27 de noviembre de 2013

¿Es así la empresa para la que trabajas? (II de IV)

Hay muchas maneras de "ver" las organizaciones.  Además de las clásicas de toda la vida, creo que merece la pena contemplarlas desde un ángulo que resulte más o menos familiar, para que podamos reflexionar sin grandes dosis de teoría sobre cuál es el estilo de nuestra organización.

Así que aprovechamos que recientemente celebramos el aniversario del nacimiento de Foucault para buscar paralelismos entre una organización y algunas ideas de física. (No te asustes, yo no soy física, seguro que no tienes problemas en seguir mi reflexión.  Y si tú eres físic@, espero que seas benevolente).


II: Modelo Caos

Los sistemas caóticos se caracterizan por su adaptación al cambio y por su estabilidad dentro del entorno predeterminado.  Son muy sensibles a las condiciones iniciales:  al producirse sutiles diferencias en  esta etapa,  con el tiempo se van ampliando e imposibilitan la predicción a largo plazo.



Una organización modelo Caos se comporta de forma parecida a los dos péndulos dobles que hemos visto; se supone que va a comenzar su actividad de una forma ordenada y predeterminada, pero cualquier pequeña variable inicial (una nueva campaña de un competidor, una nueva ley, una nueva demanda de los empleados, una modificación en los productos del proveedor….) provoca una serie de variaciones incontroladas e incontrolables.
Llegados a este punto, la organización se llena de pánico: todo es urgente, los jefes lanzan órdenes a diestro y siniestro, las personas no saben qué hacer ni en qué orden, el nivel de estrés crece y crece y todo el mundo está inmerso en una vorágine devoradora.  Las fuerzas y los ánimos decaen paulatinamente…. hasta que llega  poco a poco el final.

El modelo Caos tiene ventajas respecto al modelo Péndulo:  al menos las personas de la organización se mueven - siquiera sea compulsivamente - y tanto movimiento a veces da en el blanco: consiguen alcanzar algunos objetivos a corto. 
Bien es cierto que esos logros suponen tanto desgaste que a medio plazo la organización está condenada. Y una de las causas de este resultado es que el modelo Caos, al igual que el modelo Péndulo, se mueve en un solo plano:  es una repetición del "más de lo mismo" en su forma más hiperbólica.  En el modelo Caos sí se responde a los estímulos externos, pero el leitmotiv es "palos de ciego".

 ¿Has detectado algo así en tu organización?

17 de noviembre de 2013

Empleabilidad de las personas mayores de 45

Os dejo aquí el magnífico artículo de Jordi Goula publicado en La Vanguardia Dinero: "Más allá de los 45 años, ¿hay vida?"



Para leerlo más cómodamente, puedes pinchar aquí

12 de noviembre de 2013

¿Es así la empresa para la que trabajas? (I de IV)

Hay muchas maneras de "ver" las organizaciones.  Además de las clásicas de toda la vida, creo que merece la pena contemplarlas desde un ángulo que resulte más o menos familiar, para que podamos reflexionar sin necesidad de grandes dosis de teoría sobre cuál es el estilo de nuestra organización.

Hace poco tiempo publiqué un divertimento que pretendía ayudar a reflexionar sobre el tema, pero algunos amigos misericordiosos me avisaron de que era bastante críptico y nada atractivo. (Ya me parecía, ya, al no recibir ningún comentario... eso significa, entre otras cosas, que tengo lectores benevolentes;  muchas gracias, amable lector).

Quino


Me acordé entonces de una preciosa frase vista   en el perfil de Joseba Agirregoikoa,  @jandoniak: I never make the same mistake twice. I make it five or six times, just to be sure.

Y aquí estoy, intentándolo de nuevo.  Ahora en cuatro entregas, a modo de fascículos.  Empezamos por el 1, que es la forma normal de empezar una cosa: 
Aprovechamos que recientemente celebramos el aniversario del nacimiento de Foucault para buscar paralelismos entre una organización y algunas ideas de física. (No te asustes, yo no soy física, seguro que no tienes problemas en seguir mi reflexión.  Y si tú eres físic@, espero que seas benevolente).


I. Modelo Péndulo

El péndulo se caracteriza por su movimiento oscilatorio: izquierda-centro-derecha-centro-izquierda…  ejecutando sus movimientos previsibles una y otra vez. Si nos fijamos en un péndulo"normal", podemos decir que el péndulo se balancea en un plano de oscilación que permanece fijo;  el movimiento de la bola y del hilo quedan confinados en un mismo plano vertical e inmóvil.   A medida que pierde energía va disminuyendo su recorrido hasta llegar a pararse.  Y si un elemento externo lo pone de nuevo en marcha, ocurre exactamente lo que ocurría antes: izquierda-centro-derecha-centro-izquierda…. en el mismo plano y hasta llegar a detenerse.



Una organización modelo Péndulo se comporta de forma parecida:  hace siempre lo mismo, de la misma forma y en el mismo entorno, sin tener en cuenta ni aceptar las múltiples variables que inciden en su vida organizativa:  se domeñan, se desvirtúan o se ignoran, porque el leitmotiv de la organización es "siempre se ha hecho así".

Y continúa haciendo siempre lo mismo… hasta que acaba paralizándose por la propia inercia.  Paralizarse puede significar perder cuota de mercado, los mejores empleados, dinero, reputación corporativa, e incluso la desaparición. 

Claro que este proceso lleva su tiempo;  incluso es muy probable que existan elementos externos que, como al péndulo, le proporcionen nuevas energías para seguir oscilando: un nuevo crédito, un nuevo ERE, una nueva negociación con los proveedores… para tomar aire antes de su extinción y seguir moviéndose en el mismo plano de siempre.

¿Has observado alguna de estas características en tu organización?

5 de noviembre de 2013

¿A quién llevarías?

“Un problema planteado correctamente es un problema prácticamente resuelto”.

 Estás conduciendo tu automóvil deportivo de dos plazas en una noche de tormenta terrible. Pasas por una parada de autobús donde se encuentran tres personas esperando:

1.                  Una anciana enferma a punto de morir.

2.                  Un viejo amigo que una vez te salvó la vida.

3.                  La pareja de tus sueños.

¿A quién llevarías en tu automóvil, habida cuenta que sólo tienes sitio para un pasajero?

 Éste es un dilema ético y moral utilizado en entrevistas de trabajo. Podrías llevar a la anciana, porque va a morir y por lo tanto deberías salvarla primero; o podrías llevar al amigo, ya que él te salvó la vida y estás en deuda con él. Sin embargo, posiblemente nunca vuelvas a encontrar a la pareja de tus sueños.

Un aspirante en una entrevista fue contratado, de entre 200 concursantes, por su magnífica respuesta ¿Quieres saber qué respondió? Simplemente contestó:

“Le daría las llaves del coche a mi amigo, y le pediría que llevara a la anciana al hospital; mientras tanto, yo me quedaría esperando el autobús con la pareja de mis sueños".

¿Te gustó la historia? Pues así es la vida, por ello debes tener siempre muy presente aquella trillada frase: “Un problema planteado correctamente es un problema prácticamente resuelto”.

(Esta historia es un regalo de mi amigo Ferran Martí)

Me gustan las historias que ayudan a plantear los problemas desde ángulos insólitos, ¿y a ti?

Te dejo aquí un enlace a un montón de moralejas :-)