9 de noviembre de 2024

La mente busca la magia. Necesita creatividad

No es la primera vez que escribo "a cuatro manos" con mi buen amigo Iosu Lazcoz. Hace unos días, en una de esas distendidas charlas que solemos tener, le comenté algo que me pasó por la cabeza recientemente:  él es biólogo y habla sobre Psicología, yo soy psicóloga y hablo sobre Biología 😄.

Iosu lo enlazó enseguida con la creatividad, y yo concuerdo con él al 100%.  De hecho, a menudo utilizo una frase de Yuval Noah Harari que reza "La curiosidad es la materia prima de la innovación", otra de Edward de Bono ("La creatividad y la simplificación se complementan enormemente.  Es preciso hallar nuevas formas alternativas de hacer las cosas") y una tercera de Sara García Alonso que aprecio sobremanera por su trayectoria profesional y porque me gusta escuchar a mujeres valiosas: "La curiosidad es un combustible que nos aproxima a destinos lejanos".

Así que, después de haber intentado demostrarte de qué forma feliz discurren nuestras mentes, paso a plasmar aquí el artículo de Iosu:


La mente busca la magia. Necesita creatividad.

Antiguamente, el ser humano estaba más pegado a la naturaleza; la observaba y aprendía de ella; tenía varios dioses terrenales. Los antiguos cazadores recolectores dependían de su conocimiento de la naturaleza para poder sobrevivir. No se podían permitir el lujo de divagar ni de filosofar. Pero hubo un momento en la historia en el que todo cambió. No sabría decir cuál, pero el ser humano empezó a crear mitos y leyendas para transmitir enseñanzas vitales, y también a crear religiones que intentaran explicar lo complejo de la psique humana así como para dotarla de sentido. El mundo sumergido de nuestro inconsciente siempre ha sido un misterio para el Homo Sapiens.

Dentro de ese mundo mágico, el ser humano siempre ha intentado encontrar explicaciones más o menos plausibles a lo que le pasaba. El desarrollo de nuestro neocórtex fue matando lentamente toda la magia y adoración que nuestros ancestros tenían por la madre tierra; la progresiva racionalización de la sociedad ha ido en contra de todo a lo que dábamos importancia en el pasado. El pensamiento mágico ha construido tantas realidades como las ha destruido, sin embargo, aniquilarlo solo traerá una época de oscuridad y confusión.

La tierra era considerada antaño como algo a lo que adorar, mientras que hoy se la cataloga como algo a lo que ordeñar.

Pensamientos irreales

El ser humano siempre ha sido un ser soñador. Uno que ha necesitado alejarse de la realidad cotidiana para soñar con un mundo mejor. La mente humana es capaz de generar 60.000 pensamientos diarios, de los cuales muchos serán reales y otros tantos creaciones propias. No se sabe cuál es el motivo por el que conectamos con determinados pensamientos y recuerdos, pero nuestra mente es un compendio de conexiones axón-axón, axón-dentrita y dentrita-dentrita. Este es nuestro código. Uno que es construido en base a nuestras experiencias y a nuestra imaginación. Existe un actor en nuestro cerebro que algunos neurocientíficos han llamado "El intérprete". Este reacondiciona lo que realmente pasó para autoprotegernos y no dañar nuestra autoestima. Incluso, se inventa recuerdos que nunca sucedieron para que salgamos muy favorecidos en la foto.

Con tantos pensamientos diarios; con una red neuronal tan imbricada; con tantas interacciones con el medio y con las personas de manera constante; se construye un equilibrio dinámico en nuestra mente. La calidad de las interconexiones, experiencias y aprendizajes determinará nuestra salud mental; la calidad de nuestros pensamientos construirá realidades ficticias o realidades sólidas.

El ser humano es un ser social y trascendente

El ser humano es un compendio de material inorgánico y orgánico. Somos polvo de estrellas y en polvo nos convertiremos. Miramos hacia ellas en una búsqueda incesante de algo superior a nosotros mismos, pero en nuestra arrogancia suprema, nos creemos por encima de las estrellas y el medio ambiente; en un alarde de ceguera voluntaria y de soberbia absoluta, nos creemos por encima de todo, incluida la propia naturaleza.

Muchas de las técnicas psicológicas de aumento de bienestar tienen como nexo común el contacto con la naturaleza de manera frecuente. Reconectar con nuestro pasado cazador; volver a establecer una relación simbionte con la naturaleza es un debe que se asienta en la humildad y en no creernos más de lo que somos. El "Homo Sapiens" debería rebautizarse como "Homo Economiccus". Porque si la conquista del espacio acarrea la destrucción de la tierra, de nada sirve; si el dinero es el eje sobre el que gira la vida del primate humano, dejaremos de mirar las estrellas para mirar algo más mundano y estéril: nuestro bolsillo.

No nos podemos sentir que somos una raza aparte del medio ambiente; no podemos pensar que somos alienígenas dentro de nuestro propio planeta. Todo está conectado: nuestras redes neuronales son una representación micro de las redes que gobiernan las relaciones entre las distintas especies que habitan nuestro planeta. Somos uno integrados en un todo. Un acción de una hormiga influye sobre lo que podamos pensar y hacer en el otro extremo del planeta. Las consecuencias de todo lo que está descubriendo la física cuántica nos son todavía desconocidas, pero acentúan la interconexión que existe entre el ser humano y la naturaleza y entre distintos seres humanos. Vivimos en una malla de conexiones y códigos.  Romperlos nos traerá consecuencias nefastas.


Iosu Lázcoz Iso

18 de septiembre de 2024

Divertimento: El desposorio de Don Dinero y Doña Natura

 

Espero que te guste tanto como a mí la obra teatral "La Venganza de Don Mendo"  - la considero una pieza maestra para sonreír un rato -  y de tanto en tanto la disfruto 😍.

Así que he decidido tomar prestado un fragmento y utilizarlo para hablar del lavado verde que practican muchas empresas, añadiendo al final mi reflexión  con una bagatela que se me ha ocurrido. (Espero que seas benevolente, es solo un divertimento).

Este es el fragmento que he escogido de la obra, y me voy a centrar en las reflexiones de doña Ramírez:

 NUÑO (padre) .—

Y don Pero hablóme
y afable y rendido tu mano pidióme,
y yo que era suya al fin contestelle;
y él agradecido besóme, abrazóme,
y al ver el agrado con que yo mirelle
en la mano diestra cuatro besos dióme;
y luego me dijo con voz embargada:
Dígale, don Nuño, que presto mi espada
rendiré ante ella, que presto iré a vella,
que presto la boda será celebrada
para que termine presto mi querella…
Conque, Magdalena, tu suerte está echada,
mi palabra dada y mi honor en ella;
serás muy en breve duquesa y privada;
no puedes quejarte de tu buena estrella

 

MAGDALENA (hija) .— Gracias, padre, gracias.
NUÑO.— Noto tu alegría.
MAGDALENA.— Haré lo que ordenas.
NUÑO.— De tu amor lo espero.
MAGDALENA.— Puesto que lo quieres, seré de don Pero.
NUÑO.— Serás de don Pero. (La besa.) Adiós, hija mía. (Se va por la puerta de la derecha.)
MAGDALENA.— (Aterrada, dejándose caer sin fuerzas en una silla, digo sin fuerzas, porque si se deja caer con fuerza puede hacerse daño.) Ya escuchaste lo que dijo;…

Doña RAMÍREZ.—
Claro está que escuché,
y sólo a fuerza de fuerzas
me he podido contener,
que tal temblor dio a mi cuerpo,
tal hormiguillo a mis pies,
que no sé cómo don Nuño
no lo advirtió, no lo sé.
¡Casarte tú con el Duque
siendo amante del Marqués!…
¡Ser esposa de don Pero
la que de don Mendo es!…
¡Si el marqués lo sabe!…

Doña RAMÍREZ.—
Pues lo mandan, es razón
que sea muda, ciega y sorda,
pero me da el corazón
que aquí se va a armar la gorda.


¡Cuánto me identifico con el razonamiento de Doña Ramírez!  Aceptamos a menudo comulgar con ruedas de molino sabiendo que nuestra pereza y nuestro egoísmo nos pueden llevar a la catástrofe;  como dice Doña Ramírez (que se detiene a pensar sobre las consecuencias de aceptar las cosas sumisamente ), "aquí se va a armar la gorda". 

Así que respondo a  Don Nuño de la siguiente guisa:

Pues héteme aquí

que disfrutándola estaba

y mi mente espoleaba

como enorme borceguí, 

pues de repente entendí

la recóndita soflama

que algunas firmas proclaman

hasta hacerme percibir

lo negro cual verde, ¡intento vil!


Espero haberte provocado una sonrisa que acompañe a una reflexión sobre qué podemos hacer para que Doña Natura no tenga que desposarse con Don Dinero 😉. Y si enriqueces mi bagatela poética será muy divertido y te lo agradeceré.  

Gracias por llegar hasta aquí :)

20 de junio de 2024

Postcrecimiento: una oportunidad de oro

 

La UE ha decidido incrementar los aranceles a los coches eléctricos chinos, decisión que lógicamente ha provocado la inmediata reacción de China: poner el foco en las importaciones de cerdo europeo.  Te dejo aquí algunos datos.

Hace mucho tiempo que España tiene un gran negocio con la ganadería industrial porcina, que exportó  en 2023  por encima de los 9.000 millones de euros.  Alcanzar esa cifra supone "gestionar" unos 34 millones de cerdos, e incluso otras fuentes hablan de 56 millones. No puedo precisar las cifras exactas de kilos ni de euros, pero en cualquier caso salta a la vista que estamos hablando de un inmenso negocio.

Se trata de un grave problema recurrente que tenemos los países enriquecidos: los intereses económicos por encima de todo.

Hace tiempo que sabemos que la ganadería intensiva es responsable de altísimos niveles de contaminación del agua, genera múltiples gases que incrementan el efecto invernadero, deja yermos los suelos, favorece la deforestación, etc., etc.  Te dejo aquí un artículo ilustrativo de National Geographic  sobre el gran impacto que produce en la Tierra esta práctica nefasta.

 Y todo ello sin contar con el sufrimiento que se infringe a animales sintientes, puesto que hace tiempo que sabemos que los cerdos tienen numerosas capacidades cognitivas, inteligencia y capacidad de sentir emociones, como bien explica Elena Lara de la Casa.  Se nos olvidó también la ética 😟.

En resumen, el famoso poema de Quevedo Poderoso Caballero es Don Dinero goza de excelente salud y nos importa un ardite  todo lo demás, que queda en un discreto segundo o tercer plano... si alguna vez se toma en consideración.

¿Seguro?

Afortunadamente, hace algún tiempo que la ciencia nos advierte del terrible derrotero que la sociedad ha tomado, nos avisa de las consecuencias que sufriremos a corto plazo  y pone de manifiesto las que ya empezamos a sufrir. Te recomiendo escuchar a Fernando Valladares , uno de los científicos más didácticos y comprometidos con el medio ambiente. También son interesantes las reflexiones que hace Antonio Turiel sobre el posicionamiento al respecto de la sociedad española. 

Ahora, además de las exhortaciones de los científicos, tenemos una llamada de atención clara y urgente: el mercado avisa de lo que nos puede ocurrir en términos económicos si seguimos adelante con nuestro modelo de negocio porcino.

¿Por qué vamos a seguir en ello si estamos destrozando el planeta (problemón para las generaciones futuras) y ponemos en peligro nuestra capacidad económica (problemón para la generación actual)?  

¿Qué tal si nos tomamos la advertencia china como un estímulo extra para comenzar a pensar en cómo organizarnos en esta nueva etapa que se comienza a tildar de "postcrecimiento"? Una sociedad que transita del derroche y el despilfarro hacia un modelo más  respetuoso con la madre Tierra y todos sus habitantes - incluidos, obviamente, los animales humanos - : es urgente que comencemos a planificar cómo conseguir el sustento de tantas personas que se quedarán sin trabajo cuando cerremos el "negocio" porcino, cómo recuperar a la mayor brevedad la salud de las tierras maltratadas, cómo pergeñar nuevos oficios, nuevas ocupaciones, nuevas formas de reintroducir la ética en nuestra sociedad, etc. etc.  Una ingente y urgente labor que necesita la implicación de todos nosotros.

A veces, una mala noticia es el aviso de una nueva y mejor realidad. Tenemos a la vista una oportunidad de oro para apostar por el postcrecimiento.

.....

Sugerencias de lectura: 


2 de febrero de 2024

¿Lo necesito?

 Permíteme que ponga un sencillo ejemplo de un comportamiento concreto que nos sirva para reflexionar sobre nuestro modo de vida:

Imagen: Leonardo AI
Tal como acostumbro a hacer cuando tengo un rato libre entre sesiones de trabajo en una ciudad cualquiera, el otro día entré en un establecimiento especializado en maquillaje de uñas. Es una forma sencilla, cómoda y estética de hacer tiempo sin patear las calles ruidosas ni tomar otro café más a lo largo del día 😊

Y mientras la empleada hacía su trabajo yo curioseaba el local:  muy amplio, con varios puestos de trabajo, mucha iluminación artificial, muchííííííísimos frasquitos de esmalte de todos los colores posibles, máquinas para esterilizar las herramientas de trabajo, para secar las uñas pintadas, para mantener cálido el local…

Como el protagonismo lo tenía obviamente el  esmalte, he estado curioseando un poco para enterarme de su composición.

 Estamos hablando de PFAS (perfluoro alquilos y polifluoroaquilos), así como otros ingredientes presentes en la pintura de los automóviles (el trío tóxico:  ftalato de dibutilo, tolueno y formaldehido).  Sé que existen también esmaltes “ecológicos”, pero son muy difíciles de encontrar y además no hay garantías de que realmente son lo que dicen ser.

He leído que Nueva Zelanda prohibirá los “químicos de siempre” en productos de belleza, y que la EPA de USA considera que el esmalte de uñas es un desecho doméstico peligroso.

Además, existe el riesgo de que su uso habitual provoque cánceres, problemas hormonales e intestinales, y el uso de secadores de uñas de luz ultravioleta pueden dañar el ADN.

En líneas generales, podríamos decir que este hábito conlleva:

  • Posibles riesgos para la salud humana;
  • Necesidad de grandes cantidades de agua para su fabricación;
  • Cantidad de recipientes de usar y tirar;
  • Contaminación por parte de los laboratorios que elaboran los productos;
  • Contaminación por el transporte desde los laboratorios a los establecimientos que los utilizan;
  • Contaminación del entorno al desembarazarse del esmalte;
  • Gasto de energía, agua, químicos para limpieza, etc., etc., de cada local;
  • Degradación del medio ambiente.

Y todos esos desastres tienen como finalidad que yo me vea bonitas las uñas unos pocos días.

¿De verdad necesitamos tantas y tantas cosas que no nos benefician y en cambio están ocasionando diversos males al Planeta?  ¿Por qué nos hemos ido olvidando de vivir una vida sencilla, evitando tanta sofisticación inútil y dañina? ¿Por qué las personas urbanitas nos consideramos con derecho a polucionar y esquilmar los recursos finitos cuando a la vez hay tantas personas en entornos rurales y en países sobreexplotados que tienen problemas para garantizarse una vida digna? ¿Por qué olvidamos tan a menudo que solo somos uno más de los animales que conviven en una tierra común?

¿De verdad lo necesito?