Un agricultor tenía el mejor cultivo de maíz. Cada año se presentaba al concurso regional y obtenía el primer premio.
En una de esas ocasiones, un periodista le entrevistó y se enteró de algo interesante: el agricultor compartía su semilla de maíz con sus vecinos.
¿Cómo puede darse el lujo de compartir sus mejores semillas de maíz con sus vecinos, cuando están compitiendo con usted cada año? ¿Por qué lo hace? preguntó el reportero.
El granjero respondió: "Porque el viento recoge el polen del maíz maduro y lo mezcla en los otros campos. Si mis vecinos cultivan maíz inferior, la polinización cruzada degradará de manera constante la calidad de mi maíz."
"Si quiero cultivar buen maíz debo ayudar a mis vecinos a cultivar maíz bueno también."
Este precioso cuento nos abre diferentes caminos de reflexión, entre ellos la Psicología Positiva. ¿Qué dice Mihály Csíkszentmihályi, uno de los pilares de la Psicología Positiva?
Así que el agricultor se comportaba sabiamente: había comprendido que su bienestar dependía en gran parte del bienestar de sus vecinos. La doctora Nelson nos explica que hacer algo por los demás permite sentir más emociones positivas, como alegría, satisfacción y amor, y a raíz de una de sus investigaciones resumió sus hallazgos en esta frase: No me sorprendió el hecho de que el comportamiento prosocial lleve a la gente a sentir mayores emociones positivas y sentirse más realizados.
Y este fenómeno no ocurre solo en nuestro entorno próximo: la doctora Lara Aknin resalta que la generosidad es provechosa en los países ricos y en los pobres.
Álex Rovira explica muy bien los planteamientos de Martin Seligman, el padre de la Teoría del Bienestar. Aquí vamos a limitarnos a enumerar los 5 bloques:
- Sentir emociones positivas;
- implicarse en la actividad laboral;
- realizar actividades que tengan sentido para la sociedad;
- establecer relaciones positivas;
- orientar las acciones para conseguir logros.
Y si quieres verlo con los ojos de otro experto, aquí te dejo el enlace a ¿Qué es compartir? de Julio César Vergara
Como ves, hay muchas formas de hablar del bienestar y la felicidad, pero a pesar de las diferencias podríamos decir que siempre encontramos un par de ideas recurrentes:
- Quienes quieren vivir de manera significativa deben ayudar a enriquecer las vidas de los demás, porque el valor de una vida se mide por las vidas que toca.
- Quienes eligen ser felices ayudan a otros a encontrar la felicidad, porque el bienestar de cada uno está ligado al bienestar de todos...
Totalmente de acuerdo, me da la impresión también de que ese mínimo se ha ido incrementando con el tiempo...¿o no?
ResponderEliminarFernando Villar
Eso parece, y es muy esperanzador... muchas gracias por leer el artículo, Fernando :-)
EliminarInteresante entrada, como siempre, que nos lleva a unos libros que no puedes dejar de leer.
ResponderEliminarAmaia Larrea Elgorriaga
Muchísimas gracias, Amaia :)
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