Un equipo chup chup

Guiso chup chup = guiso excelente

Recientemente he tenido una jornada de trabajo con un equipo chup chup, como denomino a aquél que está cociendo lenta y amorosamente para conseguir un plato de primera: una delicada combinación de aromas, sabores, texturas y colores,   que arrebatan los sentidos del comensal y hacen agradecer a los dioses el placer de poder disfrutar de este pinguedine terrae.

El equipo chup chup que nos ocupa es un departamento de Recursos Humanos que tiene al frente  una persona muy concienciada con su responsabilidad de mejora continua,  tanto personal como profesionalmente. Se mueve en un entorno difuso - cosa bastante habitual hoy en día - y cuenta con un equipo variopinto, producto de diferentes fusiones, adquisiciones, absorciones, adecuaciones y varias más "ones". 

Cada miembro del equipo tiene su propia versión de los objetivos corporativos y departamentales, que a menudo distan de los objetivos personales;  sus experiencias previas apenas les han permitido interiorizar el significado del concepto "equipo"; trabajan a presión y frecuentemente haciendo de bombero; y todo ello en un clima de frecuentes quejas y reivindicaciones.

La persona responsable de este equipo está transitando desde el estilo de gestión arrastrar al estilo inspirar.  Y decidió ponerse en un discreto segundo plano para dar oportunidad a su equipo de que se conocieran, se reconocieran, pusieran en valor y agradecieran todas las aportaciones individuales, reflexionando también sobre cómo podrían trabajar en común basándose en todos esos tesoros ahora incorporados al equipo.

El equipo llegó a un acuerdo preliminar sobre cómo van a trabajar en equipo, aceptando un compromiso explícito de aportaciones individuales subordinadas al objetivo común de mejorar, consolidar y fortalecer su estilo de trabajo en equipo. Y todo ello enmarcado en el servicio a su cliente interno, la plantilla de la organización.

Una exquisita combinación de materias primas selectas que ahora comienzan a hacer chup chup.  Tienen el éxito garantizado a medio plazo, y no sólo desde el punto de  vista de la gestión corporativa, sino también desde su propia realización como personas y profesionales.

A partir de ahora, la persona responsable de este equipo chup chup comienza a aportar las gotitas de agua necesarias para asegurar el proceso, alejándose paulatinamente del protagonismo "activo":  se está especializando en dejar su huella líquida en este equipo que tiene la suerte de encabezar.