Reproduzco aquí un fragmento sobre Leonardo que publiqué en el artículo ¿Es así la empresa en la que trabajas? (y IV):
En el siglo XV, Leonardo Da Vinci, el primer científico moderno, ya partía de una visión sistémica de la vida cuando decía que todo está interconectado y que lo importante no es la materia sino las relaciones. Y estaba tan convencido que llamaba "abreviadores" a quienes dividen el mundo en partes o en bloques, a los reduccionistas de su tiempo.
Me gusta especialmente una reflexión suya en la que compara la Tierra con el cuerpo humano: el agua es la sangre, la carne es la tierra, los huesos son los estratos de las rocas, y hasta la subida y la bajada de las mareas se corresponde con el pulso del corazón.
Capra une sus propios y ricos conocimientos a los de Da Vinci y nos dice que hemos pasado de ver el mundo como una máquina a verlo como una compleja red; no hay sustancia material ni bloques sólidos, esos son conceptos newtonianos. Lo que tenemos es una red de relaciones entre procesos, una interacción fundamental que ocurre constantemente a todos los niveles, hasta en los más elementales. (Una interesante entrevista a Capra aquí)
Traigo a colación estas ideas porque en la población de Sant Cugat del Vallés se está talando el bosque de Volpelleres, situado en el casco urbano, para emplazar un instituto llamado - oh ironía - "Leonardo da Vinci". En honor a la verdad, el instituto se elevará en la linde del bosque, no en su interior. Pero para edificarlo y para dotarlo también de otros equipamientos, el ayuntamiento ha decidido talar numerosos árboles en esta primera fase. (Hay planificadas fases sucesivas con más equipamientos urbanos para los que necesariamente habrán de talar unos 10.000 m2 más de bosque).
A mayor abundamiento, este bosque está muy próximo a una autopista por la que los coches que
circulan generan tanto CO2 que el ayuntamiento ha solicitado se modere la velocidad del tránsito. De hecho, se ha instalado un ordenador que mide los niveles de contaminación a 200 metros del bosque talado. Como dice Carlos Sánchez Pereyra, "I love my Smartcity". Pura coherencia.
Ante las quejas de numerosos vecinos que tienen claro el papel crucial del bosque como ecosistema, la alcaldesa Mercè Conesa ha respondido textualmente que "ya tenemos muchos árboles".
La alcaldesa y su concejo dicen que se reparará el estropicio plantando otros árboles en otros lugares. Es algo tan sencillo como mover piedras, las quito de un lugar y las traslado a otro. Como dice Marta Tafalla, los seres vivos no se acaban en el límite de su cuerpo, sino que su identidad se desarrolla en complejas redes de interrelaciones. Muy en línea con los descubrimientos del doctor en Biofísica Stefano Mancuso.
Esta idea de que los árboles son "cosas" para utilizar según convenga hace tiempo que resulta evidente en el modelo de gestión de este ayuntamiento, puedes ver también La doble cara de una ciudad inteligente , y hay otros destrozos recientes en diversas vías urbanas.
Por favor, firma la petición de parar este desastre en Change.org . No importa si vives en Sant Cugat del Vallés, en Buenos Aires, en Ushuaia o en Tromsø, estamos hablando de salvar un ecosistema; ya sabes, si matas una parte del sistema Tierra, todo el sistema se resiente. Seguro que entre todos podemos lograr que los abreviadores vayan ampliando su mirada hasta aceptar las evidencias científicas que se están trabajando en el siglo XXI.
Desde la estela de Leonardo, todas las personas que queremos a la naturaleza agradecemos de antemano tu colaboración.
¡¡Cómo somos los humanos...!!ñ
ResponderEliminarSólo nos acabaremos de entender cuando entendamos la Naturaleza...
si hay interés claro...
Por aquí suelo ver muchos árboles talados y queda el tocón...
y de ellos brota todavía la savia...
y en los troncos apilados ves cómo la savia brota a borbotones...
Es triste...
Creo que en todas partes pasa lo mismo, como bien dices no entendemos a la Naturaleza... y ya estamos empezando a pagarlo.
EliminarSuerte que todavía hay personas sensibles y responsables como tú.
Muchas gracias por tu interés, Amaia, te deseo lo mejor