Como explica Daniel Christian Wahl en Designing Regenerative Cultures, la función más amplia de la ética, su imperativo ecológico, se extiende más allá de las preocupaciones antropocéntricas a la preocupación biocéntrica por la evolución continua de la vida.
Me intereso por este autor porque tiene una visión holística enraizada en la ética, y creo firmemente que sin ética no se pueden hacer en la actualidad los planteamientos a futuro que necesitamos urgentemente como sociedad.
El propio Fritjof Capra opina que el libro de Wahl es una valiosa contribución a la importante discusión sobre la visión del mundo y el sistema de valores que necesitamos para rediseñar nuestros negocios, economías y tecnologías, (de hecho, toda nuestra cultura), para que sean regenerativos en vez de destructivos.
En esta época de incertidumbre que nos ha tocado vivir (y no será porque no nos hayan avisado nuestros científicos) tenemos una preciosa oportunidad de pararnos a pensar para decidir si queremos seguir esquilmando la Tierra para hacer negocios (y de paso hundir en la miseria a millones de animales humanos y no humanos), si queremos empecinarnos en el más de lo mismo, el eterno "volver a la normalidad" después de cada catástrofe. (Te dejo aquí un artículo de Daniel Innerarity, Aprender de la crisis) que explica muy bien nuestro posicionamiento.
Esta crisis se me antoja especialmente inquietante porque se da una circunstancia nueva: China,
como potencia emergente, se está adueñando del mercado y consecuentemente de nuestro próximo modus vivendi: copan la producción mundial, están a la cabeza en investigación y desarrollo, sus estrategias de penetración en la cultura occidental le están dando enormes frutos... y todo ello no sería especialmente preocupante si no fuera porque estamos hablando de un país que nos ha demostrado hasta la saciedad que está reproduciendo fielmente el modelo consumista occidental, que su modelo de relaciones éticas es muy diferente del nuestro y que no considera prioritario en absoluto ocuparse de la emergencia climática.
como potencia emergente, se está adueñando del mercado y consecuentemente de nuestro próximo modus vivendi: copan la producción mundial, están a la cabeza en investigación y desarrollo, sus estrategias de penetración en la cultura occidental le están dando enormes frutos... y todo ello no sería especialmente preocupante si no fuera porque estamos hablando de un país que nos ha demostrado hasta la saciedad que está reproduciendo fielmente el modelo consumista occidental, que su modelo de relaciones éticas es muy diferente del nuestro y que no considera prioritario en absoluto ocuparse de la emergencia climática.
Tal como vamos, más pronto que tarde nuestra cultura habrá sigo engullida por el coloso y estaremos a su merced tanto las personas como la Naturaleza.
Nos queda la esperanza de que últimamente comenzamos a escuchar a los científicos (ojalá no sea demasiado tarde), pero necesitamos a la vez que la sociedad tome el protagonismo que ha ido dejando en manos de políticos incompetentes y cortoplacistas. Necesitamos rediseñar nuestra cultura.
¿Cómo se hace eso? Obviamente no tengo la solución, pero lo que sí tengo es la certidumbre de que cada uno de nosotros podemos poner nuestro famoso granito de arena para facilitar la labor de los expertos y agilizar la transición hacia una nueva cultura del respeto en todas sus acepciones.
Y cada uno de nosotros tenemos a mano cuatro potentes herramientas:
- Educar a las generaciones jóvenes entre todos, y no me refiero solamente a padres y maestros, sino a todos nosotros mediante el ejemplo que les demos con nuestros comportamientos, puesto que ahora es más cierto que nunca el dicho hace falta un pueblo entero para educar a un niño. (puedes ver Valores, infancia y sociedad).
- Potenciar en nosotros mismos y en los demás el sentido de la responsabilidad (puedes ver Derechos, responsabilidades y bien común).
- Hacer una revisión personal de nuestros hábitos de consumo y compararlos con personas más desfavorecidas económica y socialmente (puedes ver ¿Qué tal si procurara no tener tanto para que los demás pudieran tener algo?).
- Meditar detenidamente a qué políticos vamos a confiar nuestro voto: asegurándonos tanto como nos sea posible de que tienen los conocimientos necesarios para comprender la complejidad de la problemática, responsabilidad suficiente para buscar soluciones a largo plazo (dejando en segundo término la preocupación por mantener el puesto durante otra legislatura), humildad para aprender constantemente y capacidad de trabajar conjuntamente en pro del bien común global, porque ahora ya sabemos que lo que ocurre en una zona geográfica repercute en todas las demás.
Seguramente se te ocurren más herramientas, en cuyo caso no dudes en añadirlas a la lista... porque esta es una tarea, una ingente tarea, que hemos de realizar entre todos. ¿Te animas?
Muy bien expuestos los problemas hacia los que nos encaminamos como ovejas. Nadie se da cuenta de lo que va a suceder con el COLOSO CHINO y sus sistemas eticos tan capitalistas que poseen, y que nos los van a implantar, ya que somos una sociedad narcotizada con el consumismo y la falta de moral existente. Somos un buen campo de cultivo para este GIGANTE.
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo con tu punto de vista, amable lector/a :) Muchas gracias por acompañarme
EliminarMuy bien Edita. Preparémonos para reflexionar en común lo que es imprescindible concebir para echar a andar construyendo escenarios cuidadores y nutridores de vida.
ResponderEliminarJusto eso es lo que necesitamos: escenarios cuidadores y nutridores de vida. De toda clase de vida, no solo la humana a costa de destrozar al resto. Muchas gracias por tu valiosa aportación, Alicia :)
EliminarSí, preparémonos, y por señalar aspectos positivos de China, allí emergió el Tao, la medicina tradicional china y el Ching...
ResponderEliminarOjalá nos invadan con esos planteamientos, no con el consumismo... Muchas gracias, Ana :)
EliminarMi duda estriba en cómo lograr que las 1000 familias más ricas del mundo pasen de su actual pasión criminalo por poseer y explotar a una compasiva y sana vitalidad regeneracionista, colaborativa, que les lleve a deshacerse de sus tan anhelados patrimonios. Porque me pongo en su pellejo y os digo: por encima de mi cadáver.. Porque son personas con una mente desapegada del mundo y sus criaturas las que toman decisiones, organizan las desigualdades sociales, los ecocidios, la violencia estructural del presente. Y lo hacen con todas sus capacidades racionales y materiales.
ResponderEliminarSon estas familias las que entienden la guerra como un negocio. Detrás de una Multinacional o un Partido Político, hay personas sin escrúpulos, dudo que susceptibles de aprender ética, mucho menos de ponerla en práctica.
Sólo un cambio drástico en las reglas del juego impuesto por los pueblos alienados, divididos y atemorizados podría arrebatarles sus indignos botines. ¿Sería posible una revolución así? ¿Qué consecuencias tendría ese proceso "por la fuerza"?
Creo que estamos en los albores de una nueva visión del mundo y que la ética se irá abriendo paso. Soy consciente de que será un camino largo y difícil y de que posiblemente no lleguemos nosotros a ver los resultados, pero debemos empezar ya. Y personas que reflexionan como tú son imprescindibles.
EliminarMuchass gracias por tus aportaciones y tu compañía, Viktor :)
Es la Revolución del Amora y la Consciencia
ResponderEliminarSuena precioso, ojalá lo logremos entre todos.
EliminarMuchas gracias, Anahí :)
Me ha gustado mucho, Edita. Es que, ya sabes, no puedo estar más de acuerdo y poniendo -como tantas personas anónimas- mi granito de arena.
ResponderEliminarUn abrazo grande, eres luz (energía y claridad)
Me consta que pones muchos granitos de arena, Julián, y te agradezco sobremanera tu apreciación. Muchas gracias por estar ahí :)
EliminarMuy buen artículo. Yo tengo otros puntos de partida: los valores son un resultado de procesos de larga duración, como dicen los historiadores. Sobre unos cimientos míticos del inicio del pensamiento occidental se han construído valores judeo cristianos y de allí arrancan las opciones que tenemos y que son una sociedad más igualitaria y compasiva con individuos que responden a su conciencia. Antropólogos dixit sobre pensamiento mítico y su permanencia...
ResponderEliminarSin esos cimientos no hubiéramos llegado hasta aquí, pero todas las grandes construcciones tienen que revisar sus cimientos cada X siglos y ahora nos toca a nosotros comenzar esa tarea...
EliminarMuchas gracias por tus reflexiones y tu compañía, Lila :)
Buena reflexión Edita, sumaría también la puesta en valor de "lo local" quizá ha llegado el momento de relocalizar, pensando en la sostenibilidad de lo proximo y el cuidado de lo común que más cerca tenemos. Comprando cbollas australianas y vistiendo camisetas fabricadas en Bangladesh es dificl introyectar un modelo sostenible que vea al vecino. Gracias por este espacio
ResponderEliminarNo puedo estar más de acuerdo, Francesc; de hecho formo parte del consejo de Greenpeace que ahora está lanzando una campaña en ese sentido :)
EliminarMuchas gracias por ampliar el foco y por tu cálida compañía :)
Y aparte de formar en las escuelas a los niños tb tendrían que ir profesionales a las empresas y formar a los adultos.
ResponderEliminarLa gente es muy vaga para leer y documentarse pero si van a sus centros de trabajo y les explican podremos más rápido empezar a reparar el medio ambiente.
De hecho hay muchos consultores como yo que hacemos esa labor de "polinizar" en las empresas, pero hacen falta muchos más polinizadores.
EliminarMuchas gracias por tu sugerencia y tu interés, Elisa :)
Para educar hace falta toda la tribu. Igual por eso ahora mismo la cosa no funciona.
ResponderEliminarEs másque probable, David. Muchas gracias por tu interés y tu compañía :)
EliminarEdita, como bien dices, es un trabajo de todos y para todos; debemos empezar dando ejemplo en nuestro entorno más cercano confiando que vaya calando en la sociedad y llegue un momento en que ésta sea capaz de crecer en valores como la honestidad y el cuidado del medioambiente.
ResponderEliminarOjalá si nosotros no, nuestros hijos puedan ya ver los resultados.
Un abrazo
Muy agradecida por tu compañía y tus comentarios, Isabel :)
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