18 de junio de 2013

Joan Melé: "Sé intrépido"

Una reflexión sobre la intrepidez, la confianza y la felicidad.

El otro día tuve la fortuna de compartir espacio y reflexiones con Joan Antoni Melé, entrevistado por José Luis Montes en el incomparable marco de Values & Wine. 

Joan Melé, con su generosidad habitual, no tuvo inconveniente en mostrarse próximo y cálido y explicarnos cómo y por qué ha llegado a hacerse los planteamientos éticos que ahora rigen su existencia.  Os dejo aquí el enlace a la entrevista, que recomiendo visionar en su totalidad. 

Podríamos comentar muchos de los conceptos que expuso, pero yo me quedo hoy con la frase "sé intrépido" que una persona importante para él grabó en su mente durante su infancia y aún hoy la recuerda y practica.

La RAE define intrepidez, en su primera acepción,  como arrojo, valor en los peligros . Es decir, hace referencia a tener coraje. (No a ser temerario).  Es un rasgo fundamental que ayuda en momentos importantes de la vida, como bien lo ilustra Melé y sabemos muchos de nosotros por propia experiencia.  


Casualmente, la ya mencionada RAE define confianza como seguridad que alguien tiene en sí mismo y también como ánimo, aliento, vigor para obrar.

En una entrada anterior, que titulé Confianza consciente, abordaba este tema tan íntimamente relacionado con la intrepidez:  es imposible ser intrépido sin tener confianza en sí. Y una buena forma de llegar a confiar en sí es comenzando a confiar en los demás. ¿Qué otros caminos puede tener un niño pequeño para llegar a confiar en sí, si no es confiando primero en sus padres? Existen otras formas de desarrollar la autoconfianza, sí, pero son caminos mucho más largos y tortuosos. 

Se puede, (mensaje para quienes lo duden).  Es más fácil si los adultos ayudan a los cachorritos (mensaje para padres) :-) 

Una persona que confía en sí tiene relativamente fácil llegar a ser intrépida.  Se sabe lo suficientemente capaz de llegar a realizar algo que a priori es difícil y ansiógeno. 

Y una persona intrépida tiene muchas más posibilidades de ser feliz y de hacer felices a los demás, porque está en condiciones de ser autosuficiente -en primer lugar - y de compartir con otras personas su visión positiva de la vida.  Comienza así la tan ansiada espiral virtuosa...

¿Te has descubierto alguna vez actuando como una persona intrépida? ¿Cuán importante era para tí esa situación?  ¿Qué lograste? ¿Cómo te sentiste después?

Mira qué ejemplo tan tierno de intrepidez:






6 comentarios:

  1. Anónimo19/6/13

    A la pregunta si hemos sido intrépidos alguna vez y cómo nos hemos sentido, creo que muchos sólo vemos que estamos tomando decisiones en situaciones límites y no nos damos cuenta que allí estamos en una actitud intrépida sin darnos cuenta, sólo tratamos de resolver el tema con la mayor responsabilidad y celeridad posible y con el tiempo recién nos damos cuenta de que hemos sido intrépidos y si hemos logrado el objetivo, la sensación de tranquilidad es absolutamente placentera. Y estoy hablando de resolver problemas que tienen que ver con la vida de otras personas y todo depende sólo de nosotros y nuestro buen criterio, pero justamente la confianza en nosotros mismos y la fuerza y el coraje que nos impone en ese momento la vida y Dios, es lo que hace que actuemos como debemos y no por impulso. Uno aprende que ha madurado y sabe cómo y porqué está bien parado frente a estas circunstancias, pero eso sólo lo dan los años y las experiencias que nos tocan a cada uno. Les deseo a todos que logren este aprendizaje, es fundamental sentirse bien con uno mismo despues que sentimos que estábamos al borde de un abismo y sin embargo logramos superarlo.
    Buena suerte a todos y no pierdan el eje, no arriesguen sin pensar en los demás y en su responsabilidad, sólo concéntrense en la resolución efectiva sin dudar, con mucha fe de que eso que van a hacer es lo correcto.
    Exitos para todos y hasta pronto

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, amig@, por tus reflexiones y tus consejos.

      Eliminar
  2. Anónimo22/6/13

    Gracias Edita, excelente reflexión, como vienes acostumbrándonos. Excelente y 'transformadora' la charla de Joan Melé. Señalo aquí también las otras 2 patas del banco ('banco con valores', por supuesto:) que citó Melé:ser capaz de soñar (haciendo referencia a los cuentos que le contaba su abuela o a la 'Historia Interminable' de Ende), la bondad que definió como 'poner al servicio de los demás las capacidades que te ha dado la vida'. Respecto a ser intrépido (tan bonita palabra en adjetivo como sustantivo) lo vínculo a la 'autoeficacia' percibida un concepto clave en la literatura del estrés,y una de las competencias de afrontamiento proactivo del modelo de Audit & Control Estrés, fundamental para transformar la percepción de las amenazas potenciales en retos. Un fuerte abrazo y buena Nit de Sant Joan.
    Paco Martínez-Losa

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Da gusto leerte porque siempre enriqueces lo lees. Gracias, Paco

      Eliminar
  3. Anónimo9/7/13

    Sé intrépido y salta!!!
    Cristina Molina Martínez

    ResponderEliminar
  4. Saltar siempre ha sido muy buena analogía sobre el atreverse, la alegría, el ímpetu, las ganas... gracias, Cristina :-)

    ResponderEliminar