9 de noviembre de 2021

Divertimento: una sonrisa acuática

 Hace unos pocos días tuve la suerte de dar un paseíto por la ría de Vigo para cruzar de un lado al otro y me embarqué en un catamarán blanco, limpio y atractivo cuyo aspecto prometía media hora de deleite.

Me acomodé en la cubierta (que curiosamente está descubierta, maravillas del lenguaje 😈), al aire libre,  para disfrutar del aire y del sol.

Apenas arrancó el motor comenzó  el regocijo:  una cinta grabada  -al estilo de las que ponen los aviones antes de arrancar para aleccionar a los pasajeros- lanzó al aire un breve discurso que comenzaba diciendo: 

 "el comandante de este navío y toda su tripulación..."

De acuerdo que la palabra navío puede aplicarse en el sentido de barco que sirve para conducir mercancías o pasajeros de unos puertos a otros, pero normalmente utilizamos el término para referirnos a barcos grandes, y de hecho el DLE así lo define en sus primeras acepciones. 

De modo que comencé a sonreir por la sorpresa que me causó el término.  

Pero eso solo fue el principio, porque en un barquito de esas dimensiones me resultó muy curioso que se hablara de "comandante", término que aplicamos normalmente al jefe de una armada o al piloto de un avión.... y más curioso aún que aludiera a "toda su tripulación" cuando en realidad se trataba de una sola persona que se ocupaba de  revisar los billetes de los pasajeros y lanzar las amarras para asegurar / liberar el barco en el muelle de turno.

De modo que la conseguida frase "el comandante de este navío y toda su tripulación" dio de sí para reirme un buen rato porque le vi varias interpretaciones sugestivas:

  • Copiaron tal cual el mensaje estándar de los aviones: quizás debido a una reflexión previa del tipo se estila en vehículos que transportan pasajeros, luego hagámoslo. ¿Para qué rompernos la cabeza descubriendo la rueda?

  • Decidieron que su trabajo y su estatus no desmerecía en absoluto de los correspondientes en la aviación, luego, ¿por qué no ponerlo de relieve con el lenguaje apropiado que resaltara los méritos?

  • Eran conscientes de su tamaño real y de la complejidad de su trabajo en comparación con los aviones, así que decidieron hacer a los pasajeros un guiño risueño para suscitar una sonrisa, otra forma más de hacer ameno el breve trayecto.

Desde mi punto de vista, la primera opción refleja un enfoque pragmático del trabajo.  💯

La segunda, una visión un tanto sesgada de los responsabilidades y los méritos inherentes, que en este caso puede ayudar positivamente a sobrellevar la monotonía de tantas horas haciendo prácticamente lo mismo. 💯

La tercera sugiere un espíritu burlón, positivo y juguetón que se agradece mucho en cualquier entorno laboral, puesto que estimula la creatividad y la capacidad de diversión de los trabajadores y  de los clientes. 💯

En cualquiera de los tres casos, se consiguió que -al menos yo- estuviera muy pendiente de todo el mensaje para ver si descubría otras joyas ocultas.  No fue así, pero puedo aseguraros que sé cómo proceder en caso de imprevistos en una embarcación de este tipo :)

Y, lo mejor de todo, es que aún después de haber desembarcado seguía con una sonrisa en los labios y la mente retozona.  Muchas gracias, señor comandante y señor miembro de la tripulación, los regalos inesperados se agradecen el doble :)

30 de septiembre de 2021

La sostenibilidad insostenible

Últimamente me como el coco cada vez más a menudo a propósito de los productos o servicios que consumo.  Más exactamente, a propósito de lo que las marcas  nos explican y lo que sé / intuyo al respecto.

Dos ejemplos recientes:  


una famosa marca de venta al por menor vía internet - que todos conocemos y hemos utilizado alguna vez -   ha participado en una convención virtual de ámbito nacional explicando que realiza grandes avances en materia de sostenibilidad, dotándose de una flota de vehículos eléctricos para el reparto que aumenta progresivamente para ir desechando los tradicionales vehículos a gasolina;

 una  famosa marca de refrescos anuncia a bombo y platillo todas las mejoras que ha introducido presentándolas como "una transformación estratégica de punta a punta, con la sostenibilidad como eje central". Entre otras medidas, anuncia la creación de una cadena de valor circular e inclusiva.

No sé si se trata de greenwashing o no, pero en cualquier caso todos esos avances que pregonan suscitan en los clientes preguntas relevantes cuyas respuestas pueden afectar a sus resultados, del tipo:

  • ¿Hasta qué punto es ético comprar vía internet un producto perfectamente prescindible (lo son la mayoría) sabiendo que traérmelo hasta mi casa supone un gasto energético por parte del transporte? ¿Cuánto cuesta realmente en términos de respeto al medio ambiente que una furgoneta haga un viaje solo para acercarme un paquete minúsculo?  Y eso suponiendo que no tenga que hacer dos viajes por ausencia del destinatario o que devuelva el producto, opción siempre presente que se presenta como opción en el reclamo de venta. 

  • ¿Hasta qué punto es ético esquilmar el planeta comprando un producto prescindible, que ha polucionado desde su fabricación y almacenamiento hasta su distribución "uno a uno"?

  • ¿Hasta qué punto es ético comprar un producto de "alimentación" que no aporta nada positivo a mi organismo y a cambio exige cantidades ingentes de agua, tierra cultivable, largos procesos industriales, enormes esfuerzos de almacenamiento y distribución, etc. etc.?

  • ¿Hasta qué punto es ético que yo apoye - comprando esos productos o servicios - la existencia en el mercado de marcas que, a pesar de sus esfuerzos en materia de sostenibilidad, ofrecen algo cuestionable desde el punto de vista de la salud, perfectamente prescindible y  que además es nocivo para el planeta?

  • ¿Hasta qué punto puedo considerarme corresponsable de que miles y miles de personas se queden sin trabajo si dejo de consumir esos productos/servicios?

  • ¿Hasta qué punto tengo suficientes elementos de juicio para tomar una decisión acertada?

  • ¿Dónde está el punto medio de equilibrio entre la necesidad de permitirme caprichos y el pepito grillo que me pone de relieve tantas incoherencias?

Vivimos en una sociedad desenfrenada, derrochona, egoísta, cortoplacista, con valores distraídos  y perniciosa para la salud del Planeta. ¿Cuánto tiempo más vamos a seguir viviendo así? ¿Cuántos esfuerzos personales estoy dispuesta a hacer para cambiar este terrible derrotero? ¿Cuánto tiempo puedo seguir haciéndome miles de preguntas antes de adquirir un producto/servicio sin acabar locuela perdida? ¿Dónde pongo la barrera entre lo que deseo, lo que necesito, lo que consumo?... y todas esas preguntas me sugieren otra:

¿Qué cosas podemos hacer los ciudadanos para apoyarnos unos a otros y conseguir poco a poco desterrar del mercado marcas que ofrecen sostenibilidad insostenible? 

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23 de julio de 2021

Poderoso caballero es don dinero

El discípulo, después de peregrinar por el mundo, se acercó a su maestro y le dijo:

- He conocido a mucha gente y he notado que es muy distinta la actitud de los ricos y la de los pobres hacia quienes se les acercan.  Cuando me acerco a un pobre, me abre las puertas de su casa, me pregunta cómo estoy y hasta me ofrece ayuda. 


Sin embargo, con los ricos es otra cosa.  Es muy difícil acercarse a ellos: viven en palacios, tienen guardias, y, cuando al fin uno está delante de ellos, ni nos miran y piden que sea breve, porque tienen muchas cosas que hacer.

El maestro le dijo: Acércate a la ventana.  ¿Qué ves?

- Veo a una señora con un niño. Y un coche que va al mercado.

-Bien.  Ahora ponte delante del espejo.  ¿Qué ves?

- ¡Venga ya, Maestro! Qué voy a ver, ¡a mí mismo!

- Pues ya ves: la ventana está hecha de cristal y de cristal está hecho el espejo.  Basta con poner un poco de plata detrás, y uno ya solo se ve a sí mismo y no ve a los demás.  Eso pasa con las riquezas de los ricos.

Esta preciosa alegoría es muy apropiada para la crisis que estamos viviendo, producto de la avaricia de unos pocos que están destrozando el mundo de todos, y también de la estulticia de todos nosotros que nos hemos dejado llevar por sus cantos de sirena.

A ver si con este escarmiento llamado coronavirus nos planteamos cómo vivimos, cómo derrochamos, cómo dejamos en la cuneta a millones de seres humanos, cómo martirizamos a millones de animales, cómo esquilmamos la naturaleza.... y somos capaces de vivir sin la plata que hemos colocado detrás del espejo.

Me encantaría conocer tu opinión sobre el particular, ¿te animas?  Gracias por anticipado :)

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19 de mayo de 2021

Tan lista como las hormigas

 Por razones que no vienen al caso, hace ya bastante tiempo pasé más de un mes, dos veces al día, enseñando a una persona una rutina importante para sus intereses y los míos.  Se trataba de caminar algunas calles, entrar en la estación del tren de cercanías, tomar el tren adecuado para llegar a la ciudad, caminar varias calles, bajar al metro, dirigirse a la línea adecuada, tomar el tren adecuado, bajarse en la parada adecuada, caminar varias calles y alcanzar finalmente el destino deseado.  Un trayecto largo y un tanto complicado, máxime para una persona que siempre había ido acompañada a todas partes.  

Así que, para asegurar el éxito, decidí diseñar un procedimiento ad hoc que ayudara a mi discípula a interiorizar la rutina: era muy importante que llegara a tener capacidad de moverse libremente y sin titubeos ante cada una de las decisiones que tenía que tomar durante el trayecto.

De forma que eché mano de una de tantas cosas que aprendí de los ingenieros y diseñé un procedimiento al más puro estilo ingenieril, con las  10 fases  ya citadas y sus correspondientes puntos clave.  Los puntos clave dentro de cada fase eran imprescindibles para fijar la atención en las cosas  importantes que había que hacer y en las cosas importantes que había que evitar.  Por ejemplo:

  • Tienes que ir al andén de la izquierda, porque tú eres zurda y te gusta hacer las cosas con la izquierda;
  • El nombre de la estación en la que tienes que bajar es "A", te acordarás muy bien porque rima con "a", como aquél cuento que te gustaba tanto cuando eras pequeña;
  • Para saber que ya te falta poco para llegar tienes que mirar por la ventanilla del tren y cuando veas un edificio así y asá, que se parece a xxxx (algo bonito y familiar para ella) y además unas farolas de tal y tal forma, que se parecen a yyyy y además aquél semáforo que está entre tal y tal como si fuera un zzzzz...  Y así sucesivamente para cada una de las fases.

También hacía que reparase en qué no debía tomar como referencia, como por ejemplo los coches rojos que veía, los carteles publicitarios, o cualquier otra cosa que le llamase la atención pero probablemente no estaría allí de forma permanente.

Durante la primera etapa del proceso yo iba mostrando todas las fases y sus correspondientes puntos clave para que ella los fuera repitiendo;  en la segunda etapa era ella quien los iba mencionando  uno a uno en su momento, como si ella dirigiera el recorrido, así yo podía ver el grado de interiorización de cada uno y corregir lo que fuera menester;  en la tercera y última etapa, ella hacía sola todo el recorrido y yo iba a una distancia prudencial, sin que ella lo supiera ni me viera, por si tenía alguna dificultad.

El procedimiento funcionó tan bien que aún ahora, después de muchos años, ha funcionado perfectamente después de más de un año de no aplicarlo a causa de la pandemia.

 Y aquí estoy yo, felicitándome por mi ocurrencia y dándome palmaditas por haber descubierto la piedra filosofal 😂😂😂... y de repente leo esto:

 Las hormigas tienen la habilidad de enseñar a los de su especie a través de un proceso llamado tandem running, cuyo principio consiste en que una hormiga experimentada muestra a sus compañeras (todas las hormigas obreras son hembras) el camino hacia la comida.  Se observa en la especie europea Temnothorax albipennis, la cual depende de puntos de referencia como árboles y rocas, además de rastros de olor, para recordar la ruta desde el hormiguero hasta una nueva fuente de alimento.  Para que varias hormigas puedan hallar comida, aquella que conoce el camino debe enseñarlo. La maestra corre al frente para mostrar el trayecto, pero se detiene de forma constante a esperar a su aprendiza, que avanza más despacio, al parecer porque necesita tiempo para tomar nota de los puntos de referencia por los que pasan.  Cuando la aprendiza está lista, toca a su maestra con las antenas y el recorrido continúa.  Es así como se cumplen los tres criterios de una "auténtica enseñanza":  la actividad sucede cuando la maestra se encuentra con una alumna que necesita aprender el camino, supone un afán por parte de la maestra (quien debe detenerse y esperar) y la alumna aprende más rápido que si hubiera hecho el recorrido por su cuenta. (Sverdrup-Thygeson, A, Terra Insecta  (2020) p. 37).


 ¡Glubs! Seguimos creyéndonos los reyes y señores de la naturaleza, y una hormiga -animal que pesa unos 3 miligramos y tiene un cerebro de aproximadamente un 1 milímetro cúbico- se comporta con sus compañeras como una buena profesora universitaria.  

Una vez más se constata que la naturaleza ha tenido miles y miles de años para aprender por ensayo y error. Emulémosla para ir mejorando y para comportarnos en consonancia con nuestro entorno, porque, como decía Einstein, mirar detenidamente a la naturaleza es la forma de entender todo mucho mejor.

Y estoy muy contenta de saber que soy tan lista como las hormigas 😀.

 

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13 de abril de 2021

Biomimética Organizacional: Un líder con piel de serpiente

Me encantan los ingenieros.  A lo largo de muchos años he comprobado una y otra vez que su trabajo nos ayuda a vivir de forma mucho más cómoda, segura, sencilla y gratificante.  Si no fuera por ellos nuestra calidad de vida estaría en un niveles alarmantes. 


Y ahora acabo de leer que han descubierto cómo conseguir reducir el coeficiente de fricción diseñando texturas particulares, algo muy apetecible puesto que se mejora la potencia y el desempeño de la máquina, reduce los costes de mantenimiento, aumenta la vida útil del material y los lubricantes y, en el caso de los sistemas de transporte, ayuda indirectamente al medioambiente puesto que menor fricción supone menor gasto de combustible.


Este nuevo diseño es biomimético: recogieron y estudiaron la piel  que la serpiente pitón albina deja atrás cuando hace la muda, dado que habían observado que el animal no se lastima a pesar de arrastrarse por piedras y entornos difíciles.  


Estudiaron así las propiedades morfológicas, topográficas y tribológicas (coeficientes de fricción) de las escamas que la serpiente tiene en el vientre.  En las observaciones se encontraron unas microestructuras llamadas fibrillas o denticulaciones, distribuidas de manera ordenada en forma de ondas y presentan relieves con alturas entre 40 y 60 micras, que sirvieron como patrones de referencia.


¡Qué sugerente!  Estaba leyendo el artículo y haciendo paralelismos con los comportamientos idóneos para un líder dentro de su contexto profesional 😀.  Veamos qué hace un líder que muda la piel periódicamente:

 


Tiene que moverse por diferentes entornos: No todos amigables, por supuesto.  Hay personas, reuniones, departamentos, clientes, proveedores, etc., etc. que nos gustaría evitar si fuera posible porque la relación con ellos es como mínimo dificultosa.


Si su "piel" no está bien preparada puede recibir múltiples heridas: Cuando una relación nos resulta desagradable nos sentimos como si  nos arrastráramos por terribles pedruscos puntiagudos:  nos lastima, nos da grima,  procuramos evitarla, nos centramos en atacar para contrarrestar o bien en agazaparnos para que nos hiera lo menos posible… muchas estrategias diferentes, que tienen en común dos cosas: nos apartan de nuestras metas y nos hacen sentir mal.


Un comportamiento discreto genera mejores posibilidades de acercamiento a las personas del equipo: la serpiente no se exhibe como haría un jefe que gusta de darse autobombo.  Antes al contrario, prefiere estar en un discreto segundo plano para permitir que las personas de su equipo saquen a la luz todas sus potencialidades y se sientan corresponsables de los objetivos del equipo, los celebren y fortalezcan sus vínculos.  Un buen líder hará como la serpiente: solo se mostrará cuando realmente sea necesario para reforzar a su equipo en la evitación de riesgos o la consecución de objetivos.


Acepta los problemas que le llegan:  demandas de  las personas de su equipo o del equipo en su totalidad, inconveniencias de sus superiores o clientes,  dificultades diversas… para procesarlas después lentamente y en soledad. Un buen líder "se lo traga" para poder elaborarlo después con calma, aplicando diferentes técnicas de análisis de las circunstancias que le afectan.  Es muy consciente de que la postura acción - reacción no solo no mejora la situación, sino que genera malos entendidos y también puede afectar negativamente a su bienestar psíquico.


Así que un buen líder emula a la serpiente y "muda la piel" para…


•    Permitir el crecimiento: Nuevos conocimientos interiorizados le hacen crecer como persona, ve la vida de otra forma y con más recursos. Es un proceso que no termina nunca, porque cuanto más se amplía la mirada (hacia adentro y hacia afuera) más necesidad se siente de seguir haciéndolo.  Muy enriquecedor.

•    Reparar las heridas: De esta forma puede elaborar los inputs negativos recibidos y poner en marcha  procesos de superación aplicables a estas y otras situaciones lesivas. Aprendiendo de las experiencias para mejorar el propio bienestar  y sacando conclusiones para el futuro las heridas cicatrizan antes (e incluso pueden dejar alguna señal decorativa, a modo de bonito tatuaje 😈).

•    Deshacerse de parásitos externos:  Fortalecer el arte de decir "no" y el alejamiento o superación de situaciones ajenas a su ética favorece el crecimiento y el bienestar psicológico, lo que ayuda en gran manera a consolidar su estatus de persona referente y confiable.


Y mientras está en la fase de muda, la serpiente no se alimenta, se  retira y no ve bien.  Justo lo que necesita hacer periódicamente un buen líder para ir progresando como persona y como profesional. 

 
¡Cuántas lecciones nos da la naturaleza si nos paramos a contemplarla!  Es probable que hasta ahora no te gustaran las serpientes, y que ahora comienzas a pensar que cualquier ser vivo contiene en sí abundantes demostraciones de cómo hay que hacerlo para hacerlo bien.  Como decía Einstein y yo repito a menudo, mirar profundamente a la naturaleza es la forma de entender todo mucho mejor.

Si quieres leer el artículo citado, está aquí: Una textura inspirada en la piel de serpiente reduce el desgaste de piezas industriales.

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