Ya comenté anteriormente, en una analogía sobre Atapuerca, que tenemos mucha experiencia acumulada como especie y que haríamos bien en aplicarla. Estaba pensando en nosotros como animales sociales, habituados a vivir en tribus.
Asociaba la tribu con la empresa, como organizaciones con características comunes.
Según Wikipedia, el término tribu aparece en la antiugua Roma, cuando se agremian varias bandas, o clanes,
o conjunto de personas emparentadas diferentes entre sí, pero que
tienen la necesidad de formar una comunidad y crear instituciones para
que sea posible la convivencia entre las gentes que han decidido vivir
juntas y unidas, conociendo las diferencias entre ellas y entre las
tribus.
Es una buena definición, que se puede aplicar tanto a un pueblo "primitivo" como a una banda urbana. Y, por supuesto, a una empresa.
La definición alude a conceptos importantes que hay que gestionar para conseguir el éxito:
La definición alude a conceptos importantes que hay que gestionar para conseguir el éxito:
Ha elaborado un plan de convivencia que tod@s l@s nuev@s integrantes
han de conocer y respetar: la tribu se resiente si alguien olvida afilar las lanzas de caza o adiestrar a las criaturas para trepar a los árboles, pagar las cuotas de la comunidad o mantener aseados los espacios comunes, explicar bien las utilidades del producto o utilizar ingredientes de calidad. Desde una orden monástica hasta una pandilla de ñetas tienen sus códigos de comportamiento escrupulosamente diseñados, implementados y respetados por todos los miembros de la tribu.
Ha definido un sistema de "castigos" para garantizar la observación de los mínimos pactados: cuándo se quedará sin su porción de carne o fruta, tendrá una sanción económica, será relegada a una posición menos relevante, e incluso cuándo puede ser expulsada.
También se han definido los "premios" para quienes observen las reglas: desde una porción extra de comida hasta un mejor lugar en la cueva, desde un incentivo económico hasta un reconocimiento público.
Se especifica también cómo gestionar comportamientos o personas diferentes del grueso de la tribu, o hasta qué punto se pueden admitir visiones / aportaciones diferentes.
Asimismo se ha definido qué hacer con las aportaciones de los nuevos miembros, estableciendo procedimientos para incorporar las mejoras sugeridas: desde la modificación de un comportamiento determinado hasta la inclusión del nuevo miembro en los consejos de gobierno.
Una vez más, diferentes parcelas del saber humano (antropología, psicología, paleontología, arquitectura, sociología, etc.) se entrocan y apoyan mutuamente para explicar este fenómeno que nos tiene subyugados desde siempre: el ser humano y sus relaciones interpersonales.
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