7 de enero de 2013

La sonrisa de los brazos cortos

Muchas veces un toque de humor explica mejor que cualquier otra cosa una idea  más o menos filosófica, como la mía tan recurrente de  "una mirada diferente puede ayudar a avanzar". 
He encontrado una perla de Tip y Coll guardada en los archivos de TV2 que os dejo aquí y que lo ilustra muy bien:




Los geniales Tip y Coll demuestran, una vez más, que las cosas se pueden ver desde diferentes perspectivas y que la perspectiva que elijamos condiciona nuestro posicionamiento ante el hecho.

En este caso, Coll da por supuesto que  lo normal es aceptar la banqueta que le ofrece Tip.  Ni siquiera se cuestiona que pueda haber otro tipo de banquetas más ajustadas a sus necesidades, o que podría buscar otras alternativas:  tocar de pie, pedir prestada una silla a un espectador, pedir a Tip que haga de silla, apilar objetos hasta la altura deseada, enviar a alguien a buscar su propia banqueta...

Como da por hecho que eso es así, no hay nada que plantearse.  Lo único a su alcance en ese momento es intentar adaptarse él a esa realidad. 

Así que contempla la situación desde dos vertientes simultáneas:

Necesita ayuda del interlocutor (¿Me puedes subir el piano?) No se percata de que su petición puede poner en un brete a su compañero, de que acceder a su petición alargaría innecesariamente el proceso e incrementaría los costes, de que el resultado final sería precario (cuando menos) y de que la actividad tendría muchas posibilidades de fracasar.  Y todo eso sin mencionar el desasosiego y malestar que puede producir involuntariamente en su interlocutor, lo que puede perjudicar el marco de sus relaciones interpersonales posteriores.

Infravalora sus propias posibilidades (he traído los brazos cortos) y ello produce de inmediato su actitud de impotencia y dependencia. Desde este posicionamiento es muy difícil ejecutar correctamente una tarea, no digamos ya lograr un objetivo a medio plazo. Y además está reorganizando sus neuronas de una forma tal que tendrá más facilidad para establecer conexiones de fracaso que conexiones de éxito. 
Parece claro que en esta situación estaría muy bien la intervención del responsable del equipo para acompañar al pianista en ese proceso de mejora que le lleve a la autosuficiencia, la automotivación y el desarrollo profesional.  Y que una adecuada planificación de dicho responsable evitaría situaciones como ésta, permitiéndole además colocarse en su posición de huella líquida.  

En resumen:  una mirada diferente puede ayudar a avanzar.  Y dos miradas más aún, porque en este video la primera mirada nos lleva a la sonrisa y la segunda al análisis.  Como dice Henri F. Amel, "mira dos veces para ver lo exacto; mira una sola vez para ver lo hermoso".

2 comentarios:

  1. Mar Sanz29/12/15

    Me ha parecido muy bueno lo de "las dos miradas" ante una misma situación, y el parlelismo que estableces con roles dentro de la organización es fantástico.
    Mar Sanz

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    1. Muchas gracias, Mar, seguro que entiendes que me gusta tu mirada :-)
      Sigue mirando mis artículos, por favor :-)
      Un abrazo

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