Lo que estamos viendo ahora no será más.
"En una ocasión, una nube le dijo a un lago: eres un arrastrado, siempre lamiendo la tierra. Yo, desde lo alto, lo veo todo y tengo sabiduría de las cosas. Cuando el lago fue a contestarle, ya no estaba; se la había llevado el viento... (Mapahumano de Pueblos, Etnias y Culturas).
"En una ocasión, una nube le dijo a un lago: eres un arrastrado, siempre lamiendo la tierra. Yo, desde lo alto, lo veo todo y tengo sabiduría de las cosas. Cuando el lago fue a contestarle, ya no estaba; se la había llevado el viento... (Mapahumano de Pueblos, Etnias y Culturas).
El discurso de la nube se da frecuentemente en algunas posiciones directivas: esta nube está acostumbrada a su posición panorámica y se ha convencido de que es la mejor, si no la única, desde la que se puede divisar qué está ocurriendo.
Ha funcionado bien durante mucho tiempo, porque nos movíamos en una sociedad plácida, sin vientos que se llevaran las nubes, alteraran el ritmo de evaporación, el ritmo de las lluvias y todo el conjunto del sistema hídrico.
Ahora, afortunadamente, los directivos han aceptado (o están aceptando) que no es suficiente posicionarse en lo alto para verlo todo: los vientos aparecen, cambian de rumbo e intensidad, mueven y cambian todo lo circundante y después se calman... hasta la próxima.
Ya no sirve una posición elevada si ésta es estática: lo que estamos viendo ahora no será más. Tendremos diferentes realidades en diferentes momentos. Podemos contar con el charco o no, con la nube o no, con el viento o no. Múltiples combinaciones, la mayoría impredecibles, nos llevan a una situación en la que es necesario contar con la visión que puedan aportar todos los elementos del sistema: un buen meteorólogo recibe aportaciones de diferentes elementos interrelacionados que le ayudan a tener esa visión global y adecuada para este momento.
Y después de haber leído tanta información diferente hace su pronóstico y toma sus decisiones sabiendo que existen probabilidades de error.
Por eso la RSE está teniendo tanto éxito: una empresa que ha implantado RSE, a diferencia de la nube, es consciente de que su propia existencia depende del charco, los vientos, la temperatura.... y de que todos ellos pueden ayudar a su consolidación o desaparición. Todos esos elementos, que hemos dado en llamar stakeholders, forman parte del sistema - empresa y por tanto tienen capacidad de influir en ella de diversas formas. Gestionar estas relaciones para que resulten armónicas y aceptables para todas las partes interesadas es algo que cada vez resulta más atractivo, y se hacen numerosos estudios para demostrar la relación directa que existe entre una buena aplicación de la RSE y los resultados positivos de la organización.
Y después de haber leído tanta información diferente hace su pronóstico y toma sus decisiones sabiendo que existen probabilidades de error.
Por eso la RSE está teniendo tanto éxito: una empresa que ha implantado RSE, a diferencia de la nube, es consciente de que su propia existencia depende del charco, los vientos, la temperatura.... y de que todos ellos pueden ayudar a su consolidación o desaparición. Todos esos elementos, que hemos dado en llamar stakeholders, forman parte del sistema - empresa y por tanto tienen capacidad de influir en ella de diversas formas. Gestionar estas relaciones para que resulten armónicas y aceptables para todas las partes interesadas es algo que cada vez resulta más atractivo, y se hacen numerosos estudios para demostrar la relación directa que existe entre una buena aplicación de la RSE y los resultados positivos de la organización.
Ahora bien, si entendemos la RSE como un modelo de gestión corporativa, podemos encontrar grandísimos paralelismos con D.O. entendido como un planteamiento estratégico para la gestión del cambio en una organización.
El D.O. arranca a mediados del siglo pasado y está de rabiosa actualidad, puesto que persigue los mismos objetivos que la RSE pero le lleva bastantes años de ventaja. Observo, sin embargo, que la RSE está intentando nutrirse sobre todo en el mundo de la economía, mientras que el DO se asienta en las ciencias del comportamiento humano como base imprescindible para aplicar después todas las aportaciones de las diversas ciencias (incluídas las económicas).
Tengo la sensación de que una vez más estamos intentando inventar la rueda: ¿por qué tanto ruido con RSE si una empresa gestionada con un enfoque DO ya está posicionada en el modelo de gestión responsable tal como lo explica la RSE? ¿Será que es más fácil, más comercial, "vender" RSE? ¿Será que RSE no exige, aparentemente, una formación / experiencia tan sólida como DO? ¿Será que nuestra cultura continúa priorizando el enfoque económico sobre el enfoque humano?
A veces la mente hace piruetas divertidas: en este caso, esta situación me ha recordado el fenómeno social del Ecce Homo de Borja: la restauración es francamente mejorable, pero a pesar de ello ofrece otra realidad que también genera interés, esparcimiento y beneficio. Incluso se ha dicho que la nueva imagen está más en consonancia con el siglo XXI que la anterior.
Y no podría existir si no tuviera debajo un buen original . No hace falta escoger con cuál nos quedamos, ¿por qué no con los dos? Un DO clásico y bien formado como base de una RSE moderna, algo economicista pero atractiva y fácilmente aceptada. Y cuando queramos profundizar, siempre nos quedará la posibilidad de rascar un poco para contemplar el original...
Y no podría existir si no tuviera debajo un buen original . No hace falta escoger con cuál nos quedamos, ¿por qué no con los dos? Un DO clásico y bien formado como base de una RSE moderna, algo economicista pero atractiva y fácilmente aceptada. Y cuando queramos profundizar, siempre nos quedará la posibilidad de rascar un poco para contemplar el original...