2 de enero de 2025

Lentejas o adulación

Un día estaba Diógenes sentado en el umbral de una casa cualquiera y comiendo un plato de lentejas.

No había en toda Atenas comida más barata que las lentejas.

Dicho de otra manera, comer un guiso de lentejas era definirse en estado de gran precariedad y necesidad.

Pasó un ministro del emperador y le dijo:

- ¡Ay, Diógenes! Si aprendieras a ser más sumiso y a adular un poco al emperador, no tendrías que comer tantas lentejas...

Diógenes dejó de comer, levantó la vista y, mirando profundamente al adulador interlocutor, le dijo:

- ¡Ay de ti, hermano! Si aprendieras a comer algunas lentejas, no tendrías que ser sumiso y adular tanto al emperador.

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Quizás Diógenes tenga razón.  Y si yo me planteo...

  1. Sacar más partido a lo que tengo, podría sencillamente ser más feliz;
  2. No luchar por conseguir lo que no necesito, podría rebajar los niveles de tensión;
  3. Sacar provecho a lo sencillo, probablemente podría ayudarme a estar mejor.
Estas reflexiones que suelen hacerse periódicamente pueden servir para revisar nuestros comportamientos rutinarios, porque  es casi seguro que encontramos alguno mejorable. 



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