10 de agosto de 2015

Directivos, estrés y resultados: ¿Munch o Matisse?


Conozco a más de un directivo (conozco más hombres que mujeres en esta posición) que vive su vida inmerso en la presión, el estrés y la angustia por conseguir los mejores resultados.

Me he acordado de ellos al leer una entrevista a Federica Pellegrini -  plusmarquista que ha conseguido 5 medallas en 5 mundiales - y no he podido por menos de hacer una analogía:

http://www.editaolaizola.blogspot.com.es/2015/08/directivos-estres-y-resultados-munch-o.html
  

Todos sabemos que la trayectoria profesional de los grandes deportistas es muy corta, y que después han de plantearse la vida de una forma muy diferente.  De hecho, hay organizaciones como Fundación Adecco  que se ocupan de acompañar a los deportistas en el diseño de su nueva trayectoria profesional.

En cambio, un directivo no tiene por qué tener una trayectoria profesional corta, antes al contrario:  lo ideal es que aproveche todas las experiencias de su vida (no solo profesional) para realizar su trabajo  cada vez  más eficiente tanto para él como para el entorno.

Existen dos tipos de directivos:

Quienes se toman su carrera profesional como un deportista de élite: (Resultados a través del estrés)
  1. Centrado en el trabajo;
  2. planteándose objetivos cada vez más ambiciosos sin importar los sacrificios que haya que hacer para lograrlos, a corto plazo, aplicando todos los recursos a su alcance para un solo objetivo;
  3. autocompromiso con el triunfo a corto plazo;
  4. conciencia de sus fortalezas y debilidades para competir;
  5. interés en hacer más de lo mismo;
  6. miedo a lo desconocido y a los imprevistos;
  7. cada vez más especializado.
     
Quienes consideran que dirigir organizaciones es una de las facetas de su trayectoria vital, en la que puede realizar grandes aportaciones a la propia organización, a los partícipes y al entorno consiguiendo simultáneamente mayores niveles de autocrecimiento personal.  (Resultados a través del eustrés).
  1. Centrado en la vida;
  2. objetivos de crecimiento personal teniendo en cuenta a los demás, la sociedad, la naturaleza...
  3. autocompromiso de mejora continua, consigo y con el entorno;
  4. conciencia de sus fortalezas y debilidades para cooperar al bien común (incluyendo el propio);
  5. interés por aprender y desarrollar nuevas competencias, habilidades, experiencias...
  6. interés por lo nuevo y desconocido;
  7. cada vez más holístico.

¿Qué tipo de resultados se pueden esperar de cada una de las opciones?

Como deportista de élite:

  • Tensión, angustia, temor...
  • Incertidumbre por el futuro;
  • Riesgo de pérdida de rumbo vital;
  • Riesgo de fracaso vital;
  • A largo plazo, sensación de vacío;
  • Vivir para sí.
Si tuviera que encontrar una imagen que describa ese cúmulo de sensaciones, sería "El Grito" de Munch.

Como directiv@ responsable:

  • Ilusión, paz, energía...
  • Serenidad ante el futuro,
  • Satisfacción con la trayectoria vital,
  • Satisfacción por las aportaciones realizadas,
  • Sensación de plenitud,
  • Vivir para sí y para el mundo
Para ilustrar este segundo posicionamiento se me ocurre "La alegría de vivir" de Matisse.

En líneas  generales, una organización que mira a largo plazo y desea consolidarse atendiendo también a las necesidades y expectativas de todos sus partícipes prefiere contar entre sus filas a personas que se preocupan por su trayectoria vital:  acostumbran a conseguir mejores resultados a largo plazo y con mayores cuotas de felicidad en la empresa.

Obviamente no hay una fórmula mágica para conseguir que l@s directiv@s de la organización aporten este perfil, pero -  además de cuidadosas políticas de integración, compensación, etc. - es vital que la cultura de la organización esté cimentada en los valores coporativos y que se primen comportamientos centrados en esos valores.  Aplicar un modelo de liderazgo líquido puede ser una muy buena opción.

¿Tienes unos minutos más para leer? Te dejo tres artículos relacionados:
Empresas que ríen
La felicidad como indicador del rendimiento profesional
Confianza consciente

Y para acabar, una reflexión: ¿cómo te ves en esta etapa de tu vida profesional?


6 comentarios:

  1. Frances Galache22/8/15

    Yo apostaría por Matisse. Ojalá fuese un modelo más aceptado. De hecho, creo que sería un buen modelo a fomentar por parte de los y las coaches (en temas de dirección también parece que haya más coaches hombres que mujeres) y, sobre todo, desde la lucha por la igualdad de género.
    Frances Galache, PhD

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    1. Creo que poco a poco se va implementando el "modelo Matisse", quizás porque también las mujeres van escalando posiciones sociales poco a poco. Como ves, creo que existe cierta relación entre ambos fenómenos :-)
      Muchas gracias por tu tiempo y tu atención, Frances

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  2. Eduardo Garcia -Toledano Mayoral31/8/15

    Interesante artículo. Una realidad...
    Eduardo Garcia -Toledano Mayoral

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    1. Muchas gracias por leerlo y por tu apreciación, Eduardo. Feliz lunes :-)

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  3. Georgina Mayol7/9/16

    Bien hecha la comparación...! Pienso que tampoco es malo pasar por las dos etapas,no? Todo tiene su momento, sólo hace falta entenderlo. Un saludo.
    Georgina Mayol

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    1. Totalmente de acuerdo, Georgina. Muchas gracias por tu interés :-)

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