19 de febrero de 2020

Cooperación intergeneracional

Ilustración de Elena Val (@elena_val_dibujos)
 El yo doy - tú recibes no consigue tan buenos resultados a medio plazo como el yo doy y recibo - tú das y recibes. ¿Qué planteamiento prefieres?

Los profundos cambios demográficos que está experimentando la sociedad española requieren un mayor énfasis en aspectos relativos a la equidad intergeneracional". Es la opinión del Banco de España reflejada en su Encuesta Financiera de las Familias.  Los datos que he encontrado son de 2017, pero lamentablemente no ha cambiado demasiado la situación.

Desde un punto de vista meramente económico sobresalen cuatro variables importantes que están perjudicando sobremanera a las personas jóvenes:

Trabajo:  una parte muy importante de los trabajos precarios son cubiertos por personas jóvenes;  ello significa que tienen todavía libertad para seguir estudiando u organizándose la vida de otras formas puesto que disponen de más tiempo libre que con un trabajo "normal", pero en contrapartida los salarios bajos coartan sus posibilidades de emanciparse y de tomar decisiones estratégicas sobre su propia vida a medio plazo;

Alquiler: El precio de los alquileres está fuera del alcance de las personas jóvenes por la sencilla razón de que sus salarios - cuando los tienen -  no les permiten salir de la casa familiar, lo que a su vez prolonga indebidamente la etapa de dependencia de los progenitores con los consiguientes efectos en la autoestima de los jóvenes;

Financiación: es evidente que el modelo financiero vigente no facilita financiación a personas que no puedan asegurar el cumplimiento de las condiciones de devolución, lo que supone que muchísimas personas jóvenes ven cerrada esta puerta para conseguir emanciparse y ser dueños de su propia vida.  Es cierto que exisen otras posibilidades utilizadas generalmente por los emprendedores (crowdfunding, micromecenazgo, business angels, etc., pero no todo el mundo puede / quiere ser emprendedor; ¿qué alternativas tiene la gran mayoría?

Ahorro:  Obviamente, sin ingresos o con ingresos escasos e irregulares no es posible ahorrar. El dinero ahorrado es un gran colchón de seguridad para situaciones de necesidad en cualquier época de la vida, también en la juventud. De modo que los jóvenes excluídos del mercado laboral "seguro" tampoco tienen esta palanca para diseñar su vida.

Si los jóvenes tienen dificultades para acceder al trabajo, el alquiler, la financiación y el ahorro, ¿qué salidas tienen a su alcance?  Son solo aspectos económicos de la situación que viven, pero desafortunadamente la economía tiene un peso capital en la sociedad en que nos movemos.

De modo que la alternativa que les queda a las personas jóvenes es permanecer en casa de los padres, o en el mejor de los casos acudir a ella en demanda de servicios como el táper, el lavado de la ropa, almacenamiento de enseres, ...  De una u otra forma, siguen dependiendo del apoyo familiar.

Una vez más, se demuestra que los vínculos emocionales son más fuertes que las dificultades que pueda presentar la sociedad. Como los elefantes, bonobos y delfines,  prestamos ayuda a las crías hasta que puedan ser autosuficientes.  Me encanta contemplar estos comportamientos altruistas propios de mamíferos evolucionados, porque demuestran lo importantes que son para asegurar la conservación de la especie.

En cambio, no tengo noticia de que los mamíferos citados, cuando han superado la etapa de dependencia, ofrezcan a sus mayores atenciones diversas en un marco win - win, o que cooperen con los adultos mientras reciben atención por parte de éstos. Puedo estar equivocada, pero creo que el intercambio intergeneracional es típicamente humano.


Ilustración de Mònica Ramoneda (@monicaramoneda)

Lo que sí se ha observado en el mundo animal es repartirse el trabajo y las responsabilidades en función de los perfiles de cada etapa vital;  por ejemplo, en el mundo de las medusas 'Nanomia bijuga', las jóvenes hacen avanzar al grupo y las adultas se responsabilizan de llevarlo al fondo en caso de peligro. (Puedes ver Biomimética: medusas como equipos de trabajo intergeneracionales).

 Las personas tenemos la posibilidad de ir más allá de la especialización en función de la edad:  somos capaces de responsabilizarnos de conseguir una vida plena independientemente de la edad de cada una de las personas del enclave familiar.

Quizás sea el momento de  replantearse el tipo de cooperación intergeneracional que se está produciendo en estos momentos:  a grandes rasgos, las personas mayores atienden de forma generosa y desinteresada las necesidades de las jóvenes sin esperar  nada especial a cambio.  En otras palabras, nos parece natural que los ascendientes carguen con todas las responsabilidades  hasta que los vástagos sean autosuficientes... y se alejen de la esfera familiar.

Este enfoque se asienta en el estilo de educació actual, basado en la sobreprotección.  En los tiempos en que los recursos económicos eran escasos resultaba normal que cada miembro de la familia aportara cuanto pudiera en función de su perfil: por ejemplo, era muy normal que los hermanos mayores se responsabilizaran de llevar al colegio a los más pequeños, los chicos ayudaran al padre en el taller o el campo y las chicas a la madre en las tareas domésticos (ay, esos sesgos de género  👫), los abuelos dieran de merendar a los  nietos y los entretuvieran mientras los padres seguían trabajando...   Incluso los niños pequeños tenían asignadas diferentes tareas, como dar de comer a las gallinas, poner la mesa o ir a comprar el pan.

En la actualidad esos planteamientos han quedado desfasados porque, en general, los padres tienen capacidad para atender las necesidades de la familia y eso les permite exonerar a los demás miembros de las responsabilidades antaño habituales.  Lo cual es magnífico si no se olvida que es bueno para las personas jóvenes tener oportunidad desde la más tierna infancia de esforzarse, cooperar, descubrir y ser proactivos (Puedes ver Valores, infancia y sociedad)

Si se enfocan así las relaciones en el seno de la  familia, las personas jóvenes que están todavía dependiendo económicamente de los padres ya tienen interiorizada la postura yo doy y recibo - tú das y recibes, en vez de limitarse a recibir. ¿Qué tal si, además de buscar trabajo, asumen alguna de las tareas domésticas, enseñan a sus mayores a navegar por las redes, a utilizar una hoja de cálculo para control de gastos, a pintar / tocar un instrumento / practicar algún arte que ellos conocen, a viajar de forma responsable como hacen los propios jóvenes, a.... ? Seguro que tú puedes alargar mucho más la lista.

 La postura yo doy y recibo - tú das y recibes admite aplicaciones en los contextos más variados, y en todos ellos consigue crear un clima que genera mayores cotas de autoestima, mayor capacidad de empatizar, mayores niveles de creatividad y mayores aportaciones al bien común. Y seguro que a todos nos encantaría que nuestra juventud dispusiera de tales tesoros para enfrentarse a esa vida incierta que le espera en los inciertos años de este siglo, ¿verdad?


Dibujo de Edgar  Bic Art

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