños del oso y del gorila, deleitándose con una extraña fruta que él denominaba "manzana". Masticaba lentamente, deglutía, se relamía y murmuraba extasiado: qué alegría, estoy gozando de una de las frutas más exquisitas y nutritivas del mundo.

¡¡¡¡Aaaaahhhh!!!! ¡Qué conmoción! A través de ese sueño simultáneo, el oso y el gorila conectaron sus cerebros y comenzaron a acariciar la idea de aunar fuerzas para conseguir que las apetitosas manzanas llegaran regular y simultáneamente al Ártico y a África Central. 

Pronto se percataron de que un Ursus Maritimus Mammalia  y un Gorila beringei beringei Mammalia carecían de los recursos necesarios para alejarse  demasiado de su hábitat, por lo que una expedición en busca de la manzana podría resultarles letal.

No obstante, enseguida descubrieron que aquél extraño bípedo que les hacía de nexo  era un Homo que, casualmente, ¡también era Mammalia! Ese dato les ayudó a confiar en él y decidieron contratarle como proveedor exclusivo de manzanas.

El Homo recibió el encargo con grandes muestras de alborozo, explicó que tenía experiencia manzanística desde el origen de su especie en un lugar llamado Jardín del Edén y enseguida comenzó a diseñar un plan estratégico para recolectar, almacenar, transportar y entregar grandes cantidades de manzanas en el Ártico y en África Central.

Ursus y Gorila escucharon la propuesta comercial y decidieron deliberar antes de aceptarla. Hicieron cálculos aproximados de los costes (¡horror, qué megapresupuesto!) y cayeron en la cuenta de que la cantidad total que arrojaba no tenía en cuenta que los manzanos y su entorno quedarían expoliados, envenenarían las tierras con fertilizantes fósiles para incrementar la producción, el transporte deterioraría irremediablemente todos los lugares del recorrido, obligaría a muchos Homos a trabajar esclavizados, pondría en peligro la vida de muchos animales que hasta entonces tenían los pomares como su ecosistema natural...  

Ursus y Gorila llegaron a la conclusión de  que no podían asumir tales responsabilidades y que preferían no alterar de forma tan brutal y antiética tantos ecosistemas de la madre Tierra.  Así que decidieron seguir bregando cada uno en su hábitat para seguir consiguiendo su alimento y no ser partícipes de tales desmanes. 

Y se despidieron dentro del sueño común con una reflexión compartida:  ¡Qué curioso!  Los tres animales, Ursus, Gorila y Homo, somos Mammalia... y el único que se plantea esos horribles proyectos nos ha dicho que es el Homo SAPIENS. ¿Quizás también tendrá alguna relación con el hecho de que nosotros tengamos cada vez más dificultades para encontrar el alimento que por naturaleza nos corresponde?

(Para ayudar a Ursus y Gorila a sentirse mejor con la decisión que han tomado, vamos a enviarles un poco de información científica ibérica que les apoya sin fisuras:   CSIC,  (AEET), Sibecol ).

13 de febrero de 2023

Un coach abejorro

 

La ciencia descubre maravillas de la naturaleza que nos ayudan a encontrar paralelismos entre los ecosistemas naturales y los diseñados por las personas

Jorge Laborda nos presenta, con su atractivo estilo, otra maravilla de la naturaleza: la inteligencia de los abejorros.  Estos animales despiertan antes que las flores que les proporcionan alimento, porque los animales reaccionan al calor (el calor comienza cada vez más temprano) y las plantas necesitan, además, horas de sol (que aumentan progresivamente durante la primavera, al mismo ritmo cada año).  Dado que el cambio climático hace que las temperaturas sean más altas más pronto, los abejorros se encuentran sin flores a su disposición para poder libar.

Eso podría acabar en catástrofe, pero... entra en juego la sabiduría de la naturaleza:  los abejorros practican unas determinadas incisiones en las hojas de las plantas y así consiguen que la planta florezca mucho antes.

Y no se trata únicamente de la incisión, puesto que las réplicas que han realizado los científicos no han surtido el mismo efecto.  Eso sugiere que los abejorros deben, además, introducir en la planta alguna sustancia o proceder a algún otro tipo de intervención, hasta ahora desconocidas.  En cualquier caso, el abejorro consigue que la planta florezca antes de lo programado por el número de horas de luz, asegurándose así la supervivencia.  Otro precioso ejemplo de las complejas relaciones que se establecen entre seres vivos.

A nosotros nos sirve, además, para hacer un paralelismo con el mundo de la gestión corporativa: cuando un buen líder necesita que su equipo obtenga buenos resultados (y dentro de los plazos establecidos), estudia qué se necesita conseguir (objetivos), analiza las alternativas a su alcance y decide qué tipo de intervención será la más adecuada:  en este caso, ofrecer a las personas del equipo los estímulos propicios para su floración.

Puede ser una caricia física o psicológica (como hace el abejorro), aplicación de una sustancia nutritiva (contraprestaciones de diversa índole), modificaciones de la situación actual (cambio de responsabilidades, de tareas, de procedimientos, etc.), en la forma, profundidad y frecuencia adecuadas hasta conseguir los objetivos definidos. 

Y de esta forma, el líder asegura que el ecosistema se mantenga en equilibrio, como hace el abejorro en su entorno.  Una preciosa fórmula do ut des que los buenos líderes practican dejando su huella líquida.

 Mirando a la naturaleza, el líder biomimético encuentra soluciones que han sido probadas durante años y años de ensayo y error, ¿para qué partir de cero si tenemos ante los ojos una solución que ha demostrado ser válida para todos?

Aprender de la naturaleza es una preciosa oportunidad a nuestro alcance que produce placer y garantiza la supervivencia de todos nuestros partícipes, así que desde aquí agradezco a Jorge Laborda su artículo.