Me encantan los ingenieros. A lo largo de muchos años he comprobado una y otra vez que su trabajo nos ayuda a vivir de forma mucho más cómoda, segura, sencilla y gratificante. Si no fuera por ellos nuestra calidad de vida estaría en un niveles alarmantes.
Y ahora acabo de leer que han descubierto cómo conseguir reducir el coeficiente de fricción diseñando texturas particulares, algo muy apetecible puesto que se mejora la potencia y el desempeño de la máquina, reduce los costes de mantenimiento, aumenta la vida útil del material y los lubricantes y, en el caso de los sistemas de transporte, ayuda indirectamente al medioambiente puesto que menor fricción supone menor gasto de combustible.
Este nuevo diseño es biomimético: recogieron y estudiaron la piel que la serpiente pitón albina deja atrás cuando hace la muda, dado que habían observado que el animal no se lastima a pesar de arrastrarse por piedras y entornos difíciles.
Estudiaron así las propiedades morfológicas, topográficas y tribológicas (coeficientes de fricción) de las escamas que la serpiente tiene en el vientre. En las observaciones se encontraron unas microestructuras llamadas fibrillas o denticulaciones, distribuidas de manera ordenada en forma de ondas y presentan relieves con alturas entre 40 y 60 micras, que sirvieron como patrones de referencia.
¡Qué sugerente! Estaba leyendo el artículo y haciendo paralelismos con los comportamientos idóneos para un líder dentro de su contexto profesional 😀. Veamos qué hace un líder que muda la piel periódicamente:
Tiene que moverse por diferentes entornos: No todos amigables, por supuesto. Hay personas, reuniones, departamentos, clientes, proveedores, etc., etc. que nos gustaría evitar si fuera posible porque la relación con ellos es como mínimo dificultosa.
Si su "piel" no está bien preparada puede recibir múltiples heridas: Cuando una relación nos resulta desagradable nos sentimos como si nos arrastráramos por terribles pedruscos puntiagudos: nos lastima, nos da grima, procuramos evitarla, nos centramos en atacar para contrarrestar o bien en agazaparnos para que nos hiera lo menos posible… muchas estrategias diferentes, que tienen en común dos cosas: nos apartan de nuestras metas y nos hacen sentir mal.
Un comportamiento discreto genera mejores posibilidades de acercamiento a las personas del equipo: la serpiente no se exhibe como haría un jefe que gusta de darse autobombo. Antes al contrario, prefiere estar en un discreto segundo plano para permitir que las personas de su equipo saquen a la luz todas sus potencialidades y se sientan corresponsables de los objetivos del equipo, los celebren y fortalezcan sus vínculos. Un buen líder hará como la serpiente: solo se mostrará cuando realmente sea necesario para reforzar a su equipo en la evitación de riesgos o la consecución de objetivos.
Acepta los problemas que le llegan: demandas de las personas de su equipo o del equipo en su totalidad, inconveniencias de sus superiores o clientes, dificultades diversas… para procesarlas después lentamente y en soledad. Un buen líder "se lo traga" para poder elaborarlo después con calma, aplicando diferentes técnicas de análisis de las circunstancias que le afectan. Es muy consciente de que la postura acción - reacción no solo no mejora la situación, sino que genera malos entendidos y también puede afectar negativamente a su bienestar psíquico.
Así que un buen líder emula a la serpiente y "muda la piel" para…
• Permitir el crecimiento: Nuevos conocimientos interiorizados le hacen crecer como persona, ve la vida de otra forma y con más recursos. Es un proceso que no termina nunca, porque cuanto más se amplía la mirada (hacia adentro y hacia afuera) más necesidad se siente de seguir haciéndolo. Muy enriquecedor.
• Reparar las heridas: De esta forma puede elaborar los inputs negativos recibidos y poner en marcha procesos de superación aplicables a estas y otras situaciones lesivas. Aprendiendo de las experiencias para mejorar el propio bienestar y sacando conclusiones para el futuro las heridas cicatrizan antes (e incluso pueden dejar alguna señal decorativa, a modo de bonito tatuaje 😈).
• Deshacerse de parásitos externos: Fortalecer el arte de decir "no" y el alejamiento o superación de situaciones ajenas a su ética favorece el crecimiento y el bienestar psicológico, lo que ayuda en gran manera a consolidar su estatus de persona referente y confiable.
Y mientras está en la fase de muda, la serpiente no se alimenta, se retira y no ve bien. Justo lo que necesita hacer periódicamente un buen líder para ir progresando como persona y como profesional.
¡Cuántas lecciones nos da la naturaleza si nos paramos a contemplarla! Es probable que hasta ahora no te gustaran las serpientes, y que ahora comienzas a pensar que cualquier ser vivo contiene en sí abundantes demostraciones de cómo hay que hacerlo para hacerlo bien. Como decía Einstein y yo repito a menudo, mirar profundamente a la naturaleza es la forma de entender todo mucho mejor.
Si quieres leer el artículo citado, está aquí: Una textura inspirada en la piel de serpiente reduce el desgaste de piezas industriales.
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Apreciada Edita: Gracias por enviarme el artículo “Biomimética Organizacional: un líder con piel de serpiente”. Es muy instructivo y es una buena técnica recurrir a la enseñanza de humanos mediante los ejemplos de la naturaleza, tal y como tú pones en valor en este artículo. De hecho, muchos de los “inventos” del género humano ya estaban en la naturaleza, aunque los humanos no se habían percatado (ejemplo, los humanos sólo pudimos volar con éxito en el siglo XX; los pájaros, desde que existen y desde un momento después de nacer). Por otro lado, sorprende la agudeza de tu análisis de un líder, tal y como lo planteas, de seguro fruto de tu experiencia, estudios y vivencias. La mayoría de los humanos hacen la asociación: líder = dictador. En cambio, para ser líder se precisa de las cualidades y calidades que mencionas e incluso más, sin poderse garantizar el éxito de la conducción a pesar de detener estas cualidades y calidades, y además ejercerlas. En mi opinión, el balance de liderar a otras personas en proyectos concretos, salvo excepciones, es de encontrarse frente a elementos levantiscos que, sólo en momentos puntuales y usualmente utilizando métodos sicológicos, se logra conducirles, ni que sea parcialmente, hacia el objetivo propuesto. Por razones naturales, cuando se esvanece el elemento sicológico de control, el líder observa que, usualmente, tiene delante una masa informe de enemigos y personal desafecto. Esta es la fase que en tu artículo denominas como de “muda”, en la que con la autorreflexión y el análisis muy crítico de lo vivido, el conductor puede prepararse para mejorar en el siguiente envite. Gracias por ser tan amable de enviar estos artículos tan provechosos. Un cordial saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias a ti, querido Miguel, por tus interesantes reflexiones y por tu cálida compañía. Un abrazo
EliminarJamás me lo había planteado en esos términos! Gracias por regalarnos esta pregunta, Edita.
ResponderEliminarMe gustaría contribuir con preguntas, pues cada cual tendrá su respuesta: ¿Dónde está la fricción en la que puede influir el líder? ¿Dentro de sí mismo, de sus compañerxs, de su entorno... del tren en el que va? ¿Cuál es su alcance y de qué depende?
Un fuerte abrazo!
Muchas gracias por tus aportaciones, Adrián :)
EliminarLa serpiente toma la decisión de cambiar la piel porque su cuerpo ya no está bien dentro de ella. La persona Líder debe escuchar / escucharse también para saber cuando ha llegado ese momento. El querer acomodarse en la zona de confort hace que muera por asfixia.
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EliminarMuy de acuerdo con tu comentario, Josi, y muy agradecida por tu interés y tu compañía :)
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