En la entrada anterior hablabla de tres posiciones habituales de un líder respecto a su equipo de trabajo: empujar, arrastrar e inspirar.
Ahora me referiré a ese mismo equipo, pero visto desde la óptica del colaborador. (Y lo haré en tres entradas, siguiendo los buenos consejos que he recibido respecto a la longitud de los post :-))
Cada vez que el responsable de un equipo empuja, arrastra o inspira (o no lo hace, o no lo hace cuando debería) deja una huella en el colaborador. Y vamos a reflexionar brevemente sobre estas huellas.
En esencia, vamos a decir que se producen los siguientes fenómenos:
¿Te gusta el planteamiento? Si la respuesta es sí, no te pierdas la próxima entrada, "Empujar ---> huella pétrea"
Muy inspirador y creativo el enfoque. Espero a la película con impaciencia!
ResponderEliminarEstoy en ello.
EliminarMuy original y creativo el comentario ;-)