Dos esclavos del visir han recibido la orden de "preparar" nuevos eunucos para custodiar a las mujeres del serrallo. Uno de ellos es ducho en el asunto y mantiene con el otro el siguiente diálogo:
- Es muy sencillo, solo tienes que inmovilizar al esclavo y triturarle los testículos machacándolos entre dos piedras.
- Pero eso puede ser muy doloroso, ¿no?
- No, si tienes cuidado de no pillarte los dedos entre las piedras.
Este viejo
chiste me viene a veces a la memoria cuando pienso en qué está haciendo esta
sociedad a las vacas (aunque podríamos hablar de muchos más animales, claro): no tenemos
ningún reparo en torturar a los animales si el objetivo es conseguir leche en
la mayor cantidad posible y de la mejor calidad posible.
Eso sí, la
tortura ha de ir envuelta en capas y capas de conocimientos apropiados para demostrar que somos especialistas en
aplicar procedimientos que garanticen que el serrallo está bien custodiado para
satisfacción del visir; digo, que la sociedad esté controlada para que siga
consumiendo grandes cantidades de leche y satisfaga así los propósitos de los
empresarios del sector lácteo.
El triturado testicular se llama ahora bienestar animal. Una vaca esclava está
sometida a constante estrés físico y emocional, es decir, sufrimiento crónico; por lo general pasan horas y horas encerradas
cuando no atadas y prácticamente inmovilizadas;
es casi imposible que tengan contacto entre ellas, se les taladran las
orejas, en ocasiones se les amputa el rabo, se les cuelgan pesados y ruidosos cencerros si se les es permitido
salir al prado… y todo ello para mejor control de la producción. Sí, has leído bien, de la producción. Exactamente
igual que la fabricación de bicicletas, pongamos por caso: todo "procedimentado",
medido, controlado, verificado y con trazabilidad, para asegurar la calidad
deseada del producto final.
Ahora que la
sociedad está cada vez más concienciada de los abusos que perpetramos contra
los animales no humanos, el consumo de leche está cayendo constantemente. Así que el sector lácteo ha decidido
convencernos de que esa máquina de la que se obtiene leche está tratada con
criterios científicos de bienestar animal.
Por ejemplo, Sandra
Montejano, responsable de Industria
Agroalimentaria y Distribución de AENOR,
nos explica en el artículo Bienestar animal y leche
de pastoreo: garantías para el consumidor que
en el Protocolo Welfare Quality® se han definido
cuatro principios: buen alojamiento, buena alimentación, buena salud y
comportamiento apropiado. Dentro de estos principios, se han identificado 12 criterios: ausencia de hambre
prolongada, ausencia de sed prolongada, confort durante el descanso, confort
térmico, facilidad de movimiento, ausencia de lesiones, ausencia de
enfermedades, ausencia de dolor causado por el manejo, expresión de la
conducta social, expresión de otras conductas, buena relación hombre-animal y
estado emocional positivo. Al ser medidas basadas en el propio animal, el
protocolo se puede utilizar en los distintos sistemas de cría o marcos
normativos ya que, será el propio animal, el que muestre su estado.
Seguramente para cumplir con ese protocolo se viola
a la vaca repetidamente para preñarla, cuando pare le retiran la cría
a pesar de que los mamíferos establecemos fuertes vínculos
madre-hijo, si la cría es macho se
destina al matadero y si es hembra a ser esclava como su madre; la leche que debería ser para el ternero se
extrae por procedimientos mecánicos como quien aprieta un tornillo, y tantos
otros aspectos de bienestar animal
que la longevidad de las vacas esclavas es de unos cinco años cuando en la
naturaleza viven unos veinte.
Antoni
Dalmau, de la Unidad de
Bienestar Animal , Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries (IRTA)
y David Verano, Gerente Agroalimentario de AENOR, nos
explican en Buenas
prácticas para el bienestar animal que el nuevo esquema de certificación de AENOR de Bienestar Animal tiene
por objetivo asegurar que los animales cuentan con una buena alimentación,
buen alojamiento, buen estado de salud y un comportamiento apropiado para las
necesidades de su especie (Pues menos mal, ¿qué sería de ellos sin estas
buenas prácticas?).
También detallan que el Bienestar Animal debe
ser uno de los pilares de la producción ganadera ya que, además de la
necesidad de dar respuesta a una legislación cada vez más exigente, la
aplicación de unas buenas prácticas en esta materia tiene un impacto directo en la calidad del producto.
Asimismo, influye en la reducción de
los costes de producción, haciendo
posible modelos más eficientes y sostenibles, conseguir una mayor
concentración de la energía disponible del animal en producción con la
reducción de la intensidad y frecuencia de las respuestas de estrés, grandes
consumidoras de energía. Parece que estemos leyendo un procedimiento para el mantenimiento
de una máquina de la planta de producción.
Este planteamiento fabril
no ocurre solo en España: mira lo que están haciendo en Rotterdam.
Parece claro que este enfoque se basa ¡todavía! en
recomendaciones diversas de la Biblia tomadas al pie de la letra.
Wagensberg lo explica muy bien:
Afortunadamente, la sociedad va avanzando poco a poco; La
RAE ha incluido en nuestro diccionario
el término ‘especismo’,
después de una campaña social en Change.org. Así se define la «discriminación
de los animales por considerarlos especies inferiores».
En este sentido, Pablo
Herreros Ubalde nos explica que muchos etólogos comparten cada vez más la idea de que
los seres humanos, como
tenemos una consciencia más amplia de la naturaleza, tenemos la responsabilidad
de cuidar de otros animales y que vamos concienciándonos cada vez más. Creo que este cambio de
rumbo está más ligado a la ética en general que al respeto a la naturaleza en
particular. El gran filósofo Jesús
Mosterín ya nos ponía el dedo en la llaga:
Afortunadamente, la juventud está más concienciada cada día
y aprovecha la tecnología disponible para divulgar su parecer y hacernos
reflexionar.
Te dejo aquí unos buenos
ejemplos de la mano de Víctor
Ciurana: Pascual certifica
el maltrato animal Lácteos
di que no Palma
reacciona a la industria láctea,
una imagen muy didáctica sobre la diferencia existente entre la realidad y la publicidad
Y una opinión reconocida, la de Juan José Millás : Si ha notado usted que los lácteos le saben a presidio, aquí tiene la respuesta.
¿Cuál es tu
parecer sobre el particular?
Terrible!!
ResponderEliminarYo no consumo leche desde hace años
Un abrazo!!
Gracias a ti, me imaginaba que estás en el grupo de los "respetuosos" con los animales :)
EliminarEs un tema interesante, estos días pasados lo hablamos mientras cenábamos. Y es un tema que da para muchas reflexiones. No solo las obvias. Gracias por compartir.
ResponderEliminarGracias a ti, Esteban :)
EliminarApreciada Edita: Es muy triste la manera en que se trata a los animales, dicho sea en conjunto. Como dice bien el científico Jorge Wagensberg a quien citas quizás debería concordarse una enmienda al texto de la Biblia del libro de Génesis capítulo 1, versículo 28. Sin embargo, también podría ponerse en valor que la misma Biblia contiene otros textos que exhortan a los humanos a tratar bien a los animales.
ResponderEliminarPor ejemplo, en el libro de Proverbios escrito por Salomón, en el capítulo 12, versículo 10, dice: “El justo está cuidando del alma de su animal doméstico, pero las misericordias de los inicuos son crueles”. En la Torá se prescribe que el sábado, día semanal de descanso, también los animales debían descansar (libro de Exodo, capítulo 23, versículo 12); incluso, si un animal tenía algún problema o enfermedad en día de sábado, los humanos debían de socorrerle a pesar de ser día de descanso (evangelio de Lucas, capítulo 14, versículo 5). Por otro lado, este libro sagrado para muchos, prescribe que los humanos deben dar un trato considerado a los animales, pudiéndose citar como ejemplo que no debían sobrecargarse las bestias de carga (Exodo 23:5); debía dejarse que el buey comiera mientras trillaba grano (Deutoronomio 22:10); no debía ponerse bajo el mismo yugo a un buey y a un asno para evitar que la distinta fuerza de cada uno lesionare al otro (Deuteronomio 22:10). ¡Cuánto camino nos queda por hacer para que los animales sean tratados de acuerdo a su condición!. Gracias por tu gentil envío. Un cordial saludo de Miguel Foraster.
Agradecidísima a tus aportaciones, Miguel, siempre es un placer aprender de ti.
EliminarTodo lo que explicas sobre textos de la Biblia me hace pensar en un principio se respetaba más a los animales que ahora (supongo que al haber menos medios económicos era más difícil conseguirlos), lo cual no invalida la idea de Wagensberg, porque al fin y a la postre, aunque mejor cuidados, los animales se veían como esclavos.
Un abrazo
ME TIENE USTED FASCINADA CON ESTOS POST!!!! gracias
ResponderEliminarContenta y agradecida por su comentario :)
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