30 de septiembre de 2021

La sostenibilidad insostenible

Últimamente me como el coco cada vez más a menudo a propósito de los productos o servicios que consumo.  Más exactamente, a propósito de lo que las marcas  nos explican y lo que sé / intuyo al respecto.

Dos ejemplos recientes:  


una famosa marca de venta al por menor vía internet - que todos conocemos y hemos utilizado alguna vez -   ha participado en una convención virtual de ámbito nacional explicando que realiza grandes avances en materia de sostenibilidad, dotándose de una flota de vehículos eléctricos para el reparto que aumenta progresivamente para ir desechando los tradicionales vehículos a gasolina;

 una  famosa marca de refrescos anuncia a bombo y platillo todas las mejoras que ha introducido presentándolas como "una transformación estratégica de punta a punta, con la sostenibilidad como eje central". Entre otras medidas, anuncia la creación de una cadena de valor circular e inclusiva.

No sé si se trata de greenwashing o no, pero en cualquier caso todos esos avances que pregonan suscitan en los clientes preguntas relevantes cuyas respuestas pueden afectar a sus resultados, del tipo:

  • ¿Hasta qué punto es ético comprar vía internet un producto perfectamente prescindible (lo son la mayoría) sabiendo que traérmelo hasta mi casa supone un gasto energético por parte del transporte? ¿Cuánto cuesta realmente en términos de respeto al medio ambiente que una furgoneta haga un viaje solo para acercarme un paquete minúsculo?  Y eso suponiendo que no tenga que hacer dos viajes por ausencia del destinatario o que devuelva el producto, opción siempre presente que se presenta como opción en el reclamo de venta. 

  • ¿Hasta qué punto es ético esquilmar el planeta comprando un producto prescindible, que ha polucionado desde su fabricación y almacenamiento hasta su distribución "uno a uno"?

  • ¿Hasta qué punto es ético comprar un producto de "alimentación" que no aporta nada positivo a mi organismo y a cambio exige cantidades ingentes de agua, tierra cultivable, largos procesos industriales, enormes esfuerzos de almacenamiento y distribución, etc. etc.?

  • ¿Hasta qué punto es ético que yo apoye - comprando esos productos o servicios - la existencia en el mercado de marcas que, a pesar de sus esfuerzos en materia de sostenibilidad, ofrecen algo cuestionable desde el punto de vista de la salud, perfectamente prescindible y  que además es nocivo para el planeta?

  • ¿Hasta qué punto puedo considerarme corresponsable de que miles y miles de personas se queden sin trabajo si dejo de consumir esos productos/servicios?

  • ¿Hasta qué punto tengo suficientes elementos de juicio para tomar una decisión acertada?

  • ¿Dónde está el punto medio de equilibrio entre la necesidad de permitirme caprichos y el pepito grillo que me pone de relieve tantas incoherencias?

Vivimos en una sociedad desenfrenada, derrochona, egoísta, cortoplacista, con valores distraídos  y perniciosa para la salud del Planeta. ¿Cuánto tiempo más vamos a seguir viviendo así? ¿Cuántos esfuerzos personales estoy dispuesta a hacer para cambiar este terrible derrotero? ¿Cuánto tiempo puedo seguir haciéndome miles de preguntas antes de adquirir un producto/servicio sin acabar locuela perdida? ¿Dónde pongo la barrera entre lo que deseo, lo que necesito, lo que consumo?... y todas esas preguntas me sugieren otra:

¿Qué cosas podemos hacer los ciudadanos para apoyarnos unos a otros y conseguir poco a poco desterrar del mercado marcas que ofrecen sostenibilidad insostenible? 

----

Entradas relacionadas:

Modelos de negocio: de la calabaza a la macedonia

 Valores, ética y genética

Reciclando el cerebro mediante valores

Empresas de esclavos: barato, barato 

Un código ético no asegura comportamientos éticos 

Creativos culturales: ética y valores 

Empresas éticas 

Moral, generosidad y ciudadanía 

Objetivo: salvar un planeta agonizante

¿Y tú, qué comes? 

 

10 comentarios:

  1. Elisa Lopez-Mateos1/10/21

    Buen artículo!!

    ResponderEliminar
  2. Charo Onieva1/10/21

    Unas preguntas que duelen de sólo formularlas

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es cierto, tenemos muchas preguntas doloorosas que hacernos... Muchas gracias por tu interés, Charo :)

      Eliminar
  3. Hola Edita, yo pensé lo mismo al oír sus ponencias.
    Buenas reflexiones.
    Yo añadiría otra: ¿Hasta qué punto es inteligente comprar sólo vía internet teniendo comercio de proximidad? Aparte de impactar negativamente al medio ambiente contribuimos a que nuestras ciudades pierdan vida

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Edita Olaizola1/10/21

      No puedo estar más de acuerdo, Mentxu, y es algo que practico siempre que puedo.
      Muchísimas gracias por leer el artículo :)

      Eliminar
  4. Amaia Larrea1/10/21

    En esta sociedad en la que vivimos y al ritmo que va, la palabra #sostenibilidad se está haciendo más compleja cada vez...
    Interesante artículo, como siempre, de @EditaOla

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Edita Olaizola1/10/21

      No puedo estar más de acuerdo, Amaia. Muchas gracias por leer el artículo y por aportar tu valioso punto de vista :)

      Eliminar
  5. Antonio9/10/21

    Muy bueno Edita, muy bueno. Has dado en el clavo: los productos y servicios. Esa es la nueva frontera y no va a ser facil. Gracias por ser tan honesta. Besos.

     

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias a ti por tus cálidas palabras, tu cercanía y tu bonhomía, Antonio :)

      Eliminar