14 de septiembre de 2020

Abejas y startups

 Hay muchas formas de fundar una empresa, y en los últimos tiempos hablamos frecuentemente de las startups. También para este enfoque podemos encontrar preciosos paralelismos en la naturaleza, como no podía ser de otra forma:  esta vez, vamos a aprender de las abejas.

@Shopify  y @ThinkAndStart  definen  Startup como "una organización humana con gran capacidad de cambio, que desarrolla productos o servicios, de gran innovación, altamente deseados o requeridos por el mercado, donde su diseño y comercialización están orientados completamente al cliente".
 
Tengo para mí que las startups exitosas copian su modelo de gestión del mundo de las abejas, o, si no es así, el mundo de las abejas puede ser un buen ejemplo para quienes deseen arrancar una startup.  Veámoslo utilizando para ello un precioso artículo de  Pilar De la Rúa  y #JoséSerranoMarino, de la UMU, Las abejas también se mudan: ¿qué hacemos si eligen nuestra casa?

El enjambre constituye la forma natural de reproducción de la colmena.  En el mundo de las abejas, conforme avanza la primavera, la entrada creciente de néctar y polen merced al trabajo incesante de las exploradoras es el estímulo para que la reina ponga un número igualmente creciente de huevos, hasta 1500 o más cada día. 

El resultado de esta actividad frenética es una explosión demográfica que puede superar los 60000 individuos.  Empieza entonces a faltar el espacio en la colmena.  A este problema se añade otro estrechamente relacionado:  el control basado en feromonas que ejerce la reina para que solo ella pueda depositar huevos se debilita al aumentar la densidad de indivuos.
 
Cuando una empresa estandariza y optimiza sus procesos hasta  alcanzar altas cotas de producción en serie (como por ejemplo fábricas de neumáticos), va copando el mercado con su producto y de forma paralela se va acumulando en el planeta una serie de  residuos indeseados, además de alienar generalmente a los empleados con rigurosos procedimientos que no dejan la más mínima opción a aplicar sus habilidades de alguna otra forma.

Estos factores, y otros como la edad de la reina, son el incentivo para que algunas obreras comiencen el proceso reproductivo. Para ello toman huevos recién puestos por la reina, los sacan de la celdilla ordinaria y los depositan en celdas mucho más grandes, la “realeras”, donde la alimentación exclusiva con jalea real dará lugar a numerosas reinas vírgenes.

 En esa etapa en que residuos y personas son tratadas de forma similar - algo que sobra y/o no merece la pena sacarle más partido - algunos empleados comienzan a  interiorizar el know how corporativo que esté a su alcance y a formarse  por su cuenta en conocimientos y habilidades para poder dibujarse un futuro mejor.  También suele ocurrir que esta etapa de formación sea compartida por varios empleados, que han soñado juntos la creación de un negocio compartido.

Cuando aún se están desarrollando como larvas, estas reinas jóvenes ya emiten feromonas peculiares. Estas sustancias y otros factores de la colmena acaban “convenciendo” a la reina de que sus días de monarca única están contados. Es la hora de enjambrar.

Nuestros empleados / reinas jóvenes emiten sus feromonas peculiares: comienzan a compartir los nuevos conocimientos adquiridos y a dibujar el esbozo de su próximo futuro profesional común.

Si la climatología es favorable, la reina se sitúa en la puerta (piquera) de la colmena y haciendo uso intenso de su atracción química, llama a todas las abejas que puede. Estas ingieren rápidamente una buena cantidad de miel y polen, y en un momento determinado, generalmente a primera hora de una mañana soleada, emprenden el vuelo formando un enjambre. Habrá unas 10 000 o 20 000 abejas, que siguen a la reina hasta un lugar generalmente cercano, donde se toman un descanso y comienzan la búsqueda del lugar idóneo para fundar una nueva colonia.

Si la situación social y las condiciones del mercado son favorables, la persona que en principio hará de líder del nuevo equipo aglutina a su alrededor al resto de compañeros para conseguir un equipo compacto, de forma que cada uno de los componentes se sientan partícipes del nuevo proyecto y sean proclives a compartir conocimientos y experiencias orientadas a la nueva realidad que ya vislumbran. 
En esta etapa suele ser habitual que el nuevo equipo se instale en un local prestado, una  incubadora o algún otro lugar que facilite el arranque del proyecto ofreciendo no solo el espacio, sino apoyos de diverso tipo (económico, tecnológico, etc. en forma de préstamos blandos,  plataformas de micromecenazgo, business angels, asesoría pro bono,  etc.).

Elegir el emplazamiento adecuado es toda una demostración de comportamiento social en cuanto al proceder cooperativo y democrático. Varias exploradoras salen del enjambre y visitan lugares diversos. Después de una inspección cuidadosa de lugares candidatos (humedad, oscuridad, abrigo de vientos, entradas y salidas defendibles), regresan a la bola de abejas del enjambre.

En esta etapa, cada uno de los miembros del equipo se acerca a sus contactos profesionales, personales y familiares que puedan aportar alguna visión enriquecedora y /o algún tipo de apoyo extra, navegan en las redes, acuden a congresos y jornadas profesionales, contactan con antiguos profesores… de forma que entre todos recogen numerosos datos valiosos para decidir cómo, cuándo y dónde les conviene establecerse.

Comienza entonces la información persuasiva: la exploradora que trae una valoración discreta de un lugar mediocre ejecutará una variante especial de la famosa “danza de las abejas”, y comunicará sus impresiones poco estimulantes. La que vuelve con una valoración elevada ejecutará la danza con gran vigor y a los pocos minutos emprende el vuelo nuevamente, pero ahora seguida por un número notable de abejas del enjambre, que quieren verificar si el lugar es tan bueno como dice la exploradora entusiasta. 

La puesta en común de la información recogida es vital para poder tomar una decisión, de forma que todo el equipo escucha las nuevas que aporta cada miembro y después realizan entre todos un análisis de los datos recopilados, a fin de sopesar puntos fuertes y débiles de cada una de las opciones que se perfilan.  Normalmente se decantan por una o dos que parecen más favorables, de forma que la siguiente etapa consiste en que todo el equipo verifique la bondad de la información para poder decidir con mínimo riesgo.

Poco a poco el enjambre irá descartando sitios hasta quedar finalmente uno, que es elegido por ser el que despierta mayor interés para el mayor número de exploradoras. En el enjambre se ha generado una mayoría de abejas informadas y convencidas, y entonces todas emprenden el vuelo hacia el nuevo hogar.

En este momento es importante para el equipo que todos los miembros alcancen el consenso, puesto que van a hacer una apuesta arriesgada:  salir de la pequeña zona de confort que les alberga hasta el momento para establecerse por cuenta propia.

Entre sus reflexiones finales, los autores explican que la fobia a los enjambres se traduce en el rechazo a su presencia por parte de las personas que habitan allí donde se hayan instalado. Sin embargo, hay que recalcar que las abejas de la nueva colmena no van a picar a las personas que están cerca, a menos que sientan que algún enemigo quiere atacar su casa. Solo entonces sus habitantes saldrán a defender la colonia sin importar la vida propia.

Puede suceder que esta nueva "colmena" sufra el rechazo de "vecinos" tradicionales que ven amenazada su cómoda vida de siempre produciendo, vendiendo o consumiendo como siempre se ha hecho.  Si esos "vecinos" son inteligentes, en vez de atacar a la colmena para destrozarla harán bien en estudiar sus peculiaridades para poder amoldar sus negocios a la nueva era.  Si no son inteligentes es probable que boicoteen a la nueva empresa mediante bulos en las  redes, campañas de propaganda, desinformaciones prediseñadas y otras muchas artimañas que, afortunadamente, son conocidas por cada vez más ciudadanos concienciados y responsables.

Es muy posible que conozcas algunas startups que valgan la pena, en cuyo caso te recomiendo que les hagas toda la propaganda posible porque son el futuro de nuestra sociedad.  Y me aplico el cuento dejando aquí algunos enlaces a empresas que han seguido el proceso descrito y me gustan especialmente por lo que tienen de añadido:  ayudan a disminuir los residuos industriales que están destrozando el planeta.

·         ecoalf : elaboran prendas de vestir a partir de  viejas redes de pesca recuperadas del mar.

·        Vegea:  productos veganos a partir de restos orgánicos.

·        Gomavial:  productos industriales a partir de neumáticos.

   Saye, la firma de zapatillas veganas que planta árboles.
 
         Bioo, electricidad a partir de restos orgánicos.

Trabajar en pro de un futuro bueno para la empresa y sus partícipes y para llegar a la vez a ser una parte integrante del planeta (en vez de esquilmarlo como acostumbran las empresas "normalizadas")  es un planteamiento plausible e imprescindible en este siglo.  Bienvenidas sean.