24 de febrero de 2013

Cerebros conectados




Los científicos han demostrado que los cerebros de los músicos se sincronizan unos con otros al interpretar piezas conjuntas.


Orquesta sinfónica de Londres
 Estoy segura de que también se sincronizan con los músicos los cerebros de los oyentes. Supongo que a más de una persona, como a mí, le ha ocurrido notar  su cuerpo preparado para recibir la música, con un nudo en la garganta, los ojos húmedos y toda la piel pendiente de los sonidos.  Estar en una  buena sala de conciertos, escuchando una buena orquesta ejecutando una pieza maestra, es un placer que se nos ha dado a los humanos y que deberíamos disfrutar mucho más a menudo.
 
 Te dejo aquí un enlace a la Filarmónica de Londres.  Que lo disfrutes.

También estoy segura de que esa sincronización se da entre dos o más personas que comparten muchos puntos de vista.  Al menos yo siento con algunas personas esa conexión "inalámbrica" que nos hace vibrar, pensar, ejecutar y sentir simultáneamente ante una situación dada.  Hasta ahora le llamábamos intuición, empatía,  telepatía, etc.;  ¿podría ser la red intercerebral de sincronización que mencionan los científicos?  ¿No has experimentado esa sensación contemplando con algunos amigos un buen cuadro, comentando una lectura, admirando un paisaje único, compartiendo algo apreciado por todos? 

E incluso aunque no se tengan de momento muchos puntos comunes se puede sentir esa sensación;  por ejemplo, ante una determinada audiencia durante una conferencia, ante un determinado grupo de alumnos, ante un determinado equipo  cliente... es algo mucho más sutil y más profundo que estar de acuerdo, es la sensación de compartir de verdad, de una forma que no sabría concretar pero que es muy "palpable".  Es entonces cuando el trabajo se convierte en un verdadero regalo que crea adicción.

¿Y si supiésemos crear conscientemente redes intercerebrales? 
    • ¿Cómo podría dibujarse un nuevo contexto profesional? 
    • ¿Qué papel tendría el líder de una organización en esta red? 
    • ¿Qué se podría esperar de las personas que conformaran la red? 
    • ¿Cómo se podría dibujar un nuevo marco de interrelación en el que todas las personas involucradas vivieran sus propias aportaciones y las del resto de los integrantes de la red?

Los vaqueros medievales

Divertimento de fin de semana:  los vaqueros medievales

 He aquí un  vídeo que rodé en una fiesta medieval de la preciosa población de Súria (Barcelona).  Los  habitantes  reproducen un día cualquiera del medioevo y decidí grabar esta escena porque refleja muy bien cómo trabaja un equipo bien coordinado:






El jefe, a la izquierda, marca el ritmo y a la vez da ejemplo trabajando como el que más.  De hecho, él continúa trabajando cuando su equipo se aparta para que él pueda dar el "toque maestro" , algo que sirve para que el objeto cumpla con las especificaciones y también para que los operarios vayan aprendiendo mediante la observación.

Me gustó la forma tan gráfica de representar una tarea en equipo, el ritmo acompasado que la acompaña, el movimiento del fuego que espera atento para hacer  su parte del trabajo, los útiles preparados en su lugar... 

y la parte divertida de la puesta en escena:  los herreros medievales llevan gafas y pantalones vaqueros :-) :-) :-)

¿Se habrá descubierto ya la forma de viajar en el tiempo? ¿Nuestros antepasados han venido a enseñarnos antiguos oficios ya olvidados? ¿O será la crisis, que no permite comprar un vestuario completo? En cualquier caso, es un contraste delicioso.  Sonríe, especialmente en el fin de semana.

4 de febrero de 2013

Esfuerzo y éxito

Bien por nuestros  jóvenes brillantes que se labran su propio futuro:  una medalla de oro europea en patinaje artístico,  Javier Fernández

 Me encanta contemplar los éxitos de los jóvenes que trabajan y se comprometen consigo, así que esta entrada es mi pequeño homenaje a Javier.  Voy a intenar resumir los rasgos que le caracterizan y que todos podemos desarrollar:

Afán de logro y perseverancia.  Desde pequeñito se esforzó por mejorar, y era tan pequeño que debía mirar hacia arriba desde su posición número uno para ver a sus compañeros de podio.  Todos sabemos lo difícil que resulta alcanzar el podio (real o figurado) y allí estaba Javier, intentando conseguir ser cada día un poco mejor.

Capacidad de trabajo.  Enseguida se echa de ver que una medalla de oro no se alcanza así como así, es obvio que detrás de ese triunfo hay horas y horas de trabajo riguroso, programado, exigente y extenuante. Hay que tener muy claros los objetivos y las propias capacidades para poder arrostrar esos programas de trabajo y conseguir tan elevado nivel técnico.

Capacidad de aprender de lo mejor de los demás. Javier ha interiorizado la técnica que denominamos benchmarking: explica que mejora sus preciosos saltos "incorporando los giros de los rusos y la velocidad de los americanos" (Entrevista de Olga Viza en Marca, 03.02.2013).

Capacidad de superar las adversidadesConocemos una anécdota que ilustra muy bien su capacidad:   él mismo nos explica que "cuando aterricé en Zagreb no tenía ni patines ni maleta. Me perdí dos días de entrenamiento y más otros dos de viaje, así que llegué con cuatro días sin hacer nada. Me dije 'bien empezamos'. Fue una odisea". (Entrevista publicada en Mundo Deportivo). Y todo eso le ocurrió en la ciudad en que consiguió la medalla.

Arrojo. A los 17 años se fue solo a USA, sin conocer el idioma, sin amigos ni conocidos, viviendo modestamente en un pequeño apartamento.... Sé por experiencia lo duro que resulta vivir un episodio así,  pero en la sociedad actual  que sobreprotege a la juventud, Javier dio un paso muy loable.  Ojalá el arrojo sea contagioso.

Honradez. A destacar especialmente en los tiempos que corren. A pesar de sus logros vive modestamente:  el programa ADO le ayuda con una beca de 12.000 euros, de los cuales ha destinado 8.000 a sufragar las dos coreografías que presentó en Zagreb, por lo que no es difícil deducir cuánto dinero maneja para su propio mantenimiento.

Creatividad. Pone mucha atención en la selección de música de películas y de óperas para sus números, y se nota que se divierte durante su ejecución.  

Agradecimiento. Javier reconoce públicamente la ayuda que ha recibido de sus padres, entrenadores, federación y diversas personas del mundo del deporte y agradece todos los esfuerzos y aportaciones cada vez que se le brinda la oportunidad.

Todas esas cualidades le he visto, y seguro que le adornan muchas más.  Muchas gracias por ser así, Javier.  Me gusta que te hagas popular para que nos sirvas de ejemplo a todos nosotros.  Bravo, campeón.

Dejo aquí una exhibición para disfrutar y una entrevista para conocerle un poco más.