15 de septiembre de 2015

Te doy las gracias

Te doy las gracias por haber leído nuestro artículo "Pero no empuje" (en el blog de José Iribas está en  http://bit.ly/1ipw9yK y en el mío en http://bit.ly/1KZpZvU).  

En unos pocos días hemos recibido más de 1800 visitas.  Suponemos que esta cantidad puede interpretarse de muchas formas, y nosotros aceptamos todas (procuramos no empujar, smile), así que vamos a hacerte un resumen de nuestro punto de vista:

•    Te importan estos temas: el respeto, la convivencia, el saber escuchar, las buenas maneras… y por lo tanto te sientes bien leyendo sobre el particular;

•    en las relaciones interpersonales procuras poner de tu parte, por eso ojeas artículos como éste por si pudieras encontrar alguna "fórmula" que poder aplicar;

•    formas parte del cada día mayor colectivo de personas socialmente responsables, aquéllas que aceptan su cuota de corresponsabilidad poniendo su granito de arena para que nuestra sociedad sea cada día un poco mejor;

•    estamos felices de contar con tu compañía, nos resulta grato y estimulante;  lo tomamos como un incentivo para seguir esforzándonos en nuestros respectivos rinconcitos de este pícaro y complejo mundo en el que nos ha tocado vivir.
  
Lo dicho:  permítenos darte las gracias. Como no podemos darte un abrazo de reconocimiento, te enviamos la imagen de entrada y un video simbólicos.


  
 Hasta siempre y mil gracias. Nos tienes a un clic :-)

1 de septiembre de 2015

Pero no empuje

Estoy leyendo el libro “Desde la adversidad. Liderazgo, cuestión de carácter”. Es una obra de Santiago Álvarez de Mon, mi admirado profesor del IESE. Seguro que el texto dará más juego en mi blog.

Hoy quiero contarte algo que captó mi interés ya en su prólogo. Lo escribe Josep Carreras. Quiero compartir contigo mi reflexión.

Redacto esta entrada, por primera vez, a dúo con Edita Olaizola (@EditaOla), amiga bloguera presente en otras redes sociales. Es mi primera experiencia de un post a cuatro manos. Ella ya lo ha probado con éxito. Como todo lo que en general hace… No voy a excederme en los elogios, porque luego le toca “hablar” a ella. Hoy quiero ser, orgulloso, su telonero.

Escribe Josep Carreras: “Frecuentemente bajo supuestos liderazgos salvadores, el odio y la intolerancia han caído sobre sociedades y grupos étnicos o raciales”.

Me consta que Edita no es una “supuesta líder”, es una líder en lo que hace. Y tendrá que aguantar que “desde mi libertad de cátedra” lo escriba así y aquí. Y tener convicciones firmes (y vaya que las tiene) no conlleva –más bien al contrario- que pretenda imponerlas; le basta con proponerlas. Ponerlas a libre disposición de quien las quiera conocer y valorar. Y saber, además, evitar discusiones (en el peor sentido del término) estériles.

A otra cosa, mariposa (Pixabay)
A este respecto, hace poco Edita comentaba un post mío (“Lío gordo”) y afirmaba: “¡Qué difícil es no discutir!... Me permito agregar uno (un consejo) más: acordar con el interlocutor sobre qué no hablaremos en lo sucesivo, esos temas en los que ninguno de los dos pensamos ‘dar nuestro brazo a torcer’. ¿Para qué gastar energías inútilmente, enturbiar las relaciones armoniosas y perder el tiempo? Cada uno sabe qué piensa el otro y a otra cosa, mariposa. A mí me funciona”.

No os extrañéis de que Edita mencione a ese insecto lepidóptero en estado adulto. Le encantan los animales y los defiende, como el respeto al medio ambiente en general, con empuje y pasión. Con convicciones. Sin violencias y sin alzar la voz pero con claridad y contundencia.

Lo de alzar la voz me recuerda aquella anécdota que se cuenta de Leibniz: Solía asistir en la Universidad de Leiden a debates con estudiantes y otros profesores. Las discusiones se desarrollaban siempre en latín. 

Pasado un cierto tiempo, Leibniz pudo constatar que frecuentemente acudía a los debates un vecino suyo que era zapatero de profesión.

Un día, escamado, se acercó al zapatero y le preguntó si acaso sabía latín para seguir los debates.

-Ni sé latín ni tengo intención de aprenderlo. Solo vengo a ver cómo discuten.
-Pero, si no entiende latín, ¿cómo sabe quién tiene razón en las discusiones?
-Eso es fácil. Cuando alguien grita mucho, ése seguro que no tiene razón.*

Estoy seguro de que cuando Edita debate con alguien, más que gritar e intentar imponer sus ideas, intenta argumentar y convencer con razonamientos. Y de que exige la misma actitud a la contraparte.

Crea Ud. en lo que quiera, pero no empuje ( imagen en http://bit.ly/1JrdGIE)
Como afirmaba el antropólogo (y muchas más cosas) navarro Julio Caro Baroja, “crea usted en lo que quiera, pero no empuje”. Se nota, Edita, que sois de la zona.

Tuya es la palabra. Seguro que los lectores del post la esperan.

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* Ignoro si la anécdota es cierta. La cita Gregorio Doval (@gedoval)  en Anecdotario universal de cabecera. Ediciones del Prado, Madrid 2003.



Querido José  (@jiribas), como dice tu admirado Leibniz, para que algo exista  no es suficiente con que sea posible, sino que tiene que ser compatible con la posibilidad de los otros elementos que componen, por así decirlo, "su mundo". 

En nuestro caso está clarísimo que "somos compatibles", porque coincidimos en muchas cosas respecto a la forma de ver el mundo y  las relaciones interpersonales.

Por eso acepto, no sin cierto rubor, el retrato que me has pintado: entiendo que tú y yo formamos, junto con otras muchas personas, un mundo interrelacionado en el que cada uno es lo que es - en gran parte - gracias a que los demás son lo que son.  Una especie de adaptación social de la teoría sobre las Neuronas espejo.  Como dice mi admirado Bauman, nos conocemos en tanto conocemos al otro y conocemos del otro.

En la primera parte de este artículo has mencionado a vuela pluma conceptos tan importantes como liderazgo, tolerancia, convivencia, discusiones y medio ambiente.  Me gustaría mucho hablar largo y tendido de cada uno de ellos, (de hecho son pilares de mi actividad profesional),  pero como obviamente es imposible voy a dar un salto mortal sin red resumiéndolos en uno solo: respeto (del latín  respectus, atención, consideración).

Considero que respetar es básico, que es la base de la sociedad, incluso en muchas sociedades no humanas.

La primera vía que me llama la atención es el respeto hacia uno mismo, porque nadie puede dar  lo que no tiene.  Podrías echar un vistazo a este artículo de Borja Vilaseca, (@BorjaVilaseca), Claves para amarse a uno mismo, que lo explica mucho mejor que yo.  (Mezclo adrede los términos "respeto" y "amor").

La segunda vía es la construcción y consolidación de un marco ético. Como dice Peter Singer, nuestros principios éticos son, por definición, los principios que tomamos como esencialmente importantes y rigen nuestra existencia. Ellos nos ayudan a escoger qué tipos de comportamientos son los adecuados, y desde la época de Aristóteles sabemos que los comportamientos adecuados, cuando son repetitivos, se convierten en "virtud".

Y la tercera vía, por fin, es la sociedad. Tal como repite a menudo Bauman,  la sociedad, su continuidad y bienestar son posibles gracias a la competencia moral de sus integrantes, y no a la inversa.

En otras palabras, creo que la secuencia bienestar personal - marco ético - responsabilidad social es algo que está en nuestras manos y que todos podemos ayudar para que funcione cada día un poquito mejor.  Como dice el refrán, "un grano no hace granero, pero ayuda al compañero".

A fin de cuentas, a todos nos interesa vivir en una sociedad respetuosa, ¿estás de acuerdo? ¿Y tú que nos lees… lo estás? Acepto "no" por  respuesta, obviamente:-)