5 de septiembre de 2018

Compasión y ética

José Antonio Marina
 Ha caído en mis manos el artículo de José Antonio Marina,  Elogio de la compasión, que te recomiendo.  Recoge una frase tangencial en la que el autor confiesa que desde hace años está trabajando  en una historia de la evolución cultural de la humanidad, que incluye la evolución de los sentimientos.

Este planteamiento está muy en línea con el de Jesús Mosterín, quien profundiza en sus trabajos sobre la compasión y lo que significa para la humanidad.  Te dejo aquí un artículo que lo sintetiza:   El círculo compasivo incluirá a todo ser capaz de sufrir .   Mosterín considera que las emociones morales (como la compasión) son tan relevantes en la ética como las percepciones en la ciencia empírica. (Si tienes curiosidad por saber qué opino sobre Jesús Mosterín puedes visitar Jesús el Magnánimo.)

En los dos artículos que hoy te ofrezco se enfoca la capacidad de compadecer (= padecer junto con) desde un punto de vista racional, con sólidos argumentos, mostrándonos lo que ocurre en nuestra sociedad.  Está muy bien, porque los argumentos son la base de una buena discusión:  cuanto más sepamos sobre un asunto mejor podemos discutir. Los científicos, pensadores y profesores ayudan así a que podamos ir comprendiendo el complejo entorno en que nos movemos y abriendo el foco para aprehender mejor la realidad.
Jesús Mosterín

Nos queda entonces trabajar la otra faceta, la que no se enraíza en la ciencia empírica sino en la ética: El mismo Marina nos explica que la solución de los conflictos sociales tiene un nivel jurídico y otro ético. El jurídico se impone por coacción y por la imposición de penas. El ético, por convicción y presión social.

Mosterín lo enfoca desde otro ángulo, sosteniendo que basándonos en  la ciencia podríamos llegar a justificar cambios en los presupuestos éticos y morales sobre los que se fundan las sociedades.

Me gusta ese enfoque porque supone que los datos objetivos y contrastados con los que trabaja la ciencia sirven de referencia para esa reflexión colectiva que hacemos periódicamente, revisando así nuestros principios básicos de conviencia y el marco ético que los sustenta.


Es muy gratificante que filósofos y científicos nos ayuden a plantearnos estos principios en una sociedad tan perpleja como la actual, porque la sensación de obrar con coherencia (respecto a nuestros principios) nos da fuerzas para avanzar en la consecución de mayores niveles de bienestar personal y social.  

Por eso es importante que las organizaciones estén al día en materia de ética, valores, coherencia... y todos esos principios que fueron aparcados en pro de la tecnología y que, afortunadamente, cada vez están consiguiendo más reconocimiento. En la época de los robots y de las inteligencias múltiples no nos queda otro remedio que tener las cosas lo más claras posible si queremos que en nuestras organizaciones el Ecosistema Interno sea capaz de responder adecuadamente a tantos e inesperados retos de convivencia.

4 comentarios:

  1. Miguel Foraster14/9/18

    Apreciada Edita:
    1.He leído con mucha atención tu escrito y los tres referenciados en el mismo, y me han llevado a meditar sobre su tenor. Agradezco sinceramente que compartas tus pensamientos, que tanta fuerza transmiten tanto por su texto como por lo bien estructurados que están.
    2.El escrito de José Antonio Marina (“Elogio de la compasión”) pone sobre la mesa de discusión acerca de la compasión remitiéndose a tres ejemplos: (1) el de los migrantes que, según su escrito, debe conllevar a cambiar las leyes para introducir el concepto de “humanidad” que ya predicaba el Derecho Romano; este tema, de momento irresoluto, me planteó ya hace años la hipótesis de construir un puente en el estrecho de Gibraltar (que es posible técnicamente), para permitir la llegada de los migrantes a quienes debería documentarse y dar la bienvenida, siendo consciente, por mi parte, de los problemas de reciprocidad que suscitaría, hipótesis que no ha encontrado adeptos a pesar de haberla explicado a terceros; el segundo ejemplo de Marina tiene a ver con la IV Guerra Carlista (1959-2018) conocida vulgarmente como “terrorismo de ETA”; aunque desde el punto de vista del artículo de Marina sobre la compasión puede llegarse a entender, podría no reflejar bien el punto de vista de muchos habitantes de Euskadi y también de Navarra, caracterizados por su nobleza de carácter y los grandes logros que han conseguido en el decurso de los tiempos para llegar a ser, en distintos momentos de la Historia, un referente en el progreso y construcción de una sociedad estructurada y organizada; el tercer ejemplo, referido al momento actual de Cataluña, parece coincidir con el punto de vista que hoy mismo ha expresado la Fundación Martín Luther King desautorizando la comparación de la lucha de los afroamericanos con la que se lleva a cabo desde el Gobierno de la Generalitat, aunque de todas maneras, y a nivel particular, soy bastante pesimista sobre una solución del tema por métodos civilizados, después de haber seguido con atención los argumentos de unos y de otros, así como las actuaciones de los mismos, que dejan bastante de desear por los dos lados, quedando en un plano totalmente irrelevante las opiniones y construcciones de las terceras vías conciliatorias, que las hay; ni que sea por referencia personal, algún escrito de tono menor firmado por un servidor en este sentido no ha tenido la menor relevancia, incluso dudando fundadamente que nadie lo haya leído.
    3.El escrito de “La Contra” de “La Vanguardia” de Jesús Mosterín es como un compendio de su pensamiento. Siempre que le leo, encuentro nuevas ideas, incluso a pesar de haberlo leído con anterioridad, en una demostración de la grandeza de su pensamiento. En este sentido, la égloga intelectual que le dedicas con tu firma y el título de “Jesús el Magnánimo” no podría realzar de manera más límpida su persona y su figura mayestática.
    4.Vamos a ver si, como sugieres en tu artículo, será posible que los sentimientos evolucionen tanto a nivel individual como de sociedad y que esta transformación sea hacia el lado de la compasión (ya que también podría dirigirse hacia otro polo o, incluso, hacia la irrelevancia), ya que, a pesar que el método científico se basa, como bien recuerdas, en datos “objetivos y contrastados” también es cierto que determinados posicionamientos sociales e individuales permiten pensar que en muchos casos prima la subjetividad y la arrogancia más grosera sobre cualquier intento de racionalidad, redundando en una degradación social que, en casos extremos puede llevar a situaciones desgraciadas (por ejemplo, la desintegración de la antigua República Federativa Yugoeslava a través de irracionales guerras generadoras de odio, heridos y muertos por casi una década).
    Gracias por compartir tus pensamientos y hacer pensar a los demás. Un cordial saludo

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    1. Es cierto que hay casos obscenos, pero tengo la sensación (ojalá pudiera demostrarlo) de que la sociedad en su conjunto está comenzando a recapacitar. Y personas como tú ayudan en el proceso. Muchas gracias por tu interés, tu compañía y tus valiosas aportaciones, Miguel

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  2. Raquel Iglesias19/9/18

    Explicación de muchos de nuestros males contemporáneos. Gracias por compartir.

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    1. Gracias a ti por tu interés y tu compañía, Raquel :)

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