5 de junio de 2023

El oso polar, el gorila y las manzanas

 


Había una vez un gran oso polar que vagabundeaba exhausto por su inmenso territorio buscando algo de carroña para llevarse a la boca, dado que cada vez era más y más difícil cazar alguna foca de las pocas que quedaban en la zona.  El hambre le acuciaba y su necesidad le hacía apetecer algún otro alimento desconocido de fácil acceso, nutritivo y sencillo de conseguir.  Su imaginación no paraba de dibujarle diferentes escenarios en los que cualquier oso polar podía engullir suficiente alimento para quedarse ahíto. 

A muchos kilómetros de allí, un gran gorila de montaña examinaba concienzudamente la zona en busca de hojas, tallos, brotes, cortezas, raíces, rizomas... elementos todos ellos cada vez más difíciles de encontrar porque su hábitat desaparecía a pasos agigantados.  Cada vez tenía menos fuerzas y cada vez ansiaba más que sucediese algún milagro que le ofreciera un alimento desconocido de fácil acceso, nutritivo y sencillo de conseguir.

Entonces, ¡oh milagro! un animal que también podía caminar a dos patas se apareció simultáneamente en los sueños del oso y del gorila, deleitándose con una extraña fruta que él denominaba "manzana". Masticaba lentamente, deglutía, se relamía y murmuraba extasiado: qué alegría, estoy gozando de una de las frutas más exquisitas y nutritivas del mundo.

¡¡¡¡Aaaaahhhh!!!! ¡Qué conmoción! A través de ese sueño simultáneo, el oso y el gorila conectaron sus cerebros y comenzaron a acariciar la idea de aunar fuerzas para conseguir que las apetitosas manzanas llegaran regular y simultáneamente al Ártico y a África Central. 

Pronto se percataron de que un Ursus Maritimus Mammalia  y un Gorila beringei beringei Mammalia carecían de los recursos necesarios para alejarse  demasiado de su hábitat, por lo que una expedición en busca de la manzana podría resultarles letal.

No obstante, enseguida descubrieron que aquél extraño bípedo que les hacía de nexo  era un Homo que, casualmente, ¡también era Mammalia! Ese dato les ayudó a confiar en él y decidieron contratarle como proveedor exclusivo de manzanas.

El Homo recibió el encargo con grandes muestras de alborozo, explicó que tenía experiencia manzanística desde el origen de su especie en un lugar llamado Jardín del Edén y enseguida comenzó a diseñar un plan estratégico para recolectar, almacenar, transportar y entregar grandes cantidades de manzanas en el Ártico y en África Central.

Ursus y Gorila escucharon la propuesta comercial y decidieron deliberar antes de aceptarla. Hicieron cálculos aproximados de los costes (¡horror, qué megapresupuesto!) y cayeron en la cuenta de que la cantidad total que arrojaba no tenía en cuenta que los manzanos y su entorno quedarían expoliados, envenenarían las tierras con fertilizantes fósiles para incrementar la producción, el transporte deterioraría irremediablemente todos los lugares del recorrido, obligaría a muchos Homos a trabajar esclavizados, pondría en peligro la vida de muchos animales que hasta entonces tenían los pomares como su ecosistema natural...  

Ursus y Gorila llegaron a la conclusión de  que no podían asumir tales responsabilidades y que preferían no alterar de forma tan brutal y antiética tantos ecosistemas de la madre Tierra.  Así que decidieron seguir bregando cada uno en su hábitat para seguir consiguiendo su alimento y no ser partícipes de tales desmanes. 

Y se despidieron dentro del sueño común con una reflexión compartida:  ¡Qué curioso!  Los tres animales, Ursus, Gorila y Homo, somos Mammalia... y el único que se plantea esos horribles proyectos nos ha dicho que es el Homo SAPIENS. ¿Quizás también tendrá alguna relación con el hecho de que nosotros tengamos cada vez más dificultades para encontrar el alimento que por naturaleza nos corresponde?

(Para ayudar a Ursus y Gorila a sentirse mejor con la decisión que han tomado, vamos a enviarles un poco de información científica ibérica que les apoya sin fisuras:   CSIC,  (AEET), Sibecol ).