5 de septiembre de 2016

Personas felices

¿Ser feliz, o estar feliz?

Creo que no se puede "ser" feliz pero sí se puede "estar" feliz. Desde luego que no conozco a nadie que sea feliz siempre y en cualquier caso, pero conozco a muchas personas que saben estar felices en muchos momentos diferentes.

Generalmente, la capacidad de sentir felicidad en diversos momentos de la vida está directamente relacionada con el nivel de autoestima.  Es fácil de explicar:  si tengo un nivel adecuado de autoestima, puedo dedicarme a observar cuanto ocurre  en mi interior y a mi alrededor y captar así esos momentos que me generan felicidad.

Por el contrario, si mi nivel de autoestima es bajo, tengo predisposición a dedicar mi atención y mis recursos a cuidar de mí misma (sobre todo desde el aspecto de la defensa: que no me hieran, que no me juzguen, que no me lastimen, que no me tomen el pelo, que no me malinterpreten...).  Es decir, el eje de mi interés está en la autodefensa, así que inconscientemente estoy dando a los demás el poder de hacerme sentir mal.

(Si quieres puedes leer una historia muy bonita, Cada uno da lo que tiene en su corazón)

Podríamos, entonces, observar qué hacen las personas que están felices a menudo, porque sus comportamientos pueden guiarnos para adecuar los nuestros en todas las circunstancias en que sea posible.  Y digo adecuar, no copiar, porque cada persona y cada circunstancia son diferentes de las demás.

Veamos:  Por lo general, una persona que está feliz a menudo...

  1. Considera que su entorno familiar, social y laboral es bueno.  Dice cosas como "si tuviera que vivir de nuevo esta experiencia, hacer amistad con..., elegir a mi familia,...volvería a hacerlo igual o parecido".  En líneas generales, está satisfecha del trato que le ha dispensado la vida.
  2. Considera natural esforzarse y poner lo mejor de sí, y no cree en las casualidades. Está convencida de que todo eso bueno que tiene se lo ha ganado ella misma, al menos en gran parte (por su predisposición, sus aportaciones, su forma de relacionarse, su generosidad,  su nivel de implicación, etc.) .
  3. Disfruta de las cosas.  Es normal verla encantada mirando cómo se mueven las hojas de un árbol, enfrascada en un libro, animada charlando con un amigo, implicada en colaborar con una causa social, comprometida con diversas actividades y organizaciones.... Y también disfrutando de un trabajo bien hecho y de un logro profesional.
  4. Incluso "disfruta" de un tropezón o un vaivén de la vida: le busca el lado bueno y saca conclusiones para seguir aprendiendo.  Y generalmente lo hace aplicando el sentido del humor y desdramatizando la situación.
  5. Tiene una visión bastante imparcial de sus fortalezas y debilidades, y además no le avergüenza que los demás las descubran:  considera que si los demás las conocen será más fácil poner las fortalezas al servicio de los demás (por ejemplo, del equipo de trabajo) y pulir sus debilidades con la ayuda ajena.
  6. Suele ser cooperadora. De hecho, encuentra muchos momentos felices poniendo parte de sí en pos del logro de un objetivo ajeno o compartido con otros.
  7. Le gusta definirse metas para ir mejorando.  Pueden ser metas relacionadas con el autocuidado personal, el nivel cultural, la responsabilidad social, etc., etc., cualquiera de los planteamientos que se pueden contemplar desde la nAch.
  8. Se siente apreciada por las demás personas.  En general, tiene la sensación de que los demás le están devolviendo en forma de aprecio las aportaciones que ella realiza, desde una sonrisa en un momento difícil hasta una colaboración desinteresada con el hijo de un amigo.  Es decir, acostumbra a mirar a los demás de la forma positiva en que se mira a sí misma. Aplica el refrán "siembras lo que recoges".
  9. Está convencida de que las cosas que realiza y las aportaciones que ofrece son buenas para ella misma y para los demás.  Generalmente defiende la postura ganar - ganar. (Y cuando el interlocutor no responde como ella espera, considera que no se debe dramatizar y sí seguir adelante, con esa persona o con otras).
  10. Es consciente de sus principios éticos, procura aplicarlos tan a menudo como sea posible y se siente incómoda consigo misma cuando detecta alguna incoherencia en su comportamiento. (Esto enlaza con el punto 7).
En cualquier caso, entiende que en la vida todo es relativo y que las cosas pueden verse desde muy distintas perspectivas:  no dramatizar demasiado es una fórmula excelente para disfrutar de muchos momentos felices en la vida.

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